lunes, 14 de octubre de 2013

En honor de Malala y Asunta, jóvenes blogueras

     



  A Malala Yousafzai, lector, una niña pakistaní de 16 años ahora, que quería sólo que la dejaran en paz ir al colegio, los talibanes le metieron un tiro en el cuello. Como en una película de malos malísimos, sí. Su caso saltó a la prensa internacional hace un año. Malala escribía un blog. Lo sigue escribiendo, creo. La nada con ínfulas blogueras que aquí lees se sintió entonces por ella concernido, por la injusticia que ella sufrió y por su dolor terrible, y como si de mí dependiera el Mundo –así de tremenda es esta nada- le escribí un texto con el corazón en vilo. Como resulta que Malala se recuperó de sus heridas, y que además a Malala le han concedido ahora el Premio Sajarov a la defensa de los derechos humanos, me apetece mucho ahora retrotraer aquel texto, como en voluntaria ofrenda que la nada interbloguera le hace y le renueva a Malala.
   
   Ha querido además la babélica aldea global en que sobrenadamos, este maremágnum tan revuelto de alegrías como de tristezas, pues así de azaroso es el engrudo de que está hecho la propia vida, que coincida el premio a Malala con el desgraciadísimo asesinato de Asunta, otra pobre niña bloguera adoptada en la lejana China y que aquí encontró su muerte. Ojalá Asunta, allá donde se encuentre, de alguna manera pudiera contemplar la ilusión radiante de Malala cuando reciba su premio, y de alguna misteriosa y espiritual forma, como una presencia sobrenatural, sí,  estuviera a su espalda soplándole ideas cada jornada que Malala labore y escriba en su blog. Malala y Asunta: In blog véritas. Y el resto también es silencio. Va mi ofrenda:
 
  
   Como en Babel -la película-, la caleidoscópica actualidad que escupe la        Aldea global a tumbos nos lleva, hilvanándolas en su madeja, desde la niña-sincronizada-tiraselotodo de la España en crisis a otra niña pakistaní de 14 años también, aunque de algo diferente existencia. Malala Yusuzfa, 14 abriles, tiroteada cruelmente por los talibanes, culpable a esos ojos criminales del terrible delito de querer estudiar.
     La vida de Malala corre peligro. Tuvieron que extraerle en el hospital de Rawalpindi una bala alojada en su cuello cerca de la médula espinal. No le dispararon al azar los talibanes. Malala era conocida internacionalmente desde hace tres años, el tiempo que llevaba en su blog denunciando las atrocidades talibanas, que prohibieron la educación femenina. (escribe uno, lector, Malala-catorce años-blog-tiroteada-malherida y uff, notas el pellizco en el corazón)
      Brutalidad infinita talibana iba este bloguero a decir, si los monopolizadores patrios de la brutalidad antigubernamental no me piden peaje por ello. Se echa de menos en los media, por la causa de Malala, uno de esos numeritos fieramente reivindicativos que las superpagadas estrellas progresistas de Hollywood –los Sean Penn de guardia y cía- montan cuando el presidente norteamericano es un republicano. De la Ceja patria, de Garzón&Pedraz aquí, de los Indignados cinco estrellas, de su brutal silencio al respecto de Malala, mejor es ni hablar.

     Pero pocas veces se hallará una realidad tan transparente en su significación: en esa niña, Malala, tiroteada al volver del colegio, con una bala cerca de su médula espinal, vive sobre todo una persona malherida y en peligro de morir asesinada, pero además uno de los más acabados símbolos de la eterna lucha entre la Ilustración y la barbarie. Este bloguero anónimo, que es nada, cruza sus dedos por tu vida, Malala, y ojalá nos llegue muy pronto a los ojos –aunque no pudiéramos entenderlo, no sería ello óbice para nuestro contento- la paloma preciosa de tu blog. 



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

3 comentarios:

  1. Pobrecillas las mujeres. En esos paises la libertad de derechos humanos y la libertad de expresion y decision es nula. Una gran desgracia. (Esther Videgain.)

    ResponderEliminar
  2. Pobrecillas todas esas mujeres. En esos paises, no tienen libertad de derechos humanos ni libertad de expresion ni de decision. La vida de las mujeres viene a ser como, algo a si, como persona de compania y no como ser humano independiente. (No funcione el corrector ortografico, lo hago desde el Google de la BlackBerry.)

    ResponderEliminar
  3. Coño don Jose Antonio, escribe usted cosas preciosas. Sabe usrted sacarle letras a su corazón y colgarlas en el de los demás.

    Malala, Asunta y otras/os son la prueba de que la humanidad no tiene remedio, y usted y otros/as son la poca esperanza que nos queda.

    Si hay una palabra que unifique sin error posible a la progresía es el miedo o la cobardía. Talibanes, etarras y demás... No nombre usted a la bicha. Son tan megamodernos que sólo atacan a quien no tiene más armas que la palabra.

    ResponderEliminar