martes, 13 de mayo de 2014

Cuando Zapatero, como el gran Gatsby, necesitaba una chica joven





                  
 “Por defender la Cultura me han dado hasta en la ceja”, estampó Zetapé en el mitin de la despedida, ¿recuerdan? Por inverosímil que parezca esa fue la frase en su literalidad. Más la gioconda sonrisa a medias. De tal tenor se produjo el tenor, diríamos. Para todo un enfermo de Borges, como presumía de serlo el ex  Presidente, no está nada mal la frasecita, todo un hallazgo culterano a la altura incluso de un monologuista de la comedia, en paro, claro. ¿Cómo le llamaban sus biógrafos? El Maquiavelo de León, chúpate ese polvorón. Poor Maquiavelo. Acaso mejor el Gatsby de León, digo yo.
      
   Lo sabíamos aproximadamente ya, pero es que hace unos días su ex –ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina, refrendó en entrevista para EL PAÍS (6-5-14) la escueta verdad, y adquirió así naturaleza de inapelable revelación histórica la cosa: en la hora del cese “Zapatero me dijo tres cosas, que yo era muy austero y que necesitaba una chica joven y glamour”. Es una frase atropellada pero de las que piden mármol, pues constituye, creo, una insuperable síntesis para la Historia de la fantasmagoría zetapeica acerca del Poder: despilfarros y apariencias, más el implícito catetismo manirroto en la misma del que le ha caído encima una Fortuna y quiere fardar con una buena chorba al brazo colgada en las fotos.

    Además Molina, desde su privilegiado observatorio, deja en la entrevista otra prueba demoledora más sobre el presente Reinado de la Mugre que yo te digo, es decir, sobre  la penosa regresión cultural que ante los ojos  vivimos:
   “Un día le reconvinieron -¿quién?- por uno de sus discursos: “no era conveniente manifestar un mayor conocimiento que los presentes. Nada de citas, ni de referencias históricas, nada de erudición… Azaña no dejó de escribir ni de formarse y creía que debía subir el nivel de sus ciudadanos. Ahora parece que da vergüenza hacer una cita porque parece que hablamos por encima de la media. Yo creo que la ejemplaridad también hay que practicarla en cultura y educación…El calentamiento global se da en todo, también la desertización avanza en la cultura”.

     
   Muy de acuerdo, señor Molina: las élites imitando ahora las voces más chocarreras del vulgo, acaso para disfrazarse entre el mismo y hacerle creer de paso que debe estar orgulloso de su burricie. ¿Y con don Zapatero, cómo entonces le fue, eh? Porca miseria: Él sólo necesitaba una chica joven… con buenas cejas, sí, como el gran Gatsby de Scott Fitzgerald. Y luego, como en la novela, tras los locos años veinte, tras tantos fiestorros, oh, my God, llegó la Gran Depresión. 





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

2 comentarios:

  1. De ser cierta la frase- que me la creo- de Zapatero a Cesar Antonio Molina, resulta muy lamentable que quien gobernaba el País valorase más para presidir el Ministerio de Cultura, a "una chica, joven y con glamour" que a una persona inteligente y culta. Por ese camino la composición del Gobierno podría llevarse a cabo mediante un previo concurso de misses.¡Que País!
    Un saludo.

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  2. Pues es que Zapatero en ningún momento ha desmentido las palabras de su ex-ministro, Chela. Así de penosa es la cosa.
    saludos

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