Asesinaron en plena calle a una
mujer, Isabel Carrasco, presidenta
del PP en León, rematándola en la
nuca. En muestra de solidaridad con ella, todos los partidos suspendieron de
inmediato por ese día los actos electorales. También Izquierda Unida, que hubo de soportar por ello el chorreo que en las redes sociales le dedicaron no pocos de sus
más aguerridos animadores, decepcionados con la demostración de ese respeto.
Bueno, todos los partidos no: los de Bildu, fieles seguidores de una guerrera tradición, muy mucho
pasaron de suspender nada. Y Pablo
Iglesias, el líder emergente de la izquierda prochavista y filobatasuna a
quien el CIS augura éxito y escaño en Estrasburgo, un poco a lo Confucio, suspendió y no suspendió la
campaña. Dio entonces a prensa la Nota, una nota en tres actos afectados de íntima esquizofrenia:
“Hoy hemos conocido la triste
noticia del asesinato de la Presidenta de la Diputación Provincial de León y
Presidenta del Partido Popular de León. Isabel Carrasco deja una hija sin madre
y una familia rota. Vaya desde aquí mi más sentido pésame y mi confianza en la
actuación de la justicia.
(Inmejorable, a mi juicio, el párrafo, tanto en la
descripción del hecho, y en la expresión del más sincero dolor ante el mismo,
como en la nítida revelación de la creencia en las instituciones que velan por
la reparación del terrible daño causado)
He sabido que el PP y el PSOE han
suspendido sus actos de campaña. Hemos decidido suspender los nuestros en el
resto del país pero en este, nuestro acto central de hoy, me veo en la
obligación (¿¿¿obligación???) de decir lo siguiente:
En este país en el que estamos
viviendo un drama social nunca hemos visto a los partidos suspender actos
cuando una desahuciada se tira por la ventana o cuando un parado despedido se
quita la vida.
(Introduce ya así Pablo Iglesias
de manera frontal, contraponiéndolos en un mismo plano, la consideración de
otros hechos que en gran manera desmienten de cuajo y reducen a mera fórmula de
paripé el más sentido pésame y la confianza en la justicia aún candentes
del párrafo anterior. ¿Son lo mismo un inapelable asesinato y unos suicidios?
¿Se puede con esa alegría establecer una relación directa y causal entre
despidos y suicidios? ¿No supone esa pretendida equiparación el intento de
beneficiarse a río revuelto de las dramáticas situaciones que indudablemente la
severa crisis económica provoca? ¿Acaso, de conquistar su Partido el Poder, no
existirían ni las crisis económicas ni los despidos? ¿Es que no los vemos,
acompañados de la miseria más rampante, en los regímenes que más elogia Iglesias?)
“Nosotros queremos construir un país en el que
todas las vidas merezcan la misma consideración.”
(Esta en apariencia utópica revolera
de despedida –sabemos que para Iglesias,
como en la herriko taberna dixit (post 24-4-14), la Constitución es sólo aquel papelito de 1978 que permite
el mantenimiento en el Poder de las élites, y quien primero se dio cuenta de
eso fue la izquierda vasca y ETA- revela del todo ya el acerbo desdén que,
en el fondo, la interrupción de la campaña por causa del asesinato de Isabel Carrasco a Iglesias le merece, en aras de una bellísima e igual consideración
de todos para y con todos, dorado ideal este que las esdrújulas coplas que Otegui e IU a la Muerte del admirado Comandante
Chávez echaron, a penoso embuste reducen.)
el psoe dió el primer lloroso-POLITICO comunicado, cuando debió ser el PP... LES VENIA BIEN SUSPENDER EL DEBATE ELECTORAL TELEVISIVO.
ResponderEliminarLA CASTUZA ppoe es la castuza spain al garete.