La tarde transcurría serena y plácida, como un río rumoroso hacia el
adriático de la noche pre-otoñal. Las sombras iban dándole sucesivos jaques a
las luces tras los cristales. El viento refrescaba las altas copas de los
árboles. Tenía que salir enseguida a despachar una gestión y hacía tiempo
leyendo por encima… la nueva de la insólita intervención en directo del
flamante Líder de la Oposición en el
espacio rey de la Telebasura, el
Sálvame. ¡Era sensacional! Me dije de inmediato: Ostras, la importancia de
llamarse Jorge Javier. ¡Y luego
éste, multimillonario y exitosísimo presentador, anunciando a su también
millonaria audiencia que, gracias a la llamada, se había reconciliado él con el Partido y que le iba de nuevo a
votar en las próximas elecciones! ¡Menudo profesional! La importancia entonces
de llamarte Pedro Sánchez, redondeé.
Por supuesto, tratábase de una tan aparatosa como meticulosísima
estrategia de comunicación que de casual
nada tenía, así es que decidí sobre la marcha poner en circulación un tuit
mío que así lo reflejara, y yaque, enviárselo
también a él. Total, jamás te contestan:
-Pedro Sánchez PSOE en directo convence a Jorge Javier T5 de que vuelva
a votar al PSOE.
Pedroooooo… esos numeritos, qué ful!
Una golondrina trenzó una elipse virtual tras los cristales en la
vertiginosa atardecida. No había pasado un minuto cuando el ordenata con un
destello me anunció que tenía una notificación del Twitter, ese río embravecido.
Lo abrí y… ¡voilá!... ¡Allí estaba Él! Mejor dicho, estaba el recuadro con su
imagen sonriente, su rostro anguloso, vagamente marlonbrandiano. Más su
leyenda: Secretario General del PSOE.
Padre. Doctor en Economía. Profesor universitario. Embarcado en una aventura
tan apasionante como necesaria. Y arriba otra sensacional nueva: ¡Pedro Sánchez te sigue ahora en Twitter!
Nunca unos signos de exclamación más justificados, vive Dios. ¡Ser el
muá uno de los 5.463 a quienes él
sigue! De inmediato decidí a mi vez seguirle, uno más entre los casi 71.000 que a él lo siguen, como por
otra parte, en justa correspondencia con todo el que me sigue, yo hago. Y pensé
más: verás cuando vea y lea el que le lleva el TW a Pedro Sánchez el liberal peligroso al que se ha metido a seguir,
dónde me va a mandar. Pero de momento, jubiloso cual golondrino con nuevo
trino, corriendo que acudí al TW a contarlo a cuántos allí me siguen:
-Señoras y señores, no me lo puedo de
creer: tras mi último tuit… ¡¡¡Pedro Sánchez me sigue!!! ¿Por cuánto tiempo?
Unos cuantos seguidores enseguida me contestaron, e hicimos, felices y
aéreos, unas cuántas bromas sobre el asunto. ¡Era un notición para este escritorzucho
fracasati! Y mucho deseaba yo columpiarme un poco con el mismo sobre
las olas del río Twitter pero…, porca miseria, tenía ya sin falta que largarme
al asunto que me aguardaba. Qué lástima.
Llegaron la noche oscura y sus estrellas, y en la piltra esto deliberé:
A ver, tiempo habrá de hincarle el diente crítico al tremendo “numerito” que Pedro y Jorge Javier, Jorge Javier y Pedro,
que tanto monta que monta tanto, entrambos en el prime time de la Telebasura se fabricaron. Seguro que
recuerdas, lector amigo, que el mismo episodio de seguimiento a mi nula persona
en el TW ya me ocurrió de parte de Eduardo Madina, de Carmen Chacón (con ella durante horas sólo), de algún diputado en
Cortes socialista también, y con más Prohombres y Promujeres de la Izquierda
que no es cuestión de citar ahora aquí. Sé de sobra que es cosa de quienes les llevan el TW, quiero
decir. Sé que sobre todo lo hacen, en sibilina maniobra de “community manager”,
para “neutralizarte”, en la medida
en que se espera de la anónima hormiguita distinguida con la elección de uno de
los Grandes, el que sea ésta condescendiente con aquél por entre todos haberle
elegido. Tratan de ganarte con ese “premio”.
Pero es además, me parece, la muestra de un interés, la prueba de que de
alguna manera te tienen en cuenta y de que al menos a algo les movió tu tuit, y
más allá de mi ombligo, la demostración de cómo los responsables políticos de la Izquierda española toman en serio y
consideran la importancia de las redes sociales y de lo que en ellas se cuece,
y de cómo se las trabajan. Digo lo mismo que en los otros casos dije:
escribiendo día tras día el muá en claves liberal-conservadoras, defendiéndolas y difundiéndolas incluso a pesar de amenazas de muerte en las redes, resultan
profundamente desalentadores la atención
y el reflejo que de lo tuyo de importantes responsables socialistas
recibes, en contraste con el absoluto vacío,
silencio y desdén que los líderes y personalidades de la derecha española –que también desde las olímpicas alturas sobre
el TW gravitan- me dispensan.
Y de nuevo con ello la desoladora certidumbre de que, egoístamente, a mí
y a mi pobre libro mucho mejor nos iría de hacernos los dos especímenes suavemente progresistas. A la persona que le lleva
las redes a Pedro Sánchez aquí le digo: gracias. Y si deja de seguir a esta insignificancia que aquí
escribe, le soltaré lo mismo que en aquella peli, lo mismo que le dije a Carmen Chacón: fue maravilloso mientras duró.
Eso sí, de la misma manera, raudo correré a contarlo a los valientes que me
siguen.
Y fue eso todo, amigos.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Tener de seguidor a este tipo no es ni bueno, ni malo… como tener a Rajoy no creo que merezca la pena.
ResponderEliminarPero os recuerdo que este tipo tanto como Mariano son productos del bipartidismo.
¿Cuántos han votado a uno o a otro? Que país mas penoso.
ResponderEliminarAhora, después de esta prueba de feliz neutralidad y cariño, no te queda otra que votarle en las próximas elecciones. Qué grandes personas, los progres!
Más que grandes, César, bellas, son bellísimas personas, en ellos lo específico humano, los valores morales, brillan sobremanera. Sí, voy a hacerme progre, creo.
ResponderEliminarCesar, creo que todo el mundo no puede ser como tu. Mira con otros ojos y veras otra cosa.
ResponderEliminar¿Marlonbrandiano?
ResponderEliminarVaya, hoy alguien se está revolviendo en su tumba.
Espero que tenga mejor ojo con las mujeres.
Un saludo.
ResponderEliminarD. Alfonso, mis ojos miran desde la inocencia de mis pocos años y la inexperiencia de mi apocada vida..
Mi natural modestia me impide ilustrarles con anécdotas varias de progres y liberales. Tan sólo le diré que son como vara recta y acomodadiza a la que la moneda, cual fuego purificador, va encorvando hasta hacerla círculo y tocarse.
Lo bueno, es que las personas no sólo son progres o liberales; También son del Madrid o del Atletico...
Cesar… mucha poesía barata para no decir nada… muy digno de estos políticos que se están criticando en estos escritos.
ResponderEliminarLeyendo tu artículo, al final del mismo, me ha recordado la famosa anécdota entre Luis Miguel Dominguin y Ava Gardner. Sin poner en duda el atractivo del líder del PSOE, estarás conmigo que no hay color con la Gardner.
ResponderEliminarNo puedo darte la enhorabuena por el nuevo seguidor, aún con la salvedad que apuntas de que puede ser efímero, que lo será, porque no me gustaría enterarme que siguiendo sus prácticas, te encuentres alguna vez en un plató departiendo con Belén Esteban.
Saludos y cuida tus amistades.
ResponderEliminarAlfonso, cada cual capta según sus entendederas. Point final.
Cada cual capta sus entenderás si dices algo… pero si no dices ná.
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