Pocas jornadas tan bochornosas para la Historia de España como la del 9-N del 2014 en Cataluña. Que semejante
asalto a la Constitución, que
semejante amenaza a la convivencia pacífica entre todos haya sido ejecutada con
norcoreano desparpajo ante la completa inacción del Gobierno y de las Cortes Generales, que se haya sentado tan
aborrecible precedente, debería a todos –a unos más que a otros, cierto-
llenarnos de pesar.
A más a más, sí: ni Kim-il-Jong se
atreve a tanto en su perfecta dictadura. ¡La Vicepresidenta de la Generalidad
informando pública y oficialmente durante el mismo día de la Mascarada! ¡El
portavoz gubernamental Homs presidiendo
a lo Pancho Villa la mesa electoral! ¡El separatista Junqueras, -Kim-il-Junq- el mismo que abiertamente habla de “saltarse
la legalidad española” presidiendo y recontando los votos! En fin,
menores votando, esteladas al lado de las urnas, carteles dentro de los
colegios… sin la más mínima garantía de neutralidad toda la desvergüenza propia
de los peores pucherazos totalitarios.
Y el absurdo ya en su colmo cuando
aceptamos y entramos al trapo de los números que sobre la Cosa Norcoreana a los
Separatistas les da la gana soltar, en vez de denunciar de cuajo y de raíz, y
de movilizarse, contra la cínica
impostura separatista. ¿Y los tantísimos Santones Progresistas de nuestro país,
de piel tan fina ellos, tan desgarradores ellos ante cualquier atropello a la
Democracia y a la Justicia, blablablá? Silbandooo, silbandooo. Pretenden luego
que les tomemos en serio. ¡Es que el Saqueador Pujol, señor Almodóvar,
acudió con el gañote bien enhiesto casi en loor de multitudes a depositar su
granito de indignidad en el asalto!
Y a pesar de tanta coacción –puerta a puerta, teléfono a teléfono, comercio
a comercio, con la Tv3 por tierra, mar y aire- en monopolio desde hace tantas
décadas… los pírricos registros que cosechan los levantamuros separatistas. Si
algo ha demostrado irrefutablemente la
Mascarada del 9-N es que los
separatistas son unos anti-demócratas de tomo y lomo. Y que el Gobierno y las
Cortes Generales españolas les han dejado hacer, les han permitido desarrollar
su amenazador show, ese vomitivo simulacro de jornada electoral, que consiste
sobre todo en el asalto nacionalista a
la Constitución, ese papelito.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Señor del Pozo se que quiere hacer algo de parodia sobre esto pero… ¿No entiendo el parecido entre el jefe coreano y Mas?
ResponderEliminarSaludos Alfonso Cabrera.
Que editen la constitución en papel higiénico. Es para lo que sirve.
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