Asaltan el cielo… e
invariablemente construyen infiernos, sí. Resulta que, cuando conocen esos
Oasis de veras, hombres y mujeres a mansalva arriesgan la vida por como sea
dejar atrás esos prometidos paraísos. ¡Ni escapar les dejan! La prohibición de salir
de las URSS fue desde el origen un dogma de la política soviética (Francois
Furet). Cientos de personas fueron acribilladas por tratar de salvar el
siniestro Muro de Berlín, ese
emblema de la Alemania “democrática y comunista”, sí, de
cuya demolición por la "gente" sobre el pudridero de la Historia cúmplense ahora 25 años.
Casi puedo ver el morro torcido de muchos de nuestros hodiernos
progresistas mascullándome, vale, pero
otro Muro peor tiene que caer hoy, el del Capital. Confunden, adrede o por
ignorancia, la dimensión y cualidad de las cosas, la esencial distancia moral
que media entre un régimen totalitario, adoctrinador y opresor desde la cuna
hasta la tumba, y la sociedad abierta, basada en la libertad de poder darse una
existencia mejor, por graves que puedan ser las fallas que ésta padezca,
siempre susceptibles de reforma. ¡Los llamados Estados Ultraliberales poseen no menos del 45% de su actividad económica en
manos de lo público!, cuántas veces habrá que repetirlo.
En realidad el Muro de Berlín no ha caído. Puede que lo haya hecho físicamente,
de ninguna manera en el mundo de las ideas. A los comunistas -y compañeros de viraje- siempre les absuelven e inmunizan sus teóricas buenas
intenciones. En ese perpetuo enarbolar de las más nobles causas, que oculta su
omnívora voluntad de poder, radica la clave de su secular y guadianesco
atractivo.
Paradójicamente la desaparición del Muro de Berlín real, el que no se
pueda señalar su cristalina realidad de tiranía y nomenklatura –la Casta ladrona
connatural al comunismo- ha “reconstruido” de naif idealismo la eternas
cantinelas comunistas: un mundo en el que florezca una verdadera comunidad
humana en la que reine la felicidad colectiva y en la que el hombre se reconcilie
con el hombre y sea hermano para el hombre y blablablá, blablablá, blablablá.
Así es que, lector, más que la Puerta de
Alcalá, el Muro de Berlín ahí está, viendo pasar el tiempo… hasta que llegue su
momento.
Muchacho, vete de puente que tanto pensar, no puede ser bueno..
ResponderEliminarEl Muro de Berlín si que cayó pero el socialismo y comunismo español, así como otros, sea griego, venezolano, coreano del norte, etc, no se han enterado.
ResponderEliminarSon más papistas que el papa. Los padres del socialismo lo echaron por la ventana pero ellos, los citados anteriormente, siguen erre que erre. El problema es que sigue habiendo incautos que pican y les votan.
Señor del Pozo ¿Puede usted decirme cuales son las políticas comunistas? Ya sabe que usted entiende algo de eso.
ResponderEliminarSaludos Alfonso Cabrera
Los hay que siempre están de puente y nunca piensan.
ResponderEliminarClaro que cayó el muro de Berlín, que no era otra cosa que un campo de concentración gigante. La vergüenza es como las democracias que tenemos sean tan malas para que los que están aquel lado quieran pedir lo mismo, porque le falta lo básico para poder vivir.
ResponderEliminarMire este enlace que le mando y que quiero que lea: http://actualidad.rt.com/economia/view/140557-hungria-busqueda-sueno-comunista
ResponderEliminarSe puede ser"totalitario,adoctrinador y opresor" de muchas maneras sibilinamente y que parezca que eres libre.
Estoy de acuerdo contigo en que el sistema liberal es el mejor "cuando corrija algunas fallas"; cuando lo haga, y que en las crisis que el propio sistema provoca no se dupliquen los muchimillonarios, sin esfuerzo alguno y se dupliquen asímismo los muchiempobrecidos, me tendrás a tu lado con ese sistema; ya sabes que estoy en el medio.
Es decir, don César, lo que me temía, esa neutral equidistancia: los dos sistemas son iguales de totalitarios, adoctrinadores y opresores. Este incluso peor, pues es además sibilino. Estás entonces, claro, bastante en desacuerdo conmigo, pues crees nada menos que es el propio Sistema el que provoca la crisis y los empobrecidos. No, no creo que esté en el medio. El sistema de las sociedades abiertas es el menos malo de los conocidos, en modo alguno es igual que el comunista o el nazi.
ResponderEliminarAspirante: llevas toda la razón, creo. Saludos.
Aprovecho ya para agradecer a todos su amable colaboración en este mísero blog, y espero que entiendan me detenga, dentro de mi no mucho tiempo, algo más con aquellos amigos que más impulsan con hechos mi escritura.
Saludos para todos