sábado, 14 de febrero de 2015

Perdido entre tus trenzas


Eran tus labios
dólmenes de amapolas soliviantadas,
eran las riberas incendiadas
del Paraíso,
era aquel Tiempo sin tiempo
en el que tus besos
no llevaban fecha de caducidad,
eran los besos que yo me bebía
a cada atardecida
un poco perdido entre tus trenzas
con avidez de colegial
puntual y preferente.
Era ese Tiempo que sólo lo puede inventar
una fotografía ya
demasiado amarillenta .



   Encontrarás en mi libro, LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS,  humor y amor, alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros, presente y pasado, trozos de vida al acecho, un cuarentón abandonado, discotecas dudosas, fatales mujeres, rollizas peluqueras, un sofá misterioso y abrazador, un cartel de Comisiones, un buzón en el que ya no figura tu nombre, la dentadura perfecta de Burt Lancaster, el fiasco de una noche de verano, una chinita que hace como que toca el violonchelo en el metro, una niña que juega en el patio a la rayuela mientras otro niño la observa tras las cortinas y un tercero  enchufa triples como un descosido, lo que entre ellos tres sucede, una tía y su sobrino en la sagrada edad de la iniciación erótica de éste, Nocheviejas agridulces, risas y humo, ginebra y música, un amigo fiel, una mujer solitaria, otra mujer bella y propagandista, los malentendidos en que consiste a veces la existencia, alguien del pasado que reaparece para bien y para mal, un héroe local, el lío de un sms enviado por error, unas navidades tristes, una Venecia imaginaria, un vikingo fenomenal, la fuerza del sol, la memoria de la emigración, un juego de dardos al límite, un padre y un hijo paseantes y ofuscados, un ascensor y una comunidad de vecinos estrafalarios, una patata frita elevada hacia el Cielo como una hostia, un cumpleaños insólito cantando a lo Sabina entre polacos, todo eso, como un baúl de la Piquer muy revuelto, como un arca de Noé para  el diluvio sentimental del protagonista, de este Armando que  está, en efecto desármandose y rearmándose al paso duro de los días, tras la estela todo de su particular sensibilidad.
PÍDEMELO, si te interesa conocerlo.
       

1 comentario:

  1. Lost between your Braids

    Your lips were
    dolmens of incited red poppies,
    the shore of Paradise on fire.
    It was that time without time
    when you kisses
    didn't expire.
    They were the kisses I drank
    every sunset
    just lost between your braids
    with the prompt preferential greed
    of a schoolboy.
    It was that time that can only
    be invented in a too yellowish photograph.

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