La desenvuelta declaración
judicial de Correa, con ese porte
suyo de mosquetero chuleta venido a más ahora dignamente envejecido –la cárcel,
obsérvalo, no hace hoy mella en los delincuentes-, ha dibujado a punta de
florete, de modo y manera inesquivable, la silueta corruta del PP. Él y Bárcenas, Bárcenas y él, et alii, y los contratos públicos, y los
empresarios, y las mordidas… ¡en plena Génova! No importa demasiado la forma en
que haya mezclado Correa en sus
fintas, para favorecerse, medias verdades y mentiras piadosas. Demasiados
datos, demasiadas evidencias, demasiados detalles concretos para pretender
luego que de todo este tinglao los
Jefazos del Partido nada sabían: le voilá, obscenos a fuer de desnudos, los convolutos
corrutos con que las correas bárcenas engrasaban la
maquinaria popular.
Es decir, que después de que el PSOE quedara sentenciado como el Partido Corruto por antonomasia, por mor
de sus filesas, malesas, time-export y lo
que te rondaré por sierra morena, y
del mucho pecho honradísimo que los Líderes Populares, flamígeros debeladores,
sacaron entonces ante la ciudadanía, resultó que decidieron estos en sus mafiadas … ¡imitarles! ¡El mismo 3% del
putrefacto Oasis separatista también! ¡Ah, correa de redomados fariseos
sacamantecas! ¡Ojalá, a expensas de una muy buena explicación, caiga sobre
vosotros el oprobio eterno por haber traicionado los virtuosos ideales que
decís servir!
La herida a sangre corruta que
Correa, con su francachela judicial
ha abierto en canal, mancha, por supuesto, por acción u omisión, las manos de
la totalidad de los Jefazos Populares
que entonces eran, por lo mismo obligados, en puridad democrática, a abandonar
la escena política. Y la pregunta
esencial, la del millón, conteniendo a duras penas la hiel sobre el
sarcasmo, diríamos, mucho más allá de las reformas legislativas contra la
corrupción emprendidas, para unos y
otros sería:
“¿Están en condiciones de asegurar que HOY se ha acabado con el
delictivo amaño de millonarios concursos públicos en virtud del que, previo
paso por caja, quedan al amigo de turno concedidos?”.
El resto es cinismo.
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