Y Pedro cogió su avión

   

   Al mes de tomar posesión del Trono, hale hop, en primorosa prestidigitación -oh, oh, oh, sus manos- Pedro S cogió su Avión, el Presidencial, el que por Cargo le corresponde, y al Concierto de la playa que se fue. Qué importa el que su Mando sea precario no, lo siguiente, auspiciado sobre populistas y separatistas, que acaso por ello, por su transitoriedad, debería esperarse de él ejemplo de mesura, sentido social y austeridad ante la ciudadanía. Le podríamos preguntar, claro, en el estilo que los suyos suelen hacerlo: ¿cuántos miles de niños pobres, de esos que dice Usted tanto amar, podrían hoy comer caliente con el despilfarro de su caprichito, Señor? ¿cuántos miles de desheredados de la Tierra, que huyen de la guerra y de la miseria, podrían también hoy respirar tranquilos, Sire?

   Hay que ver en el gesto, creo, un desplante torero de afirmación y despliegue de Status: aquí estoy yo, el One. ¿Se lo habrá recomendado Iván Redondo, el arriola 2.0 con Pedro S venido a más? Tras el footing, tras las gafas kennedianas, tras las manos, el Avión. Debió haber hecho, puestos ya, como que el mismo Pedro S lo pilotaba un poco. A los viejunos del lugar, nos recordó de inmediato a Alfonso G cuando lo del Mystére para irse a los toros. A los Jefes Podemitas, y a su tropa en las redes, el lujazo de nuevo Rico de Pedro S no parece, conchabados ahora con él, haberles indignado mucho, vaya por Marx. A lo mejor, no sé, Pedro S vuelve a tirar de Avión para entrevistarse con P Ig en el Chaletazo para alumbrar un mundo nuevo, yes. Son esos gestos de pura fraternidad con los parias de la Tierra, con la famélica legión, los que de ellos nos enamoran, sí.

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