Le extraña sobremanera a Verdú, exquisito intelectual él, que no estén los griegos quemándolo TODO. Por su parte, mucho más tosca, Carmen Tovar, delegada de la JA, mitineaba contra la Derecha española el otro día a menores de edad sevillanos en el mismo Instituto espoleándoles “a ser rebeldes, a ser peleones, a ponerse delante”. Son ambas variaciones progres de una misma música, esa melodía filoextremista en la que anda encantada buena parte de la Izquierda, la que les lleva a ovacionar en las Cortes a los jóvenes airados que prometen una lucha a sangre y fuego… contra el PP, claro. La diferencia radica solo en el flujo y el lujo del “regalito” a procurarse: así, Verdú, como corresponde a la IzquierDacha, se lleva los 60.000, mientras Tovar, emblema bruto de la Izquierdorra, salvaguarda su muelle posición. Siempre hay clases, claro.
Montó el taco Tovar (“¿y si pasa lo que no queremos que pase y lo que no va a pasar?”, maravillábase y se retorcía la delegada de la JA) ante los alumnos, con una soflama tan burda en su maniqueo taconeado –que en folklórico alarde de saber incluyó una trivialísima alusión a la Revolución Francesa, ese fetiche- sólo comparable a las nanas prorrevolucionarias entre las que se ufanan, y no por casualidad, de haber crecido Carmen Chacón y Bibiana Aído. Ese es el magma ultraizquierdista que maman y que buscan a toda costa inocular en los menores los mentores izquierdistas. De ahí la machacona insistencia en la escuela pública –recuérdese el célebre spot de la asistenta, por más que luego Blanco, el Señorote de la UGT y demás camaradas mártires envíen a sus pimpollos a la privada- como el caldo más propicio para esa ingeniería de las almas, para esa fábrica de los eternos votantes que sin cortarse un pelo ansían y reclaman.
Si los jóvenes fueran de verdad rebeldes, y no carnaza para la más descarada manipulación demagógica y partidista, si fueran peleones y se pusieran enfrente del grosero adoctrinamiento en el que quieren sumergirles -hazaña ésta sólo comprensible en voluntades totalitarias-, si se revolvieran contra estos “padres ideólogicos” y cuestionaran al menos los caramelitos envenenados de prejuicios que estos les ponen delante, si fueran al menos de verdad críticos y asumieran su natural ignorancia, es posible entonces que no pudieran Verdú y Tovar, Tovar y Verdú, seguir tan campantes tomándose el vermú del establishment a la misma vez que incitan a los jóvenes y jóvenas a incendiarlo TODO.
Es impresentable que en las aulas se quiera adoctrinar por parte de izquierdas o derechas cuando lo que hay o habría que hacer es FORMAR para que lleguen a ser personas con capacidad de discernimiento. Claro que al político de turno eso no le puede interesar porque si la gente pensara igual quedara sin trabajo... perdón, sin sinecura. Pero mucho clamar a grandes voces contra los acogotes a lo público y, sin embargo, los usuarios de lo privado son estos señores de izquierdas o nacionalistas. ¿Por qué será?
ResponderEliminarSalu2
En el último párrafo de este magnífico post de hoy resumes a la perfección el "estado de la cuestión" del momento actual.
ResponderEliminarEsta mañana escuchaba yo en las ondas a un tal Eduardo Montes (aquí en Apaña vamos siempre de montes a montes y tiro porque me toca), presidente de la patroná eléctrica Unesa, haciendo todo tipo de pirotecnias dialécticas el tío, en una especie de "actitud azul" pa' justificar lo del "déficit tarifario", incluso habida cuenta de los pingües beneficios de las compañías atracadoras. Pues bien: estaba el Casimiro, ese plumilla de El Mundo siempre tan preocupado por que le suban el sueldo a los políticos -¡caray, pobrecitos!- y otros plumillas del estilillo Verdú, como el inefable Raúl del Pozo (¿no será familiar tuyo, no?). Pos nada: mutis por el "forro". El tal montes hizo unas piruetas infumables no solo para esquivar la cuestión del borde déficit de esos bordes; incluso se atrevió a espetar que "los sueldos de nuestros directivos están pactados por ellos mismos y yo no tengo nada que objetar". En fin... Vivimos en un país de bobos consentidos y de vividores sinvergüenzas hasta el paroxismo.
Corolario. No te preocupes, mi querido amigo: los jóvenes y las jóvenas están demasiado atareados en el feisbú, a ver si se jalan un pimiento -que habría que ver cuándo hay más represión sexuá, si hoy o ayer-, como para preocuparse de esas chiches de por qué cuatro golfos e hijos de puta se lo montan como se lo montan en sus montes, a costa de tanta bobaliconería e inanición mental.
Un abrazo.
Off topic: ¡prueba superada! Acabo de demostrarme que no soy un robot. Gracias, Bill. Progrejuli también está muy contenta contigo por tu infinita generosidad hacia los más necesitados.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo impresentable que es intentar adoctrinar a los jóvenes.
ResponderEliminarEndevé que no se pué renunsiá a heducar en la siudadanía asín como asín, elije Griñan...
ResponderEliminarEspero que aparte de a la Junta Electoral, los padres de esos alumnos hayan cursado la correspondiente denuncia ante el atropello.
Los de adoctrinar en las aulas les ha dado muy buen resultado a los intereses de los nacionalistas. El resto de las comunidades han tomado nota y ya están poniéndolo en marcha sin ningún estupor. Buen fin de semana. Saludos
ResponderEliminarAquí, en España digo, lo que hace falta es quitarle las perras a los ricos y a la iglesia, ale ! otra tercera desamortización porque sí. Y lo repartimos entre los trabajadores, entre los trabajadores y gobernantes de la ojeté y las comisiones de parados.
ResponderEliminarSi es que para arreglar ex/paña to´ es ponerse.
No nos engañemos Jose Antonio: Es un mal de la edad. ¿Quien no es comunista a los 15 y socialista a los 25? Es condición indispensable, como lo es tener las hormonas alteradas. Y siempre habrá quien se aproveche de ello.
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