Vale, sólo pudo llegar la duodécima. ¿Y qué? Ya el meterse en una final
olímpica, para todo aquel que sepa calibrar la valía de las cosas, es todo un
triunfo. Es posible que ella, campeona mundial, mejor que nadie supiese lo que
podía o no exigirse en estas Olimpiadas.
Puede que sobre todo haya querido ella dejar el testimonio y la rúbrica de su
honestidad deportiva en el preámbulo de la despedida a su gran carrera, un
íntimo grito por su inocencia: he vuelto a alcanzar una final, me despido en la
pista, peleando entre las mejores del mundo, no en el entredicho de unos
tribunales.
Se le hizo pasar un calvario. Estaba además entonces embarazada. Sólo
poco más de un año hace de su vía crucis. Por fuerza tiene que desestabilizar
eso al máximo a un atleta. Fue la suya una detención televisada, pues de forma
increíble –o demasiado creíble para los usos habituales del Poder- se había avisado con antelación
a las cámaras. No sólo eso, las televisiones públicas envolvieron, entre las de
la detención, imágenes de otros registros y requisas de sustancias prohibidas
como si fueran de la casa de Marta.
Necesitaba en esos días el señor Rubalcaba
como fuera cambiar la agenda de la Opinión
Pública, copada por los datos mareantes del desempleo. Se ocupó
personalmente él de anunciar la buena nueva (ver sólo el primer minuto del video): “Todo el mundo sabe que el
atletismo es un deporte que practiqué hace mucho tiempo, que amo y que sigo
especialmente… y desde el punto de vista personal es una pésima noticia que me ha afectado profundamente… y que
sería terrible que el trabajo de miles de atletas se manchara porque unos pocos, aunque sean importantes,
hagan trampas…”.
Marta Domínguez militaba ya
en el partido de la oposición y con esta, hipócrita hasta la náusea, ceremonia
apuntaba el Vicepresidente todos los
cañones del Poder contra una atleta. En los días posteriores las explicaciones
de la propia interesada no resultaron a mi juicio del todo convincentes, aunque
al final de la investigación la Justicia
dejó tan tremendas acusaciones gubernamentales en nada, y es claro en
democracia que es quien acusa el que debe demostrar los cargos. ¿Pidió públicas
disculpas Rubalcaba, tan tan “afectado” el día de autos, tan amante
del atletismo él, a Marta Domínguez
por su absolución?
Tampoco demandó ella públicas responsabilidades por el quebranto
sufrido, por el durísimo golpe a su trayectoria e imagen infligidos, asunto
este que en EE UU le hubiese valido
obtener una millonaria indemnización y el seguro procesamiento de algún
responsable público. Es cierto también que Marta
Domínguez no es una “política” y que prefirió el silencio a entrar en un
juego cuyas claves ni domina ni le
interesan, que le hubiera alejado de lo que constituye su vida, el deporte, en
la más clara antítesis de Rubalcaba,
perito superviviente a todas las corruptelas socialistas habidas desde el
Pleistoceno, tan devoto del juego limpio él.
Por eso, para mí, la férrea voluntad de Marta Domínguez de sobreponerse al mazazo, de seguir entrenando y
sacrificándose, de querer y poder ir a las Olimpiadas,
de ganarse allí con uñas y dientes la clasificación para la final, es la más
que elocuente respuesta pública de una simple atleta al Vicepresidente que quiso en público, porque venía bien a su egoísta
interés partidario, triturarla: A pesar de que fui ya campeona mundial, a
pesar de que soy ya mayor, a pesar de que no lo necesito, corro, entreno, me
sacrifico, me meto en la final de las Olimpiadas. Soy limpia. ¿En qué pésimo
negocio anda Usted, Señor Vicepresidente?
JOSE ANTONIO AMIGO MIO
ResponderEliminarEste pobre hombre , anda metidos en negocios tan honorables y olimpicamente reconocidos como
cien metros escucha , asalto de sedes en modalidad 11-M , corrupción policial y tiro al faisán en foso batasuno
espero haberte sido de ayuda para que no ataques mas al pobre vejestorio y le dejes tener un jubilación feliz en prado soleado
No os preocupéis que por desgracia para todos nosotros los hechos harán cambiar la opinión pública.
ResponderEliminarOjalá cumplieran el programa anunciado y estuviéramos en el camino, pero el camino que nos muestran ya sabemos adonde nos lleva.
Pobreza y miseria.
Todo lo demás son cuentos chinos. Me importa un bledo.
Realmente fué un montaje de cojones.
ResponderEliminarEl " delito " de Marta Domínguez es ser pepera.
ResponderEliminarDel faisán Rubalcaba, qué decir: portavoz del gobierno del GAL, responsable del caso Faisán, pillado espiando y corrompiendo en el caso Interligare.
Este tío está metido en todas las cloacas del poder cuando la secta P$O€ manda, tiene más antecedentes que El Lute.
Un saludo.
Bravo por el esfuerzo de Marta!!! Un besito (del otro tipejo me olvido...)
ResponderEliminarJA,
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
¡ Cómo será/estará España que tiene como jefe del principal partido de la oposición a Rubalcaba !
Qué morro tiene este tio, y además va dando lecciones de moral.
Saludos
Parece mentira que a estas alturas todavía no sepamos quien es Rubalcaba. Lo de Marta Dominguez con ser grave no es nada comparado con otros casos pendientes. ¡Qué no sabrá Rubalcaba del atentado del 11-M en el Metro de Madrid…..!
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