No sé, pero yo me esperaba que, con ocasión del mundial escaparate que
los Juegos Olímpicos brindan, las
multitudes de antisistemas e Indignados del
Planeta, que, de creer a sus mentores, deben ser amplia mayoría en todas
partes, siguiendo las enseñanzas de sus hispanos correligionarios en la Puerta del Sol, pusieran patas arribas,
qué se yo, Picaddilly Circus,
cualquier plaza londinense cercana a la atlética pista, con sus muy idealistas
propuestas y sus eslóganes tan floreados como bonitos.
Aprovechar así esa fabulosa
plataforma hacia la que todo el Mundo ahora
mira para expresar sus genuinas rebeldías. Otro mundo es posible, los ricos y
los pobres, cada vez menos y cada vez más, va, la Utopía, la Utopía, las
asambleas, el quenó-quenó-quenonosrepresentan-quenó- a toda pastilla, unos
toques del Imagine de Lennon, Ana Pastor y Garzón en
gayumbos liderando la española delegación, estelares discursos de Stéphane Hessel, cositas así. Qué mejor
ocasión que estas superprofesionalizadas y supermercantilizadas Olimpiadas, nada menos que en la City, para
denunciar la inexorable muerte a que el triunfo del Capitalismo lleva, y tal.
Aborrecemos este mundo, regido por el Cronómetro
y por los Números, sí. Aquí estamos, somos el
Pueblo.
Si al decir de los Indignados jamás
vióse mundo tan horrible e inhumano como este, por qué no aprovechar tan
formidable como estratégica oportunidad objetiva y producir para la Aldea Global uno de esos
extraordinarios happenings de propaganda que tantas y tan hondas emociones en
los más nobles corazones –y en los otros- suscitan.
Pues, qué son ante todo unas Olimpiadas
más que la pura y encarnizada –iba a decir darwinista- competitividad en liza
de unos atletas contra otros, sin para nada tener en cuenta circunstancias
personales, sociales y culturales. Unos
triunfan y obtienen Gloria y Oro,
otros pierden y reciben fracaso y
simbólico carbón minero. ¿Y por qué
tiene que ser así? Las más principales esencias del Capitalismo –y de las sociedades abiertas- en las Olimpiadas se encumbran: cálculo,
riesgo, iniciativa y esfuerzo la mayoría de las veces individuales,
productividad, competencia, especialización, eficiencia, flexibilidad,
inversión, recompensa casi siempre individual.
¿Existirían en el mundo mejor de los Indignados
unas Olimpiadas? Masivas Ceremonias
Oficiales de Fraternidad y Solidaridad para con el género humano presididas por
una Nomenklatura, desde luego, pero
¿la abierta competencia de unos Juegos Olímpicos cabría en ese panorama?, ¿cómo
serían?, sin medallas individuales, sin ganadores, claro, ¿llegando todos
juntitos a la foto finish para que el
Líder a todos entregase un guisante?
Cómo entonces, siendo las Olimpiadas
casi la quintaesencia de lo que los Indignados sostienen abominar, no se han
dignado comparecer ante la Aldea Global
y llamarla a la global Revolución.
¿Acaso porque, al lado de las virtudes liberales antes indicadas, también un
parecido envoltorio de mística fraternidad sazona las Olimpiadas, que las hace invulnerables a los airados dicterios
Indignados? No azuzar entonces a los cachorros, habrán quizás calibrado los
Jefes.
Post/post: gracias a hawai05, a Mónica, a MAMUMA, por bloggear ayer conmigo. GRACIAS.
jose acabo de leer tu comentario en libertad digital relativo al caradura que juega alhockey y noquiere pertenecer a E SPAÑA LO MEJOR que lo larguen un saludo
ResponderEliminarJosé Antonio, no se me había ocurrido.
ResponderEliminarlE HICE UN PIO-PIO.. JEJEJEJE. ME ENCANTÓ LA IRONÍA DE TU COMENTARIO. ERES COMO SIEMPRE, GENIAL
ResponderEliminarGenial tu reflexión. Saludos
ResponderEliminarA los cachorros los han neutralizado metiéndolos de "voluntarios" para la ocasión, amigo José Antonio; tocando el tambor y esas cosas. Y es que, coherentes con sus troskystas postulados sí que no son los indignattis esos a los que tanto adora la franllorentina zapaterita Ana Pastor, pero oenegetas, sí que lo son, pero por un tubo. Lo que yo te diga.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo que pasa es que se aplican el espíritu olímpico, y consideran que lo importante es participar (de las vacaciones de agosto), y no ganar (sus ¿ideas?).
ResponderEliminarUn saludo.
No me gustan los deportes. Se basan todos ellos en la competitividad, que muchas veces trae como consecuencia la violencia y la agresión. Ya podían inventar otra manera de divertirse.
ResponderEliminarUn abrazo
a caso esperabas otra cosa ?
ResponderEliminarNo amigo , no somos una sociedad que se mueve por modas si mañana dice el guru de turno a las barricadas ...todos por moda nos vamos a las barricadas si pensar en que es lo que pedimos simplemente lo hacemos por moda , por no se menos o por que el de al lado no nos ponga la etiqueta de RANCIO
un abrazo ...magnifico tu articulo periodistico ...que yo tambien sigo lo que me enseña algo sea del lado que sea el caso es aprender de los maestros ...envidia me das .Pero te juro que el dia que encuentre donde me dejen temblara el puto mundo