jueves, 31 de enero de 2013

Aquellos versos de Bonnie


  
  Leyendo sobre Bonnie Parker, la  legendaria atracadora de marras que con tanta prestancia llevó al celuloide Faye Dunaway, averigüé que, inscritos sobre su lápida pueden leerse estos –para mí hermosos- versos,  al parecer suyos, fruto por tanto de su sensibilidad:
       
      Así como las flores son endulzadas
      por el sol y el rocío,
     este viejo mundo es más brillante
     por las vidas de gentes como tú.

   A ver, no es que tampoco sean estos versos la culminación de la Lírica en el fin de los Tiempos, entiéndeme, pero no dejan de poseer su encanto y su misterio delicado, acrecentados quizás por venir de quien vienen.
   
   No resulta difícil imaginar el atolladero de las penosas circunstancias, la escasez de oportunidades y el cúmulo de contrariedades que la vida –a principios del XX- pudo encasquetarle a aquella joven –muerta a los 24-, la azacaneada y delictuosa peripecia sin respiro que tras sí arrastró. ¡Pues aún así encontró su espíritu ocasión  para ensancharse, para abrir cauce en ella a la experiencia estética –la belleza de lo que nos rodea, la valía de alguna persona, la depuración que en las personas obra el amor- , como sus versos –escribió muchos más- atestiguan. ¡Eso los hace también emocionantes!
      Esos versos son asimismo prueba de la regresión cultural que vivimos, del desprestigio de la Palabra de que vengo hablándote, lector mío. ¿Cómo puede ser que en medio de la estrechez de aquellas vidas tan miserables, tan negativamente condicionadas brotaran y se estimaran las raras flores de la poesía? ¿Cómo puede ser que mientras entonces, incluso entre los delincuentes más arriscados pujaba el conato por exaltar lo bello, hablen hoy como perfectos botarates romos los políticos, los escritores, las celebrities, los líderes de opinión, los periodistas, y por reflejo, las más cenutrias muchedumbres?
   
   Ahí quedan esos versos, ahí los deja este fracasati bloguero como formidable –creo- Acta de Acusación: desde una época en la que incluso los malhechores veneraban la poesía y hablaban como poetas, al hodierno Reinado de la Mugre, en el que el Establishment entero parlotea y parlotea con incesantes exabruptos de gañanes mostrencos.    





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

miércoles, 30 de enero de 2013

Breve sociología de la Casta Lista



    
     Más allá del sueño truncado de una noche de verano, el fenómeno Amy&Mulas describe sólo la perenne renovación de esa privilegiada “nueva clase”, descrita ya por Milton Friedman, que detenta la hegemonía ideológica en todas las sociedades fuertemente intervenidas por el Estado. Vendrían a ser los Amy&Mulas la modernísima actualización de la ya un poco achacosa Ceja Nostra. Como a los concursantes del Heraldo de estos tiempos, el Gran Hermano, –no es para nada baladí que la Papisa suma que oficia el mismo sea Mercedes Milá, el aroma progre y archiforrado que con ella va- qué cabe en primera instancia decirle a los Amy&Mulas excepto que están… ¡guapísimos!
   
   Pero representan en el fondo los Amy&Mulas, esa especie de aves picasubvenciones, la “nueva clase” de siempre, la que surge y prospera con el desarrollo de la estatalización: esas minorías burocráticas (formadas por intelectuales, artistas, enseñantes, investigadores, funcionarios, jueces, trabajadores sociales) que, so capa de defender lo público, se aseguran maravillosamente sus intereses particulares.
     Su misión central es la administración de las palabras, los símbolos y las ideas –de ahí la inagotable producción de libros, informes, películas, canciones, programas, de ahí su machacona denuncia del Ultraliberalismo, cuando la participación del Estado no baja en las sociedades occidentales del 40%-,  es decir el control hegemónico de lo imaginario que, proyectado en continuum sobre los ciudadanos, garantizará su cosmovisión, su privilegio por tanto. 
     
   Los integrantes de esta “nueva clase” figuran por lo general entre los miembros con más estables y notables ingresos de la comunidad. Y para muchos de ellos la eterna prédica de la igualdad y el fomento y la administración de la legislación resultante suponen un medio eficacísimo para conseguir y asegurarse tan seguros ingresos. Si los estrictos datos de sus estilos de vida bastarían para desmentir de cuajo sus perennes baladas igualitaristas y filantrópicas, resultan estas por contra el instrumento indispensable para mantener su privilegio, a la vez que para mágicamente enmascarar el mismo, pues suelen derramarles encima el elixir precioso de la veneración popular.
    
   Claro, estos Amy&Mulas viven dopados bajo una espléndida autoconciencia, la que les otorga su formal ideología progresista y redentorista. No importan en realidad los estrictos datos de la realidad: hagan lo que hagan, los Amy&Mulas, esos epítomes del más elitista socialismo guapo, son percibidos naturalmente como buenas personas, que llevan asegurado en su postrer perfil biográfico, el sello de su compromiso y su decidida apuesta por un mundo más humano, justo y libre.
    Y usted, miserabile bloguero faccioso, que vive de su trabajo y se las da de liberal, que no “coloca” un libro ni a su vecina del cuarto B, es sólo el portavoz de los poderosos, del egoísmo, de la codicia y de la avaricia más inhumanas.  Que lo sepa.




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

martes, 29 de enero de 2013

Amy Martin&Carlos Mulas, Bonnie&Clyde





     Entiéndaseme bien, plis: no se propone aquí ningún paralelismo factual, en todo caso simbólico, entre la legendaria pareja de atracadores que oficiara durante la Gran Depresión norteamericana, que terminaron su delictiva odisea emboscados y acribillados por la Policía, y esta otra linda parejita de pillasubvenciones, en esta otra Gran Depresión que ahora nos ocupa, por el momento cesados por el todopoderoso Sheriff de la Fundación Ideas, Jesús Caldera.  El número tres del PSOE, Oscar López, se ha apresurado a tildar de “golfo” a Mulas, en sentido figurado rematándole, desde luego. “Hemos descubierto que teníamos un golfo. Y del PSOE los golfos salen inmediatamente”, ha sentenciado sobre su simbólico cadáver.
     El aura romántica y mediática que envolvió a Bonnie and Clyde, una suerte de precocísimos Robin Hoods enamorados, anhelantes por escapar a la miseria y adquirir fama, su dramática peripecia y su trágica muerte –a la sola edad de 24 años- despertaron la simpatía de amplias capas populares en los EE UU. Clyde, quizás como Mulas, a pesar de contar con un buen cerebro planificador y luego ser un más que notable ejecutor de los golpes, era algo más gris, pero el carisma de Bonnie resultaba para la prensa sensacionalista y para las masas del todo arrollador. Aunque menuda, era una joven atractiva, inteligente, agradable pese a su fuerte carácter. Era también poeta y en sus inicios incluso escribió discursos políticos. Intuía a la perfección Bonnie el manejo de la prensa y sus poemas vieron luz en todos los periódicos norteamericanos.
   
     Bueno, en lo tocante a creatividad –ya lo vemos- nuestra pareja del Hoy no les andan a la zaga, y en cuanto a talentos, a pesar de su juventud –idénticos 38 años cada uno-, los tienen todos. Carlos Mulas es doctor en Economía por Cambridge y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad de Columbia. Un yogurín para la Nomenklatura después: Fue uno de los principales responsables del programa económico de Zapatero en 2004, miembro del comité de redacción del Programa electoral del PSOE en 2008 y 2011, subdirector de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, en fin, director de la Fundación Ideas, qué idea.
     Lo más descacharrante de su biografía –ese bucle de sarcasmo que a veces envuelve la propia vida, que en una novela resultaría intragable- quizás resida en que ¡en 2011! publicó y dirigió un libro… ¡contra la Corrupción!... en Iberoamérica, que abundaba sobre “los modos de combatirla y la necesidad de crear mecanismos para identificar, perseguir y penalizar esas prácticas” (¡¡¡) En ese arte del esperpento no creo yo que a Mulas le superara Clyde. (Superándose a sí mismo, antes de “cantar” su mujer, llegó a declarar Mulas que –como en el bolero aquel- había visto él una sola vez en su vida a Amy Martin (¡) … que solamente una vez se entrega el alma, yes)
     
   Qué decir entonces de Amy Martin, es decir, de Irene Zoé Alameda, su linda mujercita, si agota su persona toda la fecunda multiplicidad del genio: cineasta, articulista, doctora en Literatura comparada por Columbia (donde al parecer conoció a su amor, Mulas), novelista, ensayista, traductora, música de góticos sones. (Entre tú y yo, fidelísimo lector, por un momento al leer sobre ella llegué a pensar si no me encontraba ante la Niña de Little Carmona, remember post del 14 y 15 de noviembre 2011, dada las afinidades omnitalentosas entrambos).
      Amy Martin, con anterioridad a sus bienpagados artículos en la Fondue Ideas, consiguió, ya se ha dicho, notables subvenciones zetapeicas para sus cortometrajes. Su encanto ha debido sin duda abrirle no pocas puertas en el dorado mundillo de la Nomenklatura Progre, pues protagonizó uno de ellos –“El Buen viaje”, que a los títulos el tiempo los carga de indirecta guasa- la estelar Cayetana Guillén Cuervo. También dirigió Amy Martin durante un año el Instituto Cervantes en Estocolmo, cargo de designación ministerial retribuido con 100.000 euros anuales.
     En fin, Amy Martin ha logrado publicar una novela en Seix Barral que por título lleva “Sueños Itinerantes” (2004) y tuvo Amy la suerte de que a todo luxe presentara su libro uno de los supremos Popes de la Intelligentsia progre –quizás por eso mismo ganador del prestigioso Premio Planeta de los cien millones de rigor- , nada menos que... Don Juan José Millás, ahí es ná. Y dejó caer además Millás para la ocasión un par de frases-anzuelo de esas que catapultan a cualquier nada a las misma estrellas del firmamento editorial. Dice del muá cosa así Millás y de puro gozo allí mismo fenezco. Oigamos –como se decía en el Un, dos, tres- la voz de nuestro Súper Sabio:
    
   “Caí en la lectura de este libro como se cae en el hueco de un ascensor… Es una novela importante, en la que no hay ni una sola ingenuidad literaria y, en cambio, hay cantidades industriales de talento”.
   Exacto, Millás, soberbia la imagen, como caídos por hueco de ascensor parecen ahora Mulas y Zoé, Carlos &Amy, tras la puerta que justicieramente les abriera el Supersheriff Caldera, y que el tres del PSOE remató, “golfo”, un poco como aquellos míticos Bonnie&Clyde al final de su escapada.



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

lunes, 28 de enero de 2013

Epifanía de lo Gris (Poessía treinta y nueve)



A propósito de la mañana de ayer en Madrid (27 de enero 2013), esto:


Los madriles como la lámina de un puerto…
varadas las cosas en un mar de plata gastada
salvo los guantes granates de una niña
su diminuto estallido de color.
Epifanía de lo Gris…
cómplices las aceras y los cielos
en cenicientos suéteres guarnecidos,  
solo el pañuelo de una vieja
grita su negro rotundo y vuela.

Toda esta belleza portuaria
una mañanita Platera, sí,
suave, gris, peluda casi
este invierno tímido y detenido
concentrado en su grisura,
esta investidura en plata usada,
un puerto hacia ninguna parte.

Esta corporeidad mortal y gris de la mañana
en que la melancolía perfila su infinito.

Se pega al alma tanto plomo
hasta que de un portal brota una niña
con una cinta roja en la coleta
ataviada por su mami para la visita.

El Gris, que casi convoca al sueño…
en el que asoma a hurtadillas la promesa de tus labios.

Adentrarse y envolverse entonces en lo Gris
en la guarida de su niebla…
esta mañana en los madriles
la cubertería gastada del paisaje
agazapado el verde de las hojas,
comparecer de golpe ante ti
con un ramo de amapolas rojísimas
para darte.

Extensiones inabarcables de lo gris
yardas suspendidas bajo un sol sin sangre
el cielo conchabado con el pavimento.
Emboscarme ahora entre lo Gris, sí,
y plantarte un besazo sobre los labios,
tan rojos.

domingo, 27 de enero de 2013

Carta del Mío Libro



    
(Qué otra cosa puedo hacer, dilecto lector, aparte de seguir, cual humilde Sísifo, una vez más intentándolo. ¡Ea, arriba, Piedra!)

ESPECIALISIMAS GRACIAS a cada uno de los valientes (35 al día de Hoy, que ya me han pedido mi libro, por valorar y apreciar lo que hago, por apoyarme y confiar en mí sin conocerme de nada, GRACIAS.


    Me preguntaban ayer, “bueno, vale, ¿pero tu libro de qué va?”. Me hubiera gustado contestar lo de Woody Allen a propósito de “Guerra y Paz”: “Va de Rusia”. Decirle yo: “Va de las ilusiones”. Pero esos lujos le están vedados al bloguero anónimo que va por los ríos desbordados del Twitter mendigando aquí y allá su desconocida mercancía.
      Tuve entonces que pensarlo. Mi libro cuenta la historia de un cuarentón al que su mujer le señala la puerta de salida de la casa. Descubre entonces su minusvalía emocional. De cuanto le ocurre después, cuando ha de salir al mundo, ajeno y anchísimo, para superar su zozobra, para engañar a su desconcierto. De lo duro que se le hace ese aprendizaje elemental de la supervivencia afectiva. De cómo hallará en la propia escritura, a trancas y barrancas, la brújula que le permita hallar al cabo una imagen aceptable de sí mismo, y levantar así el muro de la obturación interna que le impide ver la belleza y el propio absurdo del mundo y de la vida, que es lo único que tenemos. De eso, de esas ínfulas.
  
      Encontrarás en mi libro, lector, humor y amor, alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros, presente y pasado, trozos de vida al acecho, un cuarentón abandonado, discotecas dudosas, fatales mujeres, rollizas peluqueras, un sofá misterioso y abrazador, un cartel de Comisiones, un buzón en el que ya no figura tu nombre, la dentadura perfecta de Burt Lancaster, el fiasco de una noche de verano, una chinita que hace como que toca el violonchelo en el metro, una niña que juega en el patio a la rayuela mientras otro niño la observa tras las cortinas y un tercero  enchufa triples como un descosido, lo que entre ellos tres sucede, una tía y su sobrino en la sagrada edad de la iniciación erótica de éste, Nocheviejas agridulces, risas y humo, ginebra y música, un amigo fiel, una mujer solitaria, otra mujer bella y propagandista, los malentendidos en que consiste a veces la existencia, alguien del pasado que reaparece para bien y para mal, un héroe local, el lío de un sms enviado por error, unas navidades tristes, una Venecia imaginaria, un vikingo fenomenal, la fuerza del sol, la memoria de la emigración, un juego de dardos al límite, un padre y un hijo paseantes y ofuscados, un ascensor y una comunidad de vecinos estrafalarios, una patata frita elevada hacia el Cielo como una hostia, un cumpleaños insólito cantando a lo Sabina entre polacos, todo eso, como un baúl de la Piquer muy revuelto, como un arca de Noé para  el diluvio sentimental del protagonista, de este Armando que  está, en efecto desármandose y rearmándose al paso duro de los días, tras la estela todo de su particular sensibilidad… todo eso y más, lector, y cuantas cosas compartiremos como un secreto, entregándonos a través del libro lo que tenemos, tanto amor y desamor que tenía yo guardado para ti; todo eso en mi libro hallarás, lector. 
       
    Porque a mí parecer un libro íntimo, no tanto porque nos revele interioridades escabrosas, sino porque sobre todo consiga con desnudez hablarnos como al oído de los paisajes esenciales del alma de quien lo escribió, es también uno de los más acabados símbolos por los que alguien ofrece al Otro –a quien físicamente no tiene delante, al que de otra forma difícilmente podría hacerlo- la propia mano. Esto soy. En estas historias –no en forma de un discurso, sino con destreza encarnadas en personajes vivos a los que les ocurren cosas, a quienes sorprenden los avatares amargos o alegres de la vida- late la urdimbre sentimental que hasta aquí me trajo.  Quiero ponerlas en común contigo. Quiero revivirlas a tu lado. Puede que te reconozcas también en ellas. Aquí tienes mi mano, tómala. Estréchala. Entrelaza la tuya con la mía.   


LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

sábado, 26 de enero de 2013

Buscando a Amy Martin desesperadamente



     
   Buscaba, hirviente, Jesús Caldera a Amy Martin –señalada por la canallesca- desesperadamente por toda la Fundación Ideas en llamas. Al principio revelóse que Amy, esa Madonna del intelecto, era Mulas, el mismo director de la Fundación, esto es, que la novia era él. Pero luego la propia mujer de Mulas, Zoé Alameda, se abrió de capa: Amy Martin soy yo. Pero… añadió Zoé, el señor Mulas no lo sabía, no lo sabía. Aparecieron los artículos a tres mil euros la pieza, que ni el académico Cebrián, los videoclips en Nueva York, las facturas falsas, las identidades falsas, los secretos y las mentiras. Desfilaron bajo el Diluvio también golosas subvenciones zetapeicas a sus pelis, cargos de confianza entrambos, artículos suyos con vibrantes proclamas de solidaridad y de igualdad: el Arca de Zoé.
       
     Las interrogantes despuntan entonces más que obvias: si a Amy le pagaban a tres mil euros la pieza, de seguir la lógica sindicalista que nos indica  que no va a ganar el indio más que el Jefe, cuánto entonces ganaba Mulas, el bonito director de la Fundación. ¿Y qué emolumentos entonces de la misma recibe el señor Caldera, su Vicepresidente a la sazón? Porque del Presidente de la Fondue, que es… el Señor Rubalcaba, mejor será no hablar.
       
    Claro, de sobra se entenderá que a los que somos NADA (pero que, lo que es escribir, desde hace años escribimos un rato), que aventuramos además nuestro dinero para autoeditarnos y vamos luego penosamente mendigando a quienes nos leen el blog –con escaso éxito, la verdad- que compren nuestro libro y no perder así demasiada tela, el caso Amy Martin nos inflame especialmente los gabilondos hondos.
     
    El comunicado de la heroína al efecto es que es, por hiriente, extraordinario. Así  enhebra la cosa la fantástica Amy: “Amy fue enviando artículos que gustaron y recibió un contrato (en el que el Departamento de Comunicación de Ideas fijó las tarifas)”. Dime, lector, ¿es o no el mundo wonderful total? Mas el explícito recado a Caldera: no fue Mulas, sino el citado Departamento quién asignó el pastizal del humedal. Y la final justificación: “Hoy en día, para cualquiera con una buena formación, la generación de artículos de opinión en múltiples áreas es una tarea asequible”. Escribirlos puede, pero “colocarlos” a tres mil el alzado, la clave del asunto, todo menos fácil es. ¿En qué mundo yuppiguay viven estos jóvenes no sé si más prodigiosos que progresistas?
     
   Una vez más, eso sí, la Realidad se complace en su irónico desenvolvimiento. ¿O no lo es acaso que todo este fenicio cúmulo aflorado de Inventos y mixtificaciones de Amy Martin encontrara su acomodo precisamente en la Fundación Ideas, quale idea?


  


 LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 19-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa) 


viernes, 25 de enero de 2013

No nos pidan luego respeto, Señores del Gobierno


  
      Que no hubiéramos escrito de haberlo hecho el gobierno Zapatero, ¿verdad? De qué esencial inmoralidad no le hubiéramos acusado. Un conductor kamikaze enfila durante varios kilómetros a toda velocidad en dirección contraria a cuantos vehículos le salen al paso. Es difícil reproducir, aunque bien fácil de imaginar, el súbito Terror que una conducta tan criminal provoca entre quienes se va encontrando, ese vuelco de espanto que te electrocuta cada órgano del cuerpo de arriba abajo.
    
     Al final de su escapada bárbara ese kamikaze embiste y siega así la vida de una persona que en su auto con normalidad circulaba. ¿Qué sabemos de esa persona de tan cruel manera destrozada? ¿Quién hace valer su memoria y sus derechos? ¿Qué nos queda de él? ¿Qué hace la sociedad por su causa?  El posterior calvario en vida para sus deudos, ese tajo irrellenable,  su anhelo de que al menos se castigue al culpable. La dificultad y la tardanza del procedimiento legal, la sentencia inculpatoria, 13 años, al final conseguida, para su asesino. ¿Y todo para que cumplidos diez meses de cárcel le llegue al criminal el abracadabrante e inexplicado indulto del Gobierno?
    
     ¿Y creen que no deben siquiera una explicación a esa familia, y más allá, a todos los ciudadanos cumplidores de sus obligaciones? ¿No se les remueve nada al leer que en el bufete que asistía al kamikace rendía sus oficios el hijo del Señor Ministro, probable carambola, desde luego, pero que en todo caso más aún obligaba a la ejemplaridad?
   
       ¿En esa hazaña consiste la fibra moral que les anima, Señores gobernantes? ¿En el indulto a ese crimen reside la talla de su estatura ética? ¿Ese es el cambio de valores, el depósito de humanistas convicciones que en Ustedes se deposita? ¿Es ese su hondo sentido de la Justicia? Pues justicia ultraterrena sería que el espíritu de esa pobre víctima les atormentara cada una de sus noches. No pretendan entonces que los ciudadanos pacíficos, tras su patrocinio a ese crimen sin castigo, les guardemos ya respeto, señores del Gobierno. 




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 19-1-2013)
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jueves, 24 de enero de 2013

Indultos que son insultos





Primero indultaron a unos pelanas corruptos del Partido, pero como yo simpatizaba un poco con el Partido, no me importó.

Después indultaron a unos corruptos medianos de otros Partidos, y aquello, por incomprensible, algo me mosqueó.

Luego indultaron al corruto Dirigente de un Partido que participaba en la Secesión, y aquello, de puro absurdo, me soliviantó.

Más tarde indultaron a unos mossos torturadores, y eso, por contrario al espíritu de la Constitución, me encabritó.

Antesdeayer indultaron a un conductor asesino reciente, y esto, por insultar a la Moral más básica, es que ya me encabronó.

Ahora, pensé, se atreverán a indultar a criminales terroristas aunque… ya es demasiado tarde… ¡el caso Bolinaga se adelantó!




miércoles, 23 de enero de 2013

Gregorio Ordóñez, 18 años hoy, so bárcenas



    Imposible olvidar a Gregorio Ordóñez, imposible olvidar su arrojo, imposible olvidar todo lo que a él y a los íntimos suyos todos debemos. Aunque de poco sirva mi escritura, aunque no pueda devolvernos nunca la estampa viva de su bravura, tan descomunal y homérica que ni las más certeras palabras podrían jamás apresarla, imposible olvidar al Héroe. Le leí hace poco a W Allen una frase acerca de que, más que en el corazón y en el alma de las generaciones venideras, preferiría él vivir en su propio apartamento. Sí, vale, es una broma cínica, que finge desconocer la más elevada dimensión de sacrificio que el valor de un hombre, superior y mejor por ello que el resto, puede arrostrar. Se insiste mucho hoy en la básica igualdad de todos los hombres: ¿Y un mismo género constituye a Gregorio y a Txapote? ¿Atesoran acaso idéntica dignidad la plena alegría de vivir libre y el torvo y purulento odio? Permítanme dudarlo, pues hasta repugna escribir juntos esos dos nombres. Qué tiempos estos, centrifugados como vamos todos y a rastras de la epiléptica vomitona incesante de noticias que lo que sólo hacen es robarnos la memoria y la inteligencia, incapaces de separar el grano de la paja, ciegos y sordos a la semilla y a las más esenciales gestas que nos mantienen en pie.
    
      Soñaba Gregorio con una plaza de toros para su ciudad. Y qué elocuente era ese dorado sueño: como un torero de la libertad, con su flequillo rebelde, a pecho descubierto y sin engaño, armado con la palabra sólo, cuando a todo el mundo le temblaban las canillas, delante de los hocicos del bárbaro Minotauro él mismo se plantó. Hay en el toro una nobleza que las alimañas etarras jamás conocerán y había algo en Gregorio, siendo tan donostiarra,  de radiante maletilla cordobés, intrépido de luz y desparpajo ante los bufidos siniestros de la terrorífica Bestia. Era tan arrolladora y chispeante su figura, que a los mismos tendidos atenazados por el miedo, alcanzaba y contagiaba el rompiente de su ilusión indómita. Qué murallones de terror no derribaba el sólo carisma de su coraje ¿Qué podía hacer un simple joven, diminuto y solo, tan solo, ante el ciclópeo  Monstruo y sus zarpazos de muerte?
    
     Consiguió que fuera una vez la suya, en el más aterrador de los ambientes imaginables,-te quemaban el coche, te amenazaban de muerte, se concentraban ante tu domicilio coreándote encima de ¡asesino!, se mofaban de las víctimas- la lista más votada de la ciudad. Algo que las podridas meninges de los criminales y de otros nacionalistas un poco menos salvajes, no podían literalmente soportar. Por eso le asesinaron mientras comía, por eso destrozaron con saña su tumba muchas veces, como si mil veces quisiese la cobardía afirmarse en su vileza más atroz, como si a las ratas descompusiera el simple recuerdo tanta hombría.
    
      Eligió Gregorio, no de boquilla sino de verdad, no vivir de rodillas en su tierra ante la barbarie. La espita  que su hazaña abrió, todo lo extraordinario que en Gregorio rebosaba, convoca por sí sólo a lo más alto. Soñándolo él nos hizo y nos hace soñar a todos con abrir de par en par el portón de la libertad, con la promesa en él anunciada de un vendaval de libertad en el País Vasco, es decir, en España.
    
     En la Historia de España está, al lado de los mejores de sus mujeres y de sus hombres, en una de sus más conmovedoras  páginas. Si Manrique, si Garcilaso, si Lope, si Cervantes, si Quevedo, si Galdós aquí estuvieran, sin duda a Gregorio rendirían el más acabado de sus tributos.  Si todas las naciones dignas de sí celebran y guardan siempre gratitud y admiración a la memoria y a la vida de sus héroes, porque en buena medida prenden y  avivan ellos el fuego y la antorcha perpetuas en que consisten, qué hermoso sueño sería que algún día los corazones de todos los niños españoles, con la misma delicada unción con que los escolares que pintaba Edmundo de Amicis escuchaban las historias de amor a su patria,  palpitaran de  pureza al aprender la gesta de Gregorio, su infinito manantial. 





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 19-1-2013)
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martes, 22 de enero de 2013

O la suerte de aquella starlette


         
     Y si la potra de Don Verstringe no pudiera mi libro alcanzar, que al menos le rozara la fortuna que conoció el Videoclip de aquella exuberante starlette, caso que, al escribir sobre los Treinta Mil verstringes se me vino de corrido a las sensibilizadas mientes, y que paso ya a refrescar.
     Ocurrió en los no sé si ya olvidados años del Pelotazo tardofelipista. A la dirección de un Banco de los de toda la vida había arribado, tras un espectacular golpe financiero, una banda de advenedizos anhelantes por, cual ufanos Amos del Universo, atragantarse de golpe con los placeres mundanos, por cuenta de los miles de anónimos accionistas de la entidad, claro. Se dispuso cada uno –como los niños ante los Reyes Magos, sólo que donde vive en estos la ilusión en aquellos bárbaros rebullía sólo el ansia de poseer- a hacer realidad, qué importaba el Precio si ellos lo podían Todo, su más ardiente deseo. Fincas, mansiones, yates, joyas, cuadros, las eternas ostentaciones externas de la humana condición.
      Triunfaba entonces por todo lo alto en la Televisión un lacrimógeno serial sudamericano, que cada tarde reunía a millones de espectadores alrededor de las desventuras sociales y sentimentales de su protagonista, una muy humilde joven que en sí atesoraba, claro está, una belleza no por cristalina –sin afeites, sin externos atavíos- menos deslumbrante. Una chica guapísima, a quien su baja extracción, su bondad y su sufrir revestían de una hermosura más pura que cualquier otra imaginable. Yo creo que, hombres, mujeres, ancianos y niños, andábamos todos cada tarde enamoriscados de aquella pureza tan preciosa.
      Para la joven actriz que la encarnaba estaba suponiendo el éxito un espaldarazo estratosférico a su incipiente carrera artística. Pensó así hacerse también cantante. Grabó un disco, con moderno videoclip y todo ilustrado, que al principio resultaba difícil vender. Como en los folletones decimonónicos, sobre la ternura de aquella incontaminada Belleza del Pueblo puso el ojo uno de los halcones bancarios que antes anunciábamos.
    Quiero entre mis brazos acunar bellezza tanta, debió –en términos mucho más prosaicos, esos que ahora tanto se llevan- para sí repetirse aquel Gerifalte sin escrúpulos, con la televisiva doncella obsesionado. Cuánto vale.  Hizo, según cuenta la Leyenda, llegar a oídos de la moza que estaría dispuesto a comprar Diez mil ejemplares de aquellos dudosos videoclips. Esos números, esa compra sí que con fuerza lanzarían su carrera cantora. Puede sin esfuerzo imaginarse el vía crucis de sentimientos opuestos que se agolparon en la cabeza de nuestra heroína, como si el propio serial en efecto de golpe se le hiciese abruptamente realidad. Mas ahora, ay, no había un guión a seguir. ¿Qué hacer?
    Cuenta la leyenda luego que la chica reflexionó. Estudió con calma al codicioso. Era ya… viejuno, que dicen quienes están en la onda hoy, luego… no mucha guerra podría darle. Y dice el Cantar que, en efecto, aquella resplandeciente amapola del campo entre los brazos del magnate rijoso yació, pero que había acumulado tanta ansiedad para el lance aquel caimán, que bien pronto su ímpetu se desvaneció, por lo que no sufrieron menoscabo aparente los encantos de esa lozanía. Pues como en primera instancia cantaban antes los Chunguitos el cristal cuando se mancha se limpia y vuelve a brillar, ni más ni menos, ni más ni menos...
     Moraleja, lector, de la queja: ¿y no podría mi libro en manos de una Potentada caer que, encaprichada del mismo, así me lo relanzara? ¿Acaso yo, con mejor instinto, tengo menos libertad?    



  
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 19-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa) 

lunes, 21 de enero de 2013

Yo sólo quiero la potra de Jorge Verstringe


     
    Cuenta la leyenda que Don Jorge Verstringe, “el intelectual de los bandazos”, había escrito un enjundioso libro, intitulado el mismo “La guerra periférica y el islam revolucionario”. Tuvo ya la suerte Don Verstringe de su lado al conseguir que  nada menos que fuera la prestigiosa editorial El Viejo Topo la que publicara el fruto de sus cimarrones quebraderos de sesera. Teorizaba allí, con la soltura propia de un moderno Clausewitz, las conocidas –sobeteadas, incluso- partituras del anti-imperialismo, aunque cierto es que puestas bajo su pluma sonaban en verdad pasmosas.
    
    Pero en mayo del 2005, por si lo anterior poco había sido, la Fortuna, esa esquiva deidad, es que se amancebó, y de bruces ya con él. Cómo si no calificar el fenomenal avatar de que –sigue contando la leyenda- al parecer decidieran las altas instancias del Ejército chavista publicar también ¡30.000! ejemplares de su libro, clausewitzianamente distribuidos entre generales, jefes y oficiales, amén de un selecto grupo de renombrados funcionarios civiles venezolanos. ¿No podría por ventura, oh, Destino, algo así ocurrirle al muá? ¿Teniendo yo tanta alma tengo menos publicidad?
    
     Dos años antes, tras leer el libro de Don Verstringe “Revolucionarios, rebeldes, refractarios”, el Coronel Chávez en su programa Aló presidente le había prodigado a su nuevo nibelungo Maquiavelo un desdeñoso guiño cómplice de los suyos –al estilo del que contábamos antes de ayer dirigido a San Sean Penn de Malibú- al referirse a Verstringe como … “el intelectual de los bandazos”. Es para nota desde luego el arte con que el Caudillo les atrae… para escupirles la cara después.
       Anduvo así en aquellos legendarios tiempos muy en mieles Don Verstringe con el espadón venezolano. No se ha visto ahora, en la convalecencia chavista, al fogoso pensador calzándose al lado de Penn el estrepitoso chándal de las esencias bolivarianas. Puede entonces que acaso la fantástica leyenda no haya alcanzado su redondo clímax, aunque como diría el Otro, desde luego a lo hecho pecho, pues hay, claro, moraleja de la queja, libros que nacen con estrella y libros que nacen estrellados, sí.    




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 19-1-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)



domingo, 20 de enero de 2013

Existe un Bono liberal


    
     ¿El José Bono nuestro de cada día, el de la Hípica y las Memorias? Oh, no, ese Bono sigue en su decir socialista puro. Hablamos, claro, de la mundial estrella del pop-rock como tal conocido de uno a otro confín. Mañana no sabemos por qué verdes cerros de Irlanda nos saldrá pero hace unos días –aunque la canallesca no se hizo de ello mucho eco, por qué- el líder de U2 removió con unas solemnes palabras suyas en la Universidad de Georgestown las convenciones sobre las que se asienta el habitual discurrir sobre la Política y sus asuntos. Levantemos aquí Acta de las mismas, emocionados notarios ante el Milagro, pues resulta del todo insólito el contemplar a todo un Figurón de la Progresía rehusando el posar para la Historia como filantrópico abanderado de la Solidaridad, de la Fraternidad, de la Igualdad entre los Pueblos de buena voluntad, bla,bla y yupiblá:
    
   “El comercio y el Capitalismo sacan a más gente de la pobreza que la ayuda internacional”.
  
      También la coda del post/parto, que es no menos gloriosa: 

“¿Una estrella de rock defendiendo el Capitalismo? A veces me escucho a mí mismo y no puedo creerlo”. Y que lo digas, Santo Bono. No puido, no puido, pecadorrr.

sábado, 19 de enero de 2013

Más libros, más libres (eso decíase antes)


   
    Me preguntaban ayer, “bueno, vale, ¿pero tu libro de qué va?”. Me hubiera gustado contestar lo de Woody Allen a propósito de “Guerra y Paz”: “Va de Rusia”. Decirle yo: “Va de las ilusiones”. Pero esos lujos le están vedados al bloguero anónimo que va por los ríos desbordados del Twitter mendigando aquí y allá su desconocida mercancía.
      Tuve entonces que pensarlo. Mi libro cuenta la historia de un cuarentón al que su mujer le señala la puerta de salida de la casa. Descubre entonces su minusvalía emocional. De cuanto le ocurre después, cuando ha de salir al mundo, ajeno y anchísimo, para superar su zozobra, para engañar a su desconcierto. De lo duro que se le hace ese aprendizaje elemental de la supervivencia afectiva. De cómo hallará en la propia escritura, a trancas y barrancas, la brújula que le permita hallar al cabo una imagen aceptable de sí mismo, y levantar así el muro de la obturación interna que le impide ver la belleza y el propio absurdo del mundo y de la vida, que es lo único que tenemos. De eso, de esas ínfulas.
  
      Encontrarás en mi libro, lector, humor y amor, alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros, presente y pasado, trozos de vida al acecho, un cuarentón abandonado, discotecas dudosas, fatales mujeres, rollizas peluqueras, un sofá misterioso y abrazador, un cartel de Comisiones, un buzón en el que ya no figura tu nombre, la dentadura perfecta de Burt Lancaster, el fiasco de una noche de verano, una chinita que hace como que toca el violonchelo en el metro, una niña que juega en el patio a la rayuela mientras otro niño la observa tras las cortinas y un tercero  enchufa triples como un descosido, lo que entre ellos tres sucede, una tía y su sobrino en la sagrada edad de la iniciación erótica de éste, Nocheviejas agridulces, risas y humo, ginebra y música, un amigo fiel, una mujer solitaria, otra mujer bella y propagandista, los malentendidos en que consiste a veces la existencia, alguien del pasado que reaparece para bien y para mal, un héroe local, el lío de un sms enviado por error, unas navidades tristes, una Venecia imaginaria, un vikingo fenomenal, la fuerza del sol, la memoria de la emigración, un juego de dardos al límite, un padre y un hijo paseantes y ofuscados, un ascensor y una comunidad de vecinos estrafalarios, una patata frita elevada hacia el Cielo como una hostia, un cumpleaños insólito cantando a lo Sabina entre polacos, todo eso, como un baúl de la Piquer muy revuelto, como un arca de Noé para  el diluvio sentimental del protagonista, de este Armando que  está, en efecto desármandose y rearmándose al paso duro de los días, tras la estela todo de su particular sensibilidad… todo eso y más, lector, y cuantas cosas compartiremos como un secreto, entregándonos a través del libro lo que tenemos, tanto amor y desamor que tenía yo guardado para ti; todo eso en mi libro hallarás, lector. 
       
    Porque a mí parecer un libro íntimo, no tanto porque nos revele interioridades escabrosas, sino porque sobre todo consiga con desnudez hablarnos como al oído de los paisajes esenciales del alma de quien lo escribió, es también uno de los más acabados símbolos por los que alguien ofrece al Otro –a quien físicamente no tiene delante, al que de otra forma difícilmente podría hacerlo- la propia mano. Esto soy. En estas historias –no en forma de un discurso, sino con destreza encarnadas en personajes vivos a los que les ocurren cosas, a quienes sorprenden los avatares amargos o alegres de la vida- late la urdimbre sentimental que hasta aquí me trajo.  Quiero ponerlas en común contigo. Quiero revivirlas a tu lado. Puede que te reconozcas también en ellas. Aquí tienes mi mano, tómala. Estréchala. Entrelaza la tuya con la mía.   


LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

viernes, 18 de enero de 2013

Les queda la palabra... hideputa


     
   Simbólicamente el propio Paco Ibáñez –por anotar sólo algunos ejemplos ilustrativos- hace muy poco en primera persona testimonió esta calculada hooliganización de la Casta Lista. Ahí es nada el mítico cantautor protesta, en impagable entrevista con El Periódico (5-11-12) resumiendo el Indepentendismo catalán como… “el deseo de los que están hartos de ser humillados”, espectacular do de pecho tras el que  proclama: “Aquí tienen un soldado para lo que quieran los catalanes, ¡me cago en Dios!”. Vamos, que el gran Paco Ibáñez, todo su arte aguardentoso, se militarizaba pero ya mismo. Vaya Palabra.
      
    Tras Paco Ibáñez, otro Artista no menor, Pablo Carbonell, cuyas aportaciones al Mundo de la Cultura sin duda las generaciones venideras al dedillo y de corrido estudiarán, en la Misión Hooligan le tomó el relevo. Atronó desde los altavoces del Twitter: “Wert es un… H de P “ … un hideputa diremos nosotros, aunque Carbonell, qué nivel, al completo el exabrupto  puso, que no son estos tiempos para andarse por las ramas del refinamiento. El Ministro de Cultura, una vez más, uno de los suyos, hubo de hacer como que no escuchaba la agüita carbonella.
        
    Y después de Carbonell, cómo no, Victor Manuel, uno de los Comandantes con mando en plaza de la Ceja Nostra, la misma que a placer mangoneó durante el zetapeísmo el negociado de la Cultura… y para algunos de ellos, de la prosperidad también. En histórica entrevista para EL PAÍS (19-12-12) el soberbio vate desgrana la clave del problema del independentismo catalán: en Madrid la gente “no se ha percatado de lo que verdaderamente está ocurriendo… en Madrid tenemos una prensa de derechas que no existe en Cataluña y que crea un caldo de cultivo del que tienes que abstraerte… Hay muchos francotiradores (anótese ya el abanico de criminales connotaciones de ametrallagentes a lo Milosevic por los tejados madrileños que despliega el vocablo elegido) que más que francotiradores son… (y es esencial esa reformulación que el cantautor prepara, y nítida prueba de lo que aquí sostenemos, pues, las connotaciones indirectas, esa cierta poesía del pensamiento, esos antiguos recursos estilísticos ya no valen, no operan sobre el juicio del lector, no son útiles… veamos adónde va a parar)… más que francotiradores... son hijos de puta (¡bingo! Esa es la exacta palabra que el Artista pronuncia, ¿azar? más bien necesidad?)… que pervierten la situación y crean pequeños enconos que al final se convierten en grandes enconos.” Hideputas, sí, le voilá la docta cosmovisión victormanuelina de la Cosa. ¿Dónde quedó aquel corazón tendido al sol… que más calienta?
      
   Y last but no least, tras la lección magistral del Comandante la repetición mecánica de los epígonos. A los pocos días las Juventudes Socialistas de Málaga, a cuenta de una diferencia política, tachaban por todo lo alto al alcalde de Málaga, a través del altavoz ubicuo del Twitter también, precisamente de… hideputa, sí, pero con todas las sílabas, que no vamos los jóvenes y jóvenas a quedarnos más atrás que nuestros mayores, acaso pensarían. Diríase entonces a la vista de los corrientes que, en efecto, a la Casta Lista como siempre, les queda la Palabra… la palabra hideputa ya sólo.