Hemos sabido que el Banquero
indultado ad maiorem gloria por el Gobierno Zapatero en los minutos de la
basura del traspaso de poderes, Don
Alfredo Sáenz, recibirá sobre sí, no la friolera, sino la tórrida calentura
de 88
millonacos de euros en concepto de
pensión. De Pensión, mejor dicho. Cómo no ponerle ya para siempre por delante el Don Pensionado (sólo que a la manera
de horrible chistera, rebosante de áureos excrementos) a quién se procura
semejante don.
Naturalmente nos aterra, cuando tantas necesidades elementales a nuestro
alrededor afloran, la monstruosidad de
todo ese Pastizal al cinto de una sola persona, como el hígado horriblemente
inflado de un pato exquisito que nada bueno debería traerle. Lo fácil sería
hacer como que uno no ve la noticia –es lo que hacen los columnistas profesionales
con lo que no les va bien para su parroquia ideológica- y pasar de largo. No
hay ideología que dé solución perfecta a las muchas revueltas y complejidades
que presenta la realidad, y por eso digo –así me va- que defiendo en general
las ideas liberales, pese a ser muy antipáticas, como las menos malas en
conjunto para el individuo y para la sociedad.
Puede ser todo lo legal, incluso todo lo legítima que se quiera, la PENSIONAZA que ahora se levanta Don Pensionado Alfredo Sáenz, ese botín. Puede que
estemos sólo hablando del acuerdo de una empresa privada con un directivo, que
sólo a ellos y a su libertad contractual, lo que comporta también un valor
moral, atañe. Puede que el desempeño de ese trabajo haya requerido elevadas dosis
de cualidades personales, de saber bancario y de preparación. Puede además que
esos 88 Millones en realidad se
queden en 44 reales, o menos, una vez que el Fisco le haya hincado el diente,
en cuyo caso estaría en realidad recibiendo la sociedad en su conjunto la mitad
de toda esa calentura proveniente de una empresa privada -que, hasta el
momento, que se sepa, no ha recibido ayudas públicas- a sumar a la considerable
cantidad de impuestos que dicha empresa ya a la Hacienda pública abona. Puede
todo eso ser verdad, ya digo, pero en última instancia, como señalaba Max Weber a propósito de la vida
relativamente austera que llevaban los puritanos forjadores del primer
capitalismo, subsiste un último juicio ético que nos mueve a considerar
aberrante hoy ese Capitalazo (como otros de similar calado que se apalancan
muchas starlettes en otros ámbitos).
Sé que la cuestión es lo suficientemente peliaguda para no despacharla
con un par de repulsivos brochazos demagógicos tan al estilo hoy en día.
Defiendo la iniciativa individual y la libertad contractual, y la desigualdad
fruto de la libertad que las mismas suponen, y sé que el verdadero progreso ahí
se forja, pero dentro de ciertos límites, muy difíciles de fijar, lo sé. Creo
que a veces los altos directivos desequilibran en su favor la atomización de la
propiedad en las grandes compañías, a menudo haciéndolas objeto de su rapiña y
desvirtuando el espíritu original del capitalismo. Esta tecnoestructura en la
élite, que tanto hizo históricamente por impulsar las economías libres,
mejorando las posibilidades de la vida de las personas como nunca antes en la
Historia, pueden ser también, con su opíparo apalancamiento plutócrata, sus
peores enemigos. Sin un mínimo resorte moral también el sistema de las sociedades
abiertas está condenado a la satrapía.
Si millones de accionistas en conjunto pidieran explicaciones o
directamente abandonaran una compañía que, con el dinero de todos ellos,
catapulta con un monto tan irracional como obsceno, y más que nunca hoy, a sus
altos directivos, puede que otro gallo más justo y eficiente a la vez, cantara.
Y llama poderosísimamente la atención el que la turba de Indignados, Liberados,
Capitostes Sindicales, Barandas Socialistas y demás buenas gentes del Progreso
prefieran acosar y denigrar a simples representantes populares de la Derecha
Española, o al tendero carca de su barrio, mientras diríase que “pasan” de
estos halcones PENSIONADOS. Ni por asomo defiendo un escrache contra Don Pensionado Alfredo Sáenz, pero sí
el hacerle saber la monstruosa barbaridad del Pastón que se lleva,
especialmente ahora. Que no pueda él decir, como hace poco en el prime time de Tele 5 se le oyó a Javier Sardá, tan
flamenco, que lo que él hiciera o dejara de hacer con su dinero, era cosa suya.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Mientras que la cuestión quede constreñida al banco, los accionistas y sus directivos, a mi me da excatamente lo mismo la pensión que este señor reciba. Es un asunto que no me afecta.
ResponderEliminarTodo es una cuestión de estándares. El hecho de ir yo esta mañana al frigorífico y tener alimentos para desayunar, salir hacer deporte y después darme una ducha de agua caliente, para una persona que ahora mismo esté sin saber que va a comer hoy le parecerá un lujo tan obsceno y demedido como el que comentas Jose Antonio.
La clave está en las indeminizaciones que han recibido los directivos de las Cajas de Ahorros (todas ellas públicas) dirigidas por politicos y sindicalistas. Estas sí que nos atañen a todos, porque han contribuido a aruinar la economía de muchas regiones en España.
Cuando se habla de "rescate a la banca", es una falacia, habría más bien que hablar "rescate de las cajas de ahorro públicas" malversadas, por todos esos siniestros personajes que no tienen el menor rubor en continuar reclamando una "banca pública". Hay que joderse con lo público, ya veo, ya.
Estos era un sin sentido, una sin razón, la gente no se respetaba y lo que querían era vivir de los demás y el que trabajaba y había juntado dos perras vivia atemorizado y hasta le quitaban la vida después de haberlo arruinado.
ResponderEliminarNo son palabras mías son de una antepasada mía, que vivió la República y la Guerra .. saludos..
Aún estando parcialmente de acuerdo con el comentario anterior,(teóricamente son dineros particulares) no dejo de pensar en lo abusivo de los beneficios que obtiene el banco con el beneplácito de los poderes políticos blandos y permisivos para con quien les tienen agarrados por salva sea la parte. Cláusulas suelo, gastos de posición deudora, descubiertos al 29 % Swats, Slices, Landisbanks..¿los aceptaríamos en las transacciones ordinarias? Tal vez, en el comercio particular si un cliente viene a las 9 le cobremos recargo en la barra de pan. Y se me dirá, ese es su negocio, el cobrar. Vale.
ResponderEliminarLa laxitud de las normas bancarias que el estado permite hace que ese negocios se parezca más a un monopolio que a un liberalismo.
Y mientras tanto, nosotros persiguiendo a progres y fachas.
Este país necesita algo urgente ya, aumentan los corruptos y eso es peligroso, los políticos que son los que deberían de dar ejemplo a los ciudadanos son ellos los peores, ahora tenemos de quién aprender.
ResponderEliminarPues esa es la realidad. La progresía indignada de la ceja, no lo es por lo económico o pecuniario, al igual que a Panero -el que se hace el loco- le importa una higa que sus papis fueran íntimos de Franco y navegaran en el dólar. Al menos los liberales hacemos autocrítica y nos cagamos en los muertos de estos hijos de puta inflados de robar... Pero ¿hay algún progre que se conmueva porque mi paisana Bibiana pille 10.000 leuracos/mes en NY solo por tocarse el moño? ¿Es la marea verde una marea para pedir en justicia que los profesores cobren más billetes verdes, o más bien se trata de una plataforma -una más- para que los suyos entren por la cara y para echar a los fachas del planeta (de ambos planetas)?
ResponderEliminarNo conozco un progre que se conmueva porque le roben en el banco. Al contrario: esa es su juerga.
Saludos
Que no tienes razón, hombre, que ese tío vale 8,8 millones de veces más que tú y que yo!
ResponderEliminarLe viene de antiguo!
Yo, medio progre, medio empresario, medio profesional, medio liberal, medio rico, no envidio la riqueza de quien se la curra pero estoy enteramente en contra de los monopolios fomentados por el estado, siempre a nuestra costa, si te das cuenta.
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ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=8iuBnBBuIBw
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