miércoles, 18 de junio de 2014

El origen del mundo, en vivo



   Vendría a ser hiperrealismo, no, lo siguiente: hiperrealityrrealismo, lo último en Arte postmoderno, lo que más cotiza en el Reinado de la Mugre y del homo gañanis en que vivimos. En el Museo d´Orsay de París, la Artista se planta delante de “El origen del mundo” de Courbet, la célebre “obra” que –vaya usted a saber para qué, que no sea para epatar, claro- de cerca y con meticuloso detalle verista nos arrima a la mirada la sola zona genital de una mujer sin rostro, es decir, deshumanizada. Allí que se llega la Artista, Deborah de Robertis a la sazón, dispuesta a mejorar “en vivo” la Cosa.
     
   Vestida de lentejuelas, de espaldas a la obra y de frente a la concurrencia, asienta allí las posaderas. Voilá: súbese de pronto las lentejuelas hasta el ombligo, abre de par en par el muslamen y deja allí al fresco, sin bragas y a lo cuerdo, esa habitación con vistas… a su pelambrera entera. Con las propias manos aún se esfuerza ella en más mostrar y aperturarse bien las rosadas interioridades de su spottorno, alucina vagina. Para mayor escarnio, desde algún artilugio hace sonar el Ave María de Schubert. Por si fuera poco, va la muy artista y además recita:
     “Yo soy el origen, yo soy todas las mujeres. No me has visto, quiero que me reconozcas. Virgen como el agua creadora de esperma.”
     
   Ojo, que tras el recitado y la autoapertura de la rosa la cuca Artista tenía también preparado, imprescindible en estos tiempos, el prospecto de la Cosa, el opúsculo que el cerebelo de algún publicista al efecto le ha ideado:
    “Yo no muestro mi vagina, yo revelo lo que no se ve en el cuadro, el ojo de la vagina, este agujero negro que se oculta a la vista, el abismo que se abre más allá de la carne hasta el infinito: el origen del origen… Hay un hueco en la Historia del Arte, que es la mirada ausente del objeto.”
     
   Y no es, por más que lo parezca, bobada alguna la parrafada, pues en efecto, el arte post-moderno parece transido por una pulsión hipermaterialista, en obsesiva búsqueda de la material frontera última del Eros, operación que, al suprimirle el carácter simbólico y sentimental que lo engrandece para reducirlo a lo estrictamente físico, puede sólo desembocar en ese agujero negro… que es el Tánatos, la muerte, o la nada, que viene a ser lo mismo.
      
   Claro que, hasta que esa nada llegue, de momento, espíritu (¿) de los tiempos, la Deborah artista recogió allí mismo ya el espontáneo aplauso de los post-modernísimos asistentes y … la mundial celebridad mediática… que por las rosadas nubes elevará los próximos numeritos de la moza, ya que del glorioso happening se hizo ella asimismo un video. Enseguida nada menos que Le Monde le solicitó una entrevista: “Intento transmitir siempre algo muy puro”, remató ella allí.

       Algún avispado manager que le lleve lo suyo inclusive ha acuñado bajo su nombre ya el marbete que haga a Deborah inmortal: Deborah de Robertis suele trabajar en perfomances que ponen en cuestión las relaciones y los roles habituales socialmente aceptados”. Pero… qué arte, se dice uno al cabo, medio bobo aún ante el nombre de la rosa… ¿Y a mí que me parece que con esta Deborah nos hallamos ante una chica Almodóvar?  Devórame again, sí. 



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es

“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

4 comentarios:

  1. Ojito, que a esta chica la tenemos por El Prado uno de estos días, contratada por el ministro peperino de la cosa kultur... fuera complejos... pues sí señor.
    Mientras, el nuevo monarca, rebosante de complejos, obvía celebrar una misa en acción de gracias por El que le da el trono.

    misael

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  2. En todo caso tiene narices que este tipo de necias, muchas de ellas cerradas en banda a la maternidad, ensalcen a ojos vistas su genitalidad como fuente de vida. ¡ Menuda hipocresía !

    ¿ Qué es el arte ? Morirte de frío, ni más ni menos.

    misael.

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  3. La próxima obra de arte de la criatura será hacer CACA delante de lis asistentes.

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  4. "¡Aparta, titi, que quiero ver el cuadro!" Es lo que yo habría hecho, vamos.

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