Siempre dando lecciones, que es lo
suyo, lo de las CELEBRITIES del Progreso,
digo. Vaya pescozón que en público ha querido propinarle Milá a Marichalar. Qué inenarrable post se ha largado la Gran Hermana en su blog, intitulado,
faltaría plus “Lo que me sale del bolo”. Veamos a Milá enseñando:
Llegó al móvil de la Señora el mensaje de Marichalar: “Contra
el frente popular que proponen algunos, pon una Bandera Nacional en tu balcón,
hasta la coronación del Rey Felipe. Pasarlo”. Ipso facto la Gran Hermana suspira: “Han pasado muchos años para haber aprendido de nuestra historia,
pero este mensaje me demuestra que, desgraciadamente, no han sido suficientes”.
Cabría pensar… vendrá ahora la argumentación. Milá enseñará a
Marichalar. Pero lo que siguen son cuatro tópicos párrafos sobre la victoria de
Nadal en Roland Garros. Y entonces
la catarsis de Milá: “Esa bandera española, que mis amigas se
llevaron a París para animar a Rafa, sí siento que me representa. La otra, la
que los amigos de Jaime quieren que pongamos en nuestros balcones, no; y no
sólo no lo hace, sino que me llega a
agredir”. La argumentación (¿?) nos parece perfectamente boba: la misma
bandera, en manos de sus amigas, sí representa a Milá, ahora, en manos de los amigos de Jaime, con motivo de la
coronación, incluso llega a atacarla. Espera, que la traca aún no acaba: “Soy amiga
de Jaime, le tengo mucho cariño,
pero esta vez no puedo hacer lo que
me pide”. ¡Es amiga ella, y de las
de mucho cariño, del Señor Duque de los mensajes agresivos! Cuánta lógica, sí. Tiembla
Aristóteles en la tumba, desde luego.
Dice luego Milá enseñante
que, con motivo del Mundial de fútbol, agárrate, “parecía que nos íbamos por fin a poner de acuerdo y esa misma bandera
iba a representarnos a todos”. Llega así a Felipe y a Leticia, que es adónde quiere ella ir a parar. Veamos la
bonita faena milana: ¿los que piden referéndum?, a ella le parecen “perfectamente sensatos sus argumentos”.
¿Quiénes dicen que el ascenso de Felipe VI es plenamente constitucional?, pues Milá “bendice el tener una Constitución votada por la mayoría absoluta de la
población”.
¿Los Príncipes? Milá nos
enseña “que están especialmente
sensibilizados a evitar desigualdades
y huyen, lo han hecho siempre, de privilegios que no sean estrictamente
imprescindibles”. Como los privilegios de ella misma, los estrictamente
imprescindibles para Reina de la Telebasura. Palabra de Milá.
Pero ¿y Leticia? “… es una compañera de
profesión… es casi imposible que con esas condiciones no vayamos a disfrutar de su bien hacer y, por
encima de todo, de su entrega e ilusión por ser útiles a los españoles”.
Estamos, ahora sí que sí, listos para la aplastante conclusión: “Hemos aprendido y queremos una bandera aséptica con la que podamos
envolver el corazón cuando lleguen las emociones y, vive Dios, van a llegar”. ¿Una bandera aséptica? ¿No es genial la
ocurrencia milana, ese oxímoron sin
sentido alguno? ¿Y llorar ante una bandera aséptica como precisamente hacen los
Iker y Nadal que ella pro domo sua enarbola?
¿Aséptica como el Gran Hermano que a
ella de oro viste? ¿Asepsia nos pide ahora Mercedes
Milá, cuando la veíamos hace poco admirada ante el “par de pelotas…” que el
simpar juez Elpidio le está echando
a la cosa?
http://elblogdejoseantoniodelpozo.blogspot.com.es/2014/04/el-dia-en-el-que-elpidio-silva-se-creyo.html
Sí que hemos aprendido, sí, Milá.
… Como que no dejáis de brindarnos inolvidables lecciones, -de ésta sale Marichalar dando brincos- como que no
deja Usted de enseñar.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
Es esta la señora que con el argumento de estudio sociológico nos colocó gh. Ya sabíamos de ella que era dada a dar la nota, dialécticamente hablando, pero cuando los tiempos han acompañado, ha aumentado en el pentagrama del ridículo mostrando sin pudor, palabra desconocida para ella, sus magras y arrugadas carnes.
ResponderEliminarmisael