Decíamos –y nos decíamos-, jugando un
poco a flamencos de tertulia, eso, que… ¡no se puede vivir con miedo, hombre!
Más flamenquetes aún, algunos incluso nos adoctrinaban: ¡Más vale vivir de pie
que morir de rodillas! Y la de la guadaña ahora, con el virus este aguzándole
el filo, es como si desde su siniestra faz se carcajeara encima de nosotros y
nos escupiera a la cara… ¿Se puede o no se puede vivir con miedo, mortales?
El miedo es libre
ResponderEliminarAbrazos virtuales