¿Vamos a llevarnos bien tras la
hecatombe? ¿Vamos a ser de verdad amigos de nuestros amigos? ¿Vamos entre todos
a echarnos una mano, a ayudarnos los unos a los otros? ¿Vamos a construir
nuestras vidas sobre los valores esenciales? ¿Vamos a ser capaces de distinguir
y a quedarnos con lo importante y a relegar lo superficial en lo que nos rodea?
¿Vamos a alumbrar un mundo nuevo en el que lo cualitativo prime sobre lo
cuantitativo? ¿Habrá servido la Peste Covidiana para eso? Qué bien. Qué bonito.
Será emocionante vivirlo.
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