domingo, 30 de junio de 2013

Adiós, Javier, adiós. El Final (y 2)



   Sucedió así que en el último partido, tan próximo el pase a la reserva, libre ya de toda presión competitiva, el brazo de este bloguero como en un milagro del todo se soltó. Que más que brazo a mí mismo patidifuso me parecía formidable tentáculo justiciero. Repartí estopa para dar y tomar, vamos. Me salió un partidazo que ni a Aníbal en Trasimeno. Es que ni yo me reconocía tras mi camiseta celeste. Me dieron ganas hasta de sacarles la lengua –o de hacerles, como Punset, los cuernos-  a los demudados  pintamonas que teníamos enfrente. No lo hice, lector; tampoco para eso valgo.
    
   Ni siquiera levanté los brazos a lo Kaká, como la otra vez. Muy educadamente saludé a los rivales lechuguinos. Estreché con fuerza luego a Javier, que estaba el hombre algo confundido tras la insólita metamorfosis que le había sobrevenido a mi torpe brazo. Como si al guión que se desplegaba delante de nosotros le hubiera acordado mejor una derrota estrepitosa. Sabíamos los dos de sobra que era nuestro último abrazo de ránking.
   
   Más tarde, dentro del coche, a solas una vez más, sólo que era ésta la última, en los confines desiertos de un club suburbial, bajo una noche sin luna pero con algunas estrellas, repasamos como siempre los pormenores de la reciente batalla. No acababan de salirnos del todo las palabras. Arranqué y conduje luego el coche en medio de un silencio incómodo. Llegamos al fin a la glorieta dónde él se apea. Era muy muy tarde en medio de la noche inmensa. Entonces, sin apagar el motor,  le canté a Javier mis cuarenta:
  
   -Quiero que sepas que ha molado mucho, pero mucho mucho, jugar durante estos cuatro años a tu lado, Javier. Que he disfrutado como un loco jugando contigo de pareja al pádel. Ha sido algo genial y especial el hacerlo. Intuí cuando te conocí que nos llevaríamos bien, y me alegro de no haberme equivocado. Me siento orgulloso de ti… además, que seguiremos viéndonos. Yo te saco quince tacos, mi juego se ha estancado y tú tienes una gran proyección por delante… ¿Que… que… que ya tienes hablado para jugar con un tío en el torneo este que empieza ya, que es encima un crack? ... Pues…  me alegro un montón por ti, Javier, …Ojalá os vaya muy bien. Me encantará seguir sabiendo de ti. Si os encaramáis entre los veinte mejores disfrutaré como el que más, si puedo vendré a veros, no lo dudes, tú le das a esto muy bien, Javier, y tus victorias serán también un poco mías, así las sentiré, te lo aseguro… y eso, que quería nada más decirte que sepas que han sido una gozada estos cuatro años… nunca los olvidaré, gracias por ello…
   
   Entonces Javier, que me había escuchado con la cabeza gacha, me miró. Me da un poco de vergüenza decirlo, pero sus ojos brillaban dentro del coche. Sólo me dijo:
  
   -¿Sabes? Da un poco de pena… Chócala, compi.


   Chocamos fuerte las manos, sí. Como los de la NBA, palma contra palma. Sólo por un instante los dedos se nos engarfiaron. Se bajó del coche y pronto se perdió entre aquella espesa y negrísima oscuridad. Javier ya no es mi compi. Adiós, compi, adiós.



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

sábado, 29 de junio de 2013

Adiós, Javier, adiós



   Tenía que llegar el día. Mejor dicho, para que con más redundancia simbólica a sí misma se cebara la ocasión, tenía que llegar la noche. La noche del miércoles pasado jugué mi último partido de ránking oficial padelero al lado de Javier. Tras cuatro años dándole a la pala juntos llegó el momento de dejarlo. Empezamos desde abajo del todo (puesto 220, creo) en nuestro club suburbial, y terminamos en el 94. Menuda gloria, sí, y qué gloria tan menuda. Hemos batallado mucho juntos. Batiéndonos nuestro pobre cobre hemos sacado adelante partidos imposibles, hemos chocado ciento de veces, como señal de unión, o de ánimo, o de celebración, las manos. Hemos compartido el punzón de los fríos, la maza de los soles, los vientos ásperos y las súbitas lluvias alrededor del pádel, como marineros que se alistan en un bajel a la buena aventura del mar. Esas cosas unen mucho, ¿no? Aunque sólo éramos amigos ahí, por tener luego edades y trabajos y mundos distintos, estábamos bien compenetrados en la pista, me parece. Todo tiene su final, ¿verdad?
   
   Empezamos esta temporada en el 100 y sólo a trancas y barrancas hemos ido sacándola. La gente que juega en un ránking es por lo común endiabladamente competitiva. Alguno apiolaría a su vieja por ganar dos puestos en el ránking de la Nada, lo que oyes. Como al pádel se juega en parejas, se necesita de manera imprescindible un similar nivel de juego entre ambos socios. De no ser así, a la terrible manera que gastan los más feroces escualos, olisquean los pretendientes esa sangre derramada, y ahí te las dan una tras otra todas las dentelladas. Son éstas clamorosas ceremonias de depredación, repletas de una extrema crueldad.
   
   Sucede que Javier, mi compi –ya no lo es-, ha progresado mucho en su juego, mientras que este bobo bloguero con ínfulas de poetastro al que lees, es también como padelero lo más próximo a la nulidad. Imagínate, perspicaz lector, la somanta –sobre todo anímica- que casi con cada partido nos sobrevenía. Tal grado alcanza la inhumanidad de los padeleros de ránking, caro lector, que muchos de los que de esa manera cobarde en la cancha nos aplastaban, mientras caminábamos cabizbajos hacia la salida, al mínimo descuido mío, lector, además le deslizaban a Javier, mi compi –ya no lo es- su extrañeza por verle a él compartir equipo con la mía inutilidad. Ah, cómo en cada uno de esos momentos hubiera querido  ser yo el shaolín punsetiano, y katana en ristre flamígero hacer de esos bárbaros padeleros un muy  sanguinolento picadillo. Tenía que hacer encima como que esa música traidora yo no la oía. ¿Comprendes, lector, mi aflicción?

   
   Por supuesto, de ello Javier nada nunca me decía, pero no dejaba el asunto, y es lógico, de minar y hacerle daño a nuestra mutua confianza, a nuestra unión sin fénix,  pues si siempre  toda contrariedad con las victorias se lubrica, son las derrotas amargo lastre para el viaje en común, y más en los días exaltados en que vivimos, en los que el ser un fracasati tan mala prensa tiene.  Así es que, lector, como un general romano viejuno y artrítico al lado del resplandeciente César, estaba yo deseando terminar las Galias.

       Quién iba entonces a pensar lo que estas amargas postrimerías iban a depararnos... Ven, mañana, lector, y acompáñame en el trago, anda.  



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

viernes, 28 de junio de 2013

Milá, Mª Teresa Campos, Almudena Grandes, qué espectáculo

    



 “Almudena, por favor, un poco de respeto”, se arranca Milá. Sacan en la procesión también  a Jorge Javier Vázquez: “yo no diría eso de ella, si Almudena presentara un programa, diría: qué bien”, asevera él, sobándole de paso el morro a  Grandes con la propia  superioridad moral. “Las editoriales tienen estrategias de markéting para todos los libros, y premios, y de todo, ¿nooo?”, empieza con deje de cantaora la Campos. “Yo adoro a esa escritora… pero como buen ser humano tiene que tener fallos y este es uno inmenso”, añade Milá. “Yo no la he conocido personalmente, porque ella nunca vino a ningún programa mío, pero ella en la televisión ha sido tertuliana, y en la radio ha hecho cosas”, con el dedo la señala Campos. “Creo que el artículo es un error y que sería estupendo que ella lo reconociera y pidiera perdón”, sentencia entonces Milá. Grandes, ya oíste, tienes tú para empezar que pedir perdón.
  
   “¿Quiénes somos nadie para decirle al otro lo que tiene que leer?”, se interroga además un punto hamletiana Milá. Para reclamarle el perdón, al menos algo ya habíamos quedado que somos, ¿no?  “Lo importante es que la gente tenga un libro entre las manos, el que sea… (¿¿el que sea??) ¡Si damos color a la Feria! ¡Si gracias a nosotros en el fondo acude la gente a la Feria! Si somos simpáticos, generosos… (es lo que tienen las Celebrities de la Progresía que están encantadas de conocerse, si la una se presenta como hermana de los don nadie, la otra blasona de simpatía y de generosidad, nada que ver con los egoístones facciosos, son otro mundo)  …¿Sabes lo que me duele?”. Agárrate, Almudena, que la condesa descalza no va: “¡El clasismo!
     
   Ahí es nada el lanzazo de Milá: acusar de clasismo precisamente a Almudena Grandes, la más ferviente abajofirmante contra el Capitalismo de que se tenga memoria. Al mismo se suma Campos: “Ah, clasismo, esa una palabra maravillosa para aplicar a esta situación: que sólo escriban libros los grandes como nosotros, y no éstos, que son de tercera fila”. “Sobre todo que no estoy dispuesta a justificarme…”, precisa Milá, “lo mío no es un libro, me ha venido a buscar la editorial Espasa… pero me duele que alguien a quien yo he amado tanto leyéndola diga eso, porque va justo en contra de a lo que yo aspiro en el blog… -tatatachán-… a acercarme a la gente sin prejuicios”. Toma del frasco, toma castaña de la buena, Almudena.
    
   Espera, espera, que falta el puntillazo final, a lo grande con la pobre Grandes: “Me ha llamado mucha gente para decirme… no os merecéis eso para nada, al revés, gracias a eso la cuenta de resultados de las editoriales gana y permite publicar libros de personas que empiezan… -(oh, gracias, gracias, señora Condesa, que sigan entonces los bolos, muchos más Lo que le salga a usted del bolo, a ver si a los desahuciados nos alcanza un año de estos la migaja editorial, cuánta solidarité)- … a mí lo que me han dicho es… Almudena Grandes tiene que hacer lo que no desearía hacer, salir a decir estas cosas para vender sus libros y… eso sí que es triste”.

    
   Venderrrr, vender, vender, venderr… bombaaa, para gozar esto es una bomba, para bailar esto es una bom ba. Voilá: Almudena desenmascarada como hipócrita farisea de las mayores. Hala, ahora vuelve por otra si quieres, Almudena, qué pena. Y con el espectáculo incalificable de estas feroces dentelladas entre tiburonas de la élite, el anónimo bloguero, el curioso observador, el respetable, quédanse en verdad bailando, sí, pero del todo atónitos a la vez. 




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
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jueves, 27 de junio de 2013

Milá, Campos, Almudena Grandes, literatura sois vos




   Publicitaban una vez más en su prime time dominical de la superprogresista tele berluscona el “libro” de Milá, “Lo que me sale del bolo”. Si la otra vez como peritas en truños ya es que se salieron, quisieron ahora antes de nada Milá y Campos doctorarse en genitales femeninos: que si el “toto”, que si “a mí me gusta el chichi”, que si “a mí lo que no me gusta es el chumino”, que si la “almeja”, que si el “higo”… de esta guisa, y entre bárbaras risotadas del espetable (eso es, sin r), de los secundarios y de las propias divas, pormenorizaron su gramática parda las grandiosas comunicadoras.
    
   Era sólo un aperitivo del trajín que ellas se traían. “Porque tú has tenido un gran éxito en la Feria del Libro y esto nos da pie a una polémica que queremos poner”, anunció misteriosa la Campos. El éxito, el éxito, de eso se trata. Resulta que la gran escritora y nostálgica del cóctel molotov, Almudena Grandes, había escrito en EL PAIS, a propósito de los escritores menos conocidos, que son ellos “mis semejantes, mis hermanos… los guardianes del tesoro, los depositarios de una herencia ancestral, los héroes de estos tiempos de chichinabo… no salen en la televisión, no son famosos, no tienen más presencia pública que las fotos de las solapas de sus libros”.
    
   Anota ya, lector, la trampa saducea de Almudena Grandes: siendo ella multipremiada por las más Capitalistas editoriales, articulista de PRISA y requeteconocida del mundo, porque a ella le sale del bolo fraternamente se autoalinea entre los semidesconocidos que publican. Soy de los vuestros. ¿No véis acaso mi Fraternité? Esos disfraces de pobres es que les pirran. De los escritores que ni a solapa de libro llegan, de los rechazados por las editoriales, de quienes no tienen contactos, de esos ni hablamos. Son invisibles, claro. Pero no era esa injusticia la que a las divas de la comunicación tanto turbaba, ni mucho menos, sino la que a continuación Grandes en su artículo atacaba.

     
   “Y encima tienen que aguantar que tantos famosos de medio pelo, periodistas, estrellas de la televisión, seudoaristócratas y demás aparezcan en los telediarios exhibiendo esos libros que, dicen ellos, son sus novelas” indignábase Grandes. Claro, teniendo en el odioso y codicioso mercado ahora mismito ambas divas su pingüe mercancía, cómo no sentirse un poco escocidas en los más íntimos pliegues ante la andanada de la Grandes. Ve preparándote, Almudena, que de esta te vas tú a acordar. Iníciase así el inenarrable coloquio… ¿metaliterario? entre las dos fantásticas escritoras. No deberías, lector, perderte mañana estos talentos a porfía, este gozoso show, este impagable ajuste de cuentas interprogresistas élites.




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

miércoles, 26 de junio de 2013

Nadal derrotado



   A media mañana del lunes esto le escribí al Sr Twitter: “bueno, que Nadal ganara su III Wimbledon sería ya la Consumación de los Tiempos, pero si cae en primera ronda, no le querremos ni un pelo menos”. Esa tarde, en efecto, caía Nadal derrotado a las primeras de cambio ante un tenista desconocido. No habrá este año, pues, esplendor sobre la hierba de Rafa. ¿Y qué? Quienes de verdad le aprecian, un poco más ahora se sentirán próximos a él, de la misma forma que nos notamos más unidos a un amigo en la dura contrariedad que en la espumosa francachela.
  
   ¿Consiste acaso el deporte, trasunto de la vida, como aquella vez sobre el fútbol aseguraba el llamado sabio de Hortaleza, Aragonés, desorbitada la yugular, atropellada la dicción, fiero el mirar…  “ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar, y ganar, y ganar”? No, el deporte, la vida, es ganar … y perder. Casi diríamos que es sobre todo perder, pues la camisa de la derrota se aviene mejor a la indumentaria global de las sucesivas pérdidas en que la vida consiste. De niños, a la par que crecemos y desplegamos nuestras alas, es todo ascender y ganar, sí, pero muy pronto comprendemos que sólo nos esperan ya sucesivas e inevitables derrotas. ¡Por eso nos remueve tanto una victoria inesperada, por su pura precariedad! C´est la vie. 
   
   Ocurre que vivimos hoy sumergidos bajo una especie de religión del éxito, y el relativo prestigio moral que acompañaba antes el aura del fracasati  -si la sociedad era, es y será siempre injusta, el perdedor representa y expresa entonces de una manera más veraz y honda ese desorden frente al apabullante y a menudo impostor triunfador, y ese amargo atractivo del derrotado, de su apenado sentir, así lo reflejaban los textos canónicos de esas épocas- se ha evaporado en pro de los vacuos oropeles del triunfador, que nunca por otra parte tiene carnaza bastante en que saciar su sed de ganar.
      
   Está luego la serena sabiduría que parece haber alcanzado Rafael Nadal en los últimos tiempos, y que ya aquí le señalamos tras sus palabras al ganar Roland Garros. Como si mordisqueara la Copa de la verdad misma, ha dicho ahora: “La vida sigue. No es algo dramático, es deporte, un juego… Estas dos semanas extras, este tiempo que ahora tendré, es tiempo que en parte he ganado para hacer otras cosas”. ¿Es entonces por esta derrota sobre la hierba menos campeón Nadal? No lo creo. Es más humano. Le admiramos igual así. Le queremos un poco más incluso. 



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martes, 25 de junio de 2013

Lo que pasó paasoó entre el Duque de Palma y Aznar

    


   Era Aznar, por absoluta mayoría popular, presidente del gobierno de España en ejercicio. Según se ha revelado en el juicio del caso Noós, el modélico Duque de Palma envió entonces a su esposa, la Infanta Cristina, un correo que contenía un muy cáustico fotomontaje en el que una contrariada Ana Botella sostenía en brazos a un bigotudo bebé con la viva efigie de Aznar sobreimpresa. La leyenda de acompañamiento rezaba: ¿Te imaginas? NO A LA CLONACIÓN.
     
   En otro correo que poco después el ejemplar Duque a su esposa remitió, el fotomontaje en cuestión rezaba un “aquí está el guiri”, bajo el que de nuevo de lo lindo salía ridiculizado el en ejercicio presidente Aznar. Hay constancia aún de otro correo más, en el que consistía la mofa en un fichero con el nombre “Aznar” que el destinatario debía inexcusablemente enviar a la papelera. El sistema preguntaba entonces: “¿Desea eliminar a Aznar?”, a lo que el usuario había de contestar .
      
   La reiteración en la burla ducal revela a las claras, a mi juicio, la cómplice animadversión que entrambos hablantes se profesaba hacia la figura del Presidente del gobierno entonces. No sabemos, claro, si esa visión denigratoria de Aznar, líder de la Derecha española en aquel momento, era extensible a toda la Familia Real, aunque es conocida la frialdad de esas relaciones, en clamoroso contraste con el hiperbólico ditirambo que de Zapatero presidente el mismo Rey en público hiciera. No consta, por otra parte, en los correos del sumario Noós, creo, ninguna otra befa semejante con, y mira que a patadas los hay, absolutamente ningún otro personaje político vituperable, lo que acentúa el relieve y la significación de los mismos.
     
   ¿Es exagerado afirmar que, de haberse hallado difamantes caricaturas tales con –digamos-  Rubalcaba en el Poder de protagonista, en horas veinticuatro habríamos visto a la Familia Real en pleno con las maletas caminito… del exilio?

   
   A las vueltas de las corruptelas del Duque em-palma-do, y de la posible implicación en las mismas de la Infanta Cristina, resulta todo un sangrante sarcasmo que, por responsabilidad institucional, sea precisamente la Derecha española en el gobierno quien, a través de las burdas patrañas de Montoro y Margallo, se halle enfangada, con el incalculable coste añadido en términos de la imagen que entre los ciudadanos se da y queda  para muchas elecciones, en la tarea de literalmente salvarle el trasero a su Alteza la Infanta, que tanto al parecer se cachondeaba en privado del elegido por la mayoría entonces como Presidente.  Cornudos y apaleados, una vez más, sí. 




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lunes, 24 de junio de 2013

50 Sombras de Rubalcaba&Rajoy

     


   En ese juego de sombras chinescas sobre la Pantalla –ahora la guerra, ahora el amor- en que a menudo consiste la contienda política, a veces  abundan entre los protagonistas de esas oscuridades, como en la literatura que hoy triunfa, las contorsiones subiditas de tono. Así, ahora mismo, tanto monta Rajoy sobre Rubalcaba, como monta tanto Rubalcaba sobre Rajoy, que es que hay que verles la comunión que últimamente se traen. Diríase que entrambos, tras un toma-y-daca-pan-con-tumaca  brutal, háse fraguado un Pacto, una tregua; que tienen ellos un plan que les tiene hechos un flan. Véase si no la anticipada alegría con que se husmean ellos las partes nobles.
   
  Ha pasado Rubalcaba, agitadísimo en brazos cortantes, de exigir  la “inmediata dimisión de Rajoy”, a merendar saladitos a media tarde en plena paz y armonía de abrazos en el Palacio de la Moncloa con el señor registrador venido a más. Entre medias se conocieron las encuestas de intención de voto que, en favor de otros partidos, a ambos protas dejan por los suelos. Como en el boxeo los púgiles exhaustos, han decidido ellos abrazarse el uno al otro antes del doble k.o., que en política es el caos. Se trata también, un poco amancebados el uno sobre el otro, de proyectar otra imagen mutua más favorable ante el público, que no juegue siempre a favor de las fuerzas emergentes.
    
   No estaría mal, a mi parecer, cierto acuerdo básico entre los dos grandes partidos sobre las cuestiones esenciales. Siempre, claro, que esa unión, como entre las parejas que se quieren, fuera sincera y verdadera, y que así pudieran comprobarlo de cerca la mayoría inmensa de los ciudadanos. A la luz del reciente proyecto gubernamental sobre la reforma de las Administraciones públicas ofrécese una magnífica oportunidad para poner a prueba la pujanza real  de ese pretendido acoplamiento. Y es que, en efecto, para que sea la reforma de verdad efectiva en momento tan crítico como el presente se necesita, más que el agua, la coincidencia de los dos grandes partidos, es decir, de sus starlettes. Con no cierta solemnidad de redoble de tambores la Vicepresidenta Soraya ha proclamado al respecto que “ha llegado la hora del sacrificio de los políticos”. 
  
   Señalémosles entonces, desde este mísero blog, sólo algunas urgentes posturas que, si quieren ser creíbles, ha de superar el frenesí amatorio de ambos protagonistas:
   
  -liquidar más pronto que tarde las Comunidades Autónomas Uniprovinciales y el suicida despilfarro que de toda esa monstruosa superestructura dimana.
   -limitar el estipendio de los senadores a unas discretas dietas por asistencia a cada sesión, y punto Senado.
    -ídem al respecto de los famosos “asesores” –estos sí que hombres en la sombra que “entienden”- para todos los cargos y niveles de la Administración pública
    -acabar de un plumazo con el vitalicio pastizal, ese insultante maná de sinecuras, que sobre los expresidentes de las Comunidades autónomas recae como si fuera esto Hollywood.
    -en fin, un inequívoco compromiso en sancionar  los perversos casos de corrupción que como rijoso prurito por todas partes nos turban en demasía.


   Háganlo y pensaremos entonces que estas sombras de Pacto ahora, Rajoy sobre Rubalcaba, Rubalcaba über Rajoy, son algo más que unas falsas nueve semanas y media, algo más que las posturitas de un best-seller engañabobos. 



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domingo, 23 de junio de 2013

A escondidas tú y yo (Poessía treinta y seis)



Si tú lo quieres
intrépida amazona,
en el tráfago delirante
de las horas diurnas
de la claridad urgente,
del mundo entero en torno tuyo
que te reclama y te grita,
que te exige,
en ese vértigo inclemente
de las prisas mañaneras,
mírame por encima del hombro
dedícame dos parpadeos
picotéame en un pispás
alíñame en tres capotazos de los tuyos.

Pero a la atardecida
cuando reina la hora bruja
y las constelaciones infinitas
amainan su locura sideral,
al caer majestuoso de la noche,
cuando quedan como al pairo las estrellas,
cuando la vorágine se remansa,
los rescoldos del día
te ruborean sólo
de amansada belleza el rostro,
guerrera ya en reposo.

Entonces, en la hora propicia,
a escondidas del mundo,
en un rincón mío y tuyo
¡de nadie más!
-en suspenso el Universo entero-
como si perpetraras tú
un vicio muy oculto,
repara en mí te suplico,
tómame entre tus manos,
saboréame de parte a parte,
detén el Tiempo en mis palabras
deja que ellas te acometan
que te estallen por adentro.

Que anduve yo todo el día
trapero diurno de las avenidas
buhonero azul de las alamedas
traficante noctívago de los libros
rastreando las más golosas
las que puedan por sí solas
convocar una belleza que te iguale,
madreselvas, amarantas, caléndulas, tamarindos, carbunclos...
sólo para tus sentidos, 
condottiera mía. 



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sábado, 22 de junio de 2013

De amor (Poessía cinco)

     


     Romper las distancias
     Triturar el espacio quilométrico
     Trepar los muros y la hiedra alta de tu casa
     Franquear los postigos de regaliz tuyos
     Como un furtivo ya delante de tu sueño
                                                                                      clamoroso.                                                                                                                      
     Deslizarme clandestino entre  tus sábanas,
     tibias lunas de holanda
     que entraron también anoche por la ventana
     para envolverse contigo.
     Acomodarme a tu lado sin rozarte.
     Bueno, hacerme un hueco inadvertido
     ofreciéndote el rocío de mi espalda, no creas.
     Ahí, contra el cáliz vibrante del sol que a tí te vela.
     Sentir así sin ansia el candente magma que te aviva
     y que en abandono desde atrás ahora me abraza.
     Revolverte apenas los cabellos en la sien
     Soplarle un poco a la lumbre de tu nuca
     Contemplarte sobre todo…
     Retozar adormilado  al compás
     del oleaje placentero de tu cuerpo.
     Repasarte con las yemas casi
     las costuras oblicuas del pijama
     blanco de pureza y pálpito.
     Acercarme a escucharte el tam-tam de tu corazón
     como un indio desnortado.
     Calibrar luego la palma de tu pie,
     una hoja de acanto entre mis manos que te inventas.
     Besar todo el aire que te circunda, eso sí
     No dejar ni una pulgada virgen de ese aura.
     Contarte quince chistes muy bajito
     Que te sonrías sin despertarte
     Que me brindes sonámbulas
     las  libres señas de tu contento.
    Que sólo te remuevas de dulce sueño
    Que te relamas sin conciencia
     de una alegría muy honda y no explicada.
     Adentrarme así en ti sin incordiarte
     Como si hubieras tú más que soñado
     en las inminencias palpitantes ya del nuevo día
     -esa lengua de fresa viva que te apunta ya a la frente-
     que otro mucho mejor que yo
     sobre las cuencas preciosas de tu oido
     sin darte tú del todo cuenta
     en mi mísero nombre, eso sí,   
     esta madrugada te ha dejado
     de amor,                                                           abres ya los ojos radiantes, niña mía, 
     reciente y perpetuo recado.
       



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154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)
    

viernes, 21 de junio de 2013

La Izquierda Ultra a la par que gárrula (nuevo capítulo)



   Ese concejal del BNG llamando “Chochito de Oro” a la niña de Rajoy. Ese gran Gabilondo recordándole a Soraya Vice sus deberes domésticos. Valderas, en virrey andaluz, mascullando sus “tetas gordas”. Ese concejal de IU que berreaba por Twitter a cuenta de Cospedal. Ese Sánchez Gordillo, la esperanza redentora de la Humanité, bramando con “que la Europa de los mercaderes se vaya al coño de su puta madre”. …Casi ná, que a propósito de Badalona cantaba tan bien Serrat.
  
   Recordemos, sí, la senda de los elegantes: Paco Ibáñez cagándose en Dios, Pablo Carbonell y su “hijo de puta” a Wert, el “hay muchos hijos de puta” de Víctor Manuel, el “hijo de puta” de las JJ SS malagueñas a su alcalde, el “sois una puta mierda” de Trueba al gobierno, el artículo de Sardá sobre los hijos de puta, el “hijo de mil putas” que Tristán Ulloa le endiñó a Wert…
   
   ¿Qué le pasa a una parte de la Izquierda de un tiempo a esta parte, que teniendo desde siempre ellos la Palabra de su lado, se produce tan exabruptamente? Tú eliges, intelectual o de derechas, que dijo ese cráneo privilegiado, Alberto San Juan. Nunca vióse Izquierda más rustica, más dada a la burrería rusticana que esta que aquí anotamos. En los peores burdeles se habla mejor que en los mítines de Sánchez Gordillo.
   
   ¿Qué se hizo de tanta Inteligencia, de tanta y tan acrisolada sensibilidad y Cultura, dónde se malogró tamaño talento,  si siempre, por desprovistos que ellos de todo bien material se autopresentaran, justamente se vanagloriaban en que al menos con ellos, poetas naturales, se quedaba la Palabra? Con ellos hoy la Palabra exabrupta y chocarrera, sí. ¿Qué se fizo de tan preclaro ingenio para revolverse hoy peor que los más mostrencos carreteros? ¿Qué hooliganización social así procuran?

      
   ¿Qué código de valores, qué ínterior mundo desvela un lenguaje tan bufo? ¿Tendrá que venir un odioso faccioso a recordarle a Eminencias tales a su bienamado Carlos Marx, para el que el lenguaje empleado era cultura en estado vivo, expresión por tanto del cuadro de normas y aspiraciones y sentires vitales subyacentes tras los mismos? Ni déspotas ilustrados siquiera, comisarios zoquetes, aujurdhuy, sí.  



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

jueves, 20 de junio de 2013

¿Le llegarán también a José Breton desmayadas cartas de amor?

   



Todas las cartas de amor son ridículas. Pero, al fin y al cabo, sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor sí que son ridículas, que decía Pessoa. Qué decirle a una persona enamorada, si sólo está ella atenta al violento TUM-TUM de su corazón. Recordé esa cita el otro día, al leer en ABC la nueva –no tan nueva como sabemos ya por muchos otros criminales- de que Carcaño, condenado por el asesinato de Marta del Castillo, recibe a diario, y en abundancia, cartas de sus admiradoras. Mucho más que lo de la tele de plasma, la videoconsola y la piscina olímpicas de que al parecer disfruta el prenda, le impresionó a uno conocer el detalle de las cartas. Le escribirán a la cárcel esas chicas ahí sus –grandes o pequeñas- cosas íntimas, lo requebrarán sin duda, le enviarán sus ánimos, sus mejores abrazos. Puede que incluso besen esas hojas antes de enviárselas, que las impregnen del aroma de su colonia, de su misma carne. Le envían dinero, añadía la nota. Envidié, sólo en eso, a Carcaño, sí. Si le diera por escribir algo, no le faltarían ni editores ni compradores.
    
   ¿Y a Bretón? ¿Le ocurrirá otro tanto? ¿Le llegarán a él también cartas extrañas de esas? Sin gozar Bretón de la apostura a lo joven Brando de Carcaño, apuesto a que también tendrá él (descontadas las periodistas que así emboscadas traten de sonsacarle algo) su ración de secretas admiradoras, de temblorosas followers que le hagan llegar a prisión la viva vela de sus más íntimos anhelos en cartas. Es el signo de los tiempos. Los media nos escupen, deteniéndolo, su atormentado rostro a diario, tatuado con el sortilegio de un aparente enigma terrible, y cómo evitar que entre tantas personas perdidas no haya quién sienta que sólo a ellas entre todas las está en realidad él mirando y hablando. Como en la oscuridad del cine, igual.
    
   ¿Enamorarse de un bruto asesino al que de nada se conoce? Qué extraño es todo. Qué curioso cuándo ya apenas nadie escribe cartas, que esta intimísima pulsión de cercanía y de cálido afecto sobreviva intacta y culminante en estos márgenes terribles de la sociedad. En una carta sólo pueden hoy contarse, es decir, confiarse, cosas muy hondas, muy verdaderas para quien pone su alma en ellas. Qué hermético arcano también el que en plena marejada de mujeres asesinadas a manos de hombres, se apresten a la vez otras mujeres a dejarles por escrito lo mejor de sí, enamorándose con ellos, precisamente a machos criminales de mujeres. ¿Ocurre algo parecido con las asesinas? ¿Reciben ellas cartas de amor de chicos admiradores desde la sombra? ¿Es la morbosa fascinación por el Mal, tan exprimida por toda la creación artística desde las vanguardias para acá, explicación parcial a este sindiós?

    
   Pessoa pensaba, creo, en personas normales. A la vuelta de las vanguardias, de tanta banalización del Mal, de tanta rendida admiración del Arte y de los media por los psicópatas de turno, quién es ya el normal. Hoy, encogido de hombros y perplejo, un punto amargo, quizás diría Pessoa que también hay estúpidas criaturas que escriben muy estúpidas cartas de amor.




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)