el blog de josé antonio del pozo

     Entonces, en mitad de la refriega, puede que para intentar así desarmar a los esbirros policías a sueldo de los Poderosos, la ...

       Qué extraño resulta el saborear dentro de uno la dulzura intensa de albergar una íntima Ilusión , por discreta que ésta sea, a ...

   Cuántas veces no me habré repetido por dentro la divina divisa de Pessoa , no tanto la que a uno mejor le define como la que más me...

Oh, Diane, Diane cómo necesito hoy el chispazo alegre de tus ojos que le ríen siempre al mundo, almendras fulgurantes, por...

       Feliz como perdiz caminaba por el abarrotado vestíbulo del centro comercial. Nadie, por los gestos o por la expresión de la car...

          Rumiaban su íntimo fiasco los periodistas literarios antaño diciendo que sus artículos sólo servían… para envolver el pesc...

    De nuevo volvió a chingárseme la máquina, joder. Ha de ser una tácita venganza de la Publicística , que como todo el mundo sabe es...

        La radiante mañana otoñal, bañada entera en una luminosidad impropia, parecía incluso recrearse en sí misma, como si prolongar...

       Perdóname, Otoño , estación favorita mía, por no haberme detenido hasta hoy a darte la bienvenida que mereces y de la que sea...

        Esa oscura noche del día en que la Señora llegó, y con ella el terremoto que asoló mi blog, tenía yo que jugar, al lado de Jav...