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lunes, 3 de octubre de 2011

Padre sin estampa

                                   
     
      Acaso mi padre no merezca quien le escriba. Él no es un legendario coronel sietemachos, no. Su figura nunca bailará boleros por la imaginación de Almodóvar. O claqué por la de Woody Allen. ¿Un suelto por la de Tarantino, quizás? De Tarantino mejor ni hablamos. ¿Sabes?, mi padre nunca me zurró de niño. Mi padre no ha sido alcohólico, ni maníaco-depresivo, ni siquiera ludópata. Podría al menos haber sido ladrón, o un poco asesino, un simpático estafador, qué se yo. Nada de eso. Jamás se largó de casa olisqueándole las feromonas a ninguna querindonga fatal. Tampoco destrozó vajillas a lo Marlon Brando cualquier día que el tranvía no le llevara a su deseo. No, mi padre, su vida, no tiene el más mínimo interés artístico.
     Lo único que él tenía, recién casado ya, era una yegua alazana del color de la canela. De ella se servía para las fatigosas tareas agrícolas en su pueblajo segoviano. Arar, trillar, acarrear, escardar, cosechar, esas labores tan cacofónicas. Llegó un momento en que el campo apenas daba ya para comer, y Madrid era entonces una inmensa fábrica de oportunidades inciertas que tantos sueños de darse una vida mejor atraía. Un Hollywood para pueblerinos sin glamour alguno, vamos.
    
     Le debió dar pena tener que vender su yegua, aunque seguro que menos que la que yo ahora imagino, porque la necesidad se aviene mal con el ternurismo. Podía así comprar los cuatro trastos necesarios para meterse con su mujer y dos hijos de cuatro y dos años en una habitación con derecho a cocina de un semisótano sin luz natural cerca de la Estación del Norte. Una feroz alergia al cemento truncó el aguerrido albañil que ya apuntaba en él. En Marconi, la fábrica de relés eléctricos, la paga era una birria. ¿Qué hacer? que dijo el otro. Qué hacer para sacudirse el barro y el estigma de la miseria. Dónde descargar esas ansias atropelladas de comerse el mundo y salir adelante. No, no podía permitirse el lujo de ser rebelde, aunque sí tenía una causa.
     ¿Abrir una bodegucha? Pero, no sabías nada de aquel oficio, qué podía pasar. Pedir dinero al tío Flores con intereses de usura. Arriesgarse. Una bodega de mala muerte que sólo con el tiempo y un esfuerzo indesmayable –y el de mi madre, a su lado siempre- se convertiría en un modesto bar con cafetera y todo. Una cafetera de aquellas de brazo articulado en las que despachar un café era una prueba gimnástica. Más tarde comprar las mesas de formica, la vajilla, las cámaras frigoríficas, el televisor, que los clientes pudieran ver los toros y el boxeo allí, que no se fueran. Todo a plazos, claro.
     
      Abrir el bar a las seis de la mañana, no cerrarlo antes de la una de la madrugada. No librar un solo día durante más de diez años, guiados sólo por la luz del ciego anhelo de dejar atrás la pobreza. Aprendiendo a la vez, poco a poco, a mantener la clientela, a aguzar el instinto y la voluntad inquebrantable, sin apenas tiempo para descansar, sin ayuda, superando sinsabores y reveses –siempre abrían cerca bares nuevos y más modernos-, rehuyendo las fáciles tentaciones de quien nunca tuvo nada y encuentra al fin cuatro duros en el bolsillo. No parar, reformar, ampliar con el local de al lado, una barra nueva de zinc, toldos de color. Comprar por fin –delante de una montaña de letras, de las de pagar- un minúsculo piso bajo en Aluche, helador en invierno y un horno durante las noches del verano.
     Años de incertidumbre, en los que cada señor que llegaba al bar con un maletín podía ser un cobrador. ¿Podremos pagar? Aquel, de impoluta gabardina, al que hubo que dar hasta la calderilla que quedaba en la registradora. Noches de caer rendido en la cama, con hijos pequeños que dormían primero entre cajas de vino –ése fue el aroma peleón que envolvió mis sueños infantiles- o encima de una mesa, entre los alegres clientes nocturnos. Días y años de trabajar resfriado incluso, o con ojos brillantes a la vez por la fiebre y el tesón, doloridos e hinchados los dedos por los sabañones del agua fría.
    
     Mi padre, en fin, que nunca regaló a mi madre una sortija de diamantes el día de su aniversario. Ni podía, ni cuando ya pudo le gustaron nunca “esas bobadas”. Pero pelearon muy duro juntos, rieron y discutieron juntos, se aventuraron y se ilusionaron juntos y juntos paladearon la alegría intraducible de las recompensas conseguidas con el sudor y el afán propios, que transfiguran las meras cosas en testimonios espirituales de ese empeño. Creo que no ha habido un solo día en sus vidas que no hayan dormido juntos. Unieron sus alientos en una tarea común, que era el listón que para los dos sancionaba su valía y que les empujaba a la vez a superarse. Se han entregado la vida el uno al otro. Se diría, por ponerle un poco de falsa y manida literatura a su modesta epopeya, que el día que decidieron unir sus vidas, fue como si en efecto se soldaran el uno contra el otro, y que no hubieran dejado desde entonces de cabalgar unidos, a los lomos de aquella yegua alazana color canela de su prehistoria, infatigables y joviales, en la remontada de la escarpada ladera de la montaña de la vida.
     Y verles ahora, de viejos, a veces discutir con encono y cruzarse crueles reproches por cuenta de quién olvidó regar los geranios, o quien confundió el programa de la lavadora, o quién ha de marchar al exilio de la habitación de al lado para ver a solas su triste serial favorito, le llena a uno, he de reconocerlo, de un terror… tarantino. También puede que estas lineas  sirvan para doblegarlo.
     
     Pero sí, la peripecia de mi padre al cabo no encierra enjundia artística alguna. Resulta insulsa y tediosa, lo sé. No sólo la suya. También la de millones de hombres y mujeres que como él, sin apenas formación y en un ambiente hostil, pero con idéntico coraje indomable, mejoraron su suerte y la de los suyos, y mejorándose ellos, hicieron también mejor cuanto les rodeaba. Ningún creador –de esos de los que se asegura indagan como nadie en las más esenciales notas de la condición humana- compondrá con sus vidas poema, película o himno alguno. Mi padre, ya se ve, tampoco es el padre de Franz Kafka. Es sólo mi padre. 

(post-post:lamento andar sin tiempo para comentar, para visitar, para agradecer. Gracias a todos)

42 comentarios:

Winnie dijo...

Me has emocionado José Antonio...Perdí a mi padre hace 10 años y mamá le sobrevivió 7... Precioso lo que viviste (a pesar de la crudeza) con un padre así. Un beso enorme

Juan Carlos dijo...

Un gran recuerdo y un homenaje a esos padres, que los hay, que sacan adelante con esfuerzo muchas veces callado a la familia.
Un saludo

MAMUMA dijo...

Mis padres fallecidos el en el 1999 y ella en el 2001, trabajaron toda su vida para lograr que su hijo, es decir yo, pudiese estudiar loq ue ellos no habían podido.
Como ves José Antonio, unos apdres normales para aquella época.

Helio dijo...

José Antonio describes con gran acierto la dureza de aquella España tan sufrida.
Los que somos ya un poco mayorcitos sufrimos en nuestras carnes la dureza de la vida de aquellos años.
Pero la mayoría teniamos la ilusión de mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestros hijos, sin lujos pero con la honradez por delante.
Un gran homenaje a tus padres.
Saludos

Marinel dijo...

No creo que haya que ser un fuera de serie de los de las películas, de esos que nos pintan especiales,con características envidiables o no...creo más bien que los padres nuestros, son eso: Nuestros
Los queremos por su vida que al fin es la nuestra, por esa lucha denodada buscando con afan salir de la penuria para darnos a nosotros lo mejor.
Creo sinceramente,que son especiales precisamente por eso, por darnos parte de su vida, de sus enseñanzas y el cariño infinito que nos demostraron o demuestran.
Muy emocionante tu escrito.
Besos.

Trecce dijo...

De esos, así como tu padre y tu madre, miles y miles, personas ejemplares desde su anonimato que levantaron a este país, para que de vez en cuando tengamos que oír que en España somos unos vagos y, encima, lo decimos nosotros mismos muchas veces (yo, aquí sí que me excluyo, pues nunca en mi vida he mantenido esa postura), que si mira los alemanes, que esos sí que trabajan, ¿en qué quedamos?

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Todos merecemos que alguien escriba-al menos- algunas líneas sobre nosotros. en est ecaso, tu padre SÍ tiene quien bien escriba de él.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Un padre esforzado y trabajador que sacó con esfuerzo a su famila adelante. Recordar también que "cada uno es hijo de sus obras". No creo que nadie, es una opinión personal, sea más por ser "hijo de".
Un saludo.

Cordelia dijo...

Así eran muchos padres de la época. Para que ahora sus nietos sean NINIS, y no quieran ni oír hablar de los abuelos "pesados" o "pringados".
Yo les llamaría de otra forma (qué tal héroes anónimos?)
Preciosa, preciosa entrada. Enhorabuena.

NVBallesteros dijo...

es la historia de un hombre bragado... Es hermoso ver como los padres son un solo hilo....hoy en día muchas de las parejas funcionan cada uno jalando agua a su propio molino.....

Besos

Liova dijo...

Tan sólo decirte que muchos tendrían que aprender del ejemplo de TUS PADRESSSSSSSSS!!! Otra gallo cantaría!!!! BESITOS Y SALUDITOS DESDE CÁCERES.

Rita dijo...

Eres una persona afortunada, José Antonio, unos padres así no los tiene todo el mundo. Merecen todo el elogio y respeto del mundo,mucho más que los galanes y damiselas de cine. Un abrazo

Robín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Robín dijo...
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chusa dijo...

Ha sido un buen homenaje el que has hecho a tu progenitor y en él, en su simple historia, nos hemos reconocido muchos.
Un càlido saludo bloguero desde una Venecia muy luminosa
Chusa

Anónimo dijo...

Estampado me has dejado interpretando la historia de las buenas gentes de España, gentes de bien y honradisimas de esforzados padres trabajadores...que ni un Herodoto lo borda igual, entiendo que la gente de mal vivir, eran malos e inutiles padres y en cambio los buenos eran los utiles a la economia. (Hormiguitas ahorradoras como el mio y del 99%). Emiliano Zapata o el de la foto son como jefes indios en las peliculas del oeste.La serie de tv "cuentame" o aquella gasolinera de Alfredo Landa a mi me giran el estomago. Los personajes de Tarantino son teletubis en comparanción con semejantes figuras paternas...porque semejantes ejemplares se multiplicaron como por esporas y el milagro Español el "landismo" y su babyboom, provocarón el panorama actual, esa raza de comededores de paella más sabios por nacer en tan gloriosa patria, que por ser vecinos de Francia, aquella tremenda genetica, dio vida a aborigenes como Paco el pozero con su jet privado o un Gil y Gil con su caballo imperioso, y como los perales dan peras, los padres de la constitución, mediante la transición tuvieron estos hijos mega-hiper-macro-super-democraticos, esta hiper democracia ejemplar para el mundo entero...que ni Pericles se lo podria creer, y para más inri, volvieron de las americas o europas y aqui estan...son heroes por su gran resistencia son supervivientes, muchos de ellos hoy pensionistas de Alemania. Pero gallego en Argentina es sinomimo de tonto...aunque ellos siempre han tenido la autoestima alta, como en los chistes de Lepe...Españistan parecia que gracias al capitalismo habia mejorado y resulta que no...que quien movia el mundo era el petroleo y ahora que estamos entrando en una crisis sistemica justo cuando los recursos naturales están al limite, nos quieren hacer creer que el milagro español fue gracias a la raza y al semen made in spain... Kafka tenia sensibilidad para transmitir lo que era un padre,(el suyo tampoco era un ogro)
!porque todos son iguales en esto¡...no nos engañemos la figura paterna es casi religiosa, creced y multiplicaros, y al parecer funciona. Dali que tambien se sentia deudor del suyo le devolvio una muestra de semen y se la entrego agradecido y emocionado, cual Lina Morgan, supongo que por imitar al mitico Edipo Rey, Dicen que matrimonio viene de madre y patrimonio de padre...¿alguien recuerda aquel grito?
¡ni Dios ni Patria! siguen en las cunetas y fosas comunes ¿quien sera el Homero que les dedicara un verso? ¿que Euripides explicara la tragedia de las guerras donde nadie gana?...en ninguna existen ni vencedores ni vencidos, pero esa generación de supervivientes que pasaron hambre a dia de hoy han transmitido sus heridas a sus nietos, esos que van por el mundo en plan Manolo Escobar !me gusta el furgool me encanta¡ muchos entienden que abandonaron el campo gracias a la mecanización, por culpa del petroleo la gente se fue a la ciudad (como los chinos en la actualidad) y fueron muy buenos trabajadores pero les necesitaba la economia liberal, hoy sobramos el 80% en una economia virtual donde las perdidas figuran como ganancias, lo de Grecia es un ejemplo de lo que pasa a nivel planetario,a esos buenos trabajadores se les concedieron derechos para que consumieran lo que fuera,pobres chavales es un aparheid juvenil,racismo sociologico. La gerontocracia de la economia virtual neoliberal, pretendia que las generaciones futuras pagarian la deuda crediticia gracias al crecimiento exponencial de beneficios falsos y especulativos: te plantas delante del espejo y dices tengo mas atractivo que George Cluney soy un Brad Pit y en los años proximos devolvere al banco el doble de lo que quiera prestarme y sino puedo, podran mis poderosos herederos, el crash del 29 es poca cosa en comparación con lo que vamos a ver, al tiempo. Monty Python - Todo esperma es sagrado (sub español) youtube.

Mento dijo...

Uff! Emocionante, me ha encantado.
Y me acusa, de no decir más a menudo un te quiero al mio, ahora que aún está.
Gracias, un abrazo.

Rafa Jinquer dijo...

bonita historia, yo también la veo de cine. La tele nos roba hasta los recuerdos.

b7s

Elena dijo...

Sin duda un merecido homenaje que con la ayuda de tu pluma es algo más.
Muchos nos reconocemos en tu texto, y la sensación es muy agradable.

Un abrazo José Antonio.

Bucan dijo...

Antes, en general, la gente era de otra forma más sacrificada. Ahora muchos se creen que los ipad crecen en los árboles silvestres. Menuda nos espera como no haya cambios de mentalidad, sobre todo en muchos jóvenes. Y en muchos políticos.

Anónimo dijo...

Es la historia de muchos de nosotros José Antonio, pero es que esos son los verdaderos héroes, los del día a día, lo cotidiano, siempre a la boca del cañón, quemando su vida para que nosotros la tubieramos mejor.
Saluditos.

tecla dijo...

Mi querido José Antonio.
Desde mi punto de vista, no hay historias malas, sino malos escritores.
Todas nuestras historias son sumamente interesantes para nosotros mismos. Sólo necesitamos un buen narrador que nos la sepa contar.
La historia de tus padres es sumamente tierna, apasionada e interesante si encuentra un buen escritor que nos la escriba.
Y ahí es donde entras tu.
Ánimo.

ion-laos dijo...

Tienes que estar muy orgulloso de tus padres, lucharon para daros lo mejor. Esa unión eso es amor, lo demas, tonteria.

Un abrazo.

Max Romano dijo...

Una entrada muy hermosa, José Antonio. En medio de tanta vida de plástico, virtual, que imita la televisión o convertida en espectáculo, es un placer acceder a un fragmento de verdadera vida.

Ricard dijo...

Hola Jose Antonio.
Un gran homenaje a una persona que sin duda, significa mucho para ti.
Tal como nos describes y relatas, es totalmente merecedor de tanto elogio.
Esta entrada hace fe de tu calidad humana y tu fidelidad.
Un placer leerte.
Un abrazo.
Ricard

Sara O. Durán dijo...

Precioso homenaje... se sentirá muy feliz y orgulloso de ti.
Un gran abrazo.

o blog de xesús lópez dijo...

Toda una epopeya, amigo, la de tus mayores. Todo muy bien contado. Y sin rencor porque... ¿contra quién?
Saludos blogueros, como a tí te gusta decir.

ISIS dijo...

Como ha cambiado el mundo...
Antes esto, era normal.
Mi madre, se quedó viuda, muy joven, y sin paga, lucho por nosotras tres con uñas y dientes, donde había un jornal, allí, estaba ella. Y consiguió "sacarnos adelante".
Las historias, de estos nuestros padres, que lucharon sin desfallecer, son las que en nuestra madurez, nos hacen entender, el sentido de la vida, "dar a nuestros hijos, todo lo que nosotros hemos recibido" que ha sido mucho.

Un abrazo.

el burladero dijo...

Como siempre es para mi un placer leerte, en esta ocasion con mayor motivo ya que siento la familia como algo sublime. El homenaje que haces a tus padres puede servir para miles y miles de padres que como los tuyos, trabajaron duro durante toda su vida para mejorar el futuro de uss hijos. Con tu entrada me has emocionado.
UN ABRAZO AMIGO.-

Haydée Norma Podestá dijo...

Tus padres...mis padres... tantos otros que lucharon de la misma manera para que su familia saliera adelante...no serán de celuloide...pero sí son los que verdaderamente escriben la historia de los pueblos.Ahora ya estoy en el tercer umbral...no tengo a quien reprochar que no me riegue los malvones...corro todo el día con mis actividades, pero recojo el fruto de mis padres que, como abuelos, fueron un ejemplo de familia para mis hijos...hijos que son padres de familia que también luchan cada día...y que les enseñan a llamarme con ternura "abuela, "abu", "yaya" a mis nietos...y yo me babeo de ternura. No serán historias de película, pero, ¡qué hermosas son José Antonio! Gracias por compartir tus recuerdos. Un beso. haydée

Miriam dijo...

Impresionante esa generación que supo desvivirse por sacar adelante a su familia
Y buscando la supervivencia, fueron felices. Al menos más felices que muchos de los que ahora disponemos de muchas más facilidades
Me ha encantado. gracias

METAMORFOSIS dijo...

Hola José Antonio...me ha emocionado mucho tu entrada. Que generación más diferente esa de tus padres de las que vienen ahora por detrás...la gente de hoy en día no sabe lo que es el sacrificio, ni el verdadero concepto de familia, ni de pareja ni de nada...hoy en dia ya no se aguanta nada y nos quejamos absolutamente por todo...nos quejamos de que ahora hay crisis y que hay gente que lo está pasando mal, pero creo que nunca será como aquella época, ahora llamamos pasarlo mal a no tener coche o a no podernos ir de vacaciones, pero...cuantas veces se fueron de vacacioes tus padres???
No digo que no haya que evolucionar y tratar de vivir mejor, pero porque ha tenido que ser a costa de dejar por el camino valores primordiales??? no entiendo nada, la verdad, y no me gusta hacia donde vamos.
Buen post.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Metamoforfosis dice no entender nada y no le gusta hacia donde vamos, por no investigar de donde venimos seguramente volveremos a repetir los mismos errores,esos heroes resulta que son victimas y eso que tanto admiramos,son sus piernas rotas, eso si que es de pelicula de Tarantino.


Biopolítica y gestión de las poblaciones en el primer franquismo (1939-1945)
autor:Polo Blanco, Antonio.
La tesis aborda las cuestiones relacionadas con la existencia de prácticas eugenésicas en el arranque del régimen de Franco. A pesar de la constancia de numerosos discursos anti-eugenésicos, la tesis trata de demostrar la existencia de estas prácticas camufladas bajo cuatro escondites. La puericultura-maternología estableció un discurso médico que orientara a la mujer hasta la indefectibilidad procreadora. La higiene racial otorgó distintos estatus de calidad racial en función de las distintas procedencias geográficas de la masa biológica evaluable. La orientación-selección profesional codificó a cada hombre en un puesto laboral determinado en función de su clase social, considerando como una alteración del orden natural la usurpación de un puesto laboral de mayor rango que aquel que su extracción social le propiciara. Y, por último, la idea de la Hispanidad entendida como un resguardo de la concepción de la vida propiamente española establecía un cordón que impidiera la filtración de ideas consideradas patológicas (y contagiosas) para la población. Paralela a esta línea de argumentación se descubre un segundo enfoque de esta misma tesis, cual es la sumisión que la pedagogía adopta respecto de otras disciplinas consideradas de mayor rango disciplinario. Así, la pedagogía deja de establecer un corpus doctrinario propio plegándose hacia la autoridad médica, psicométrica, antropométrica, psiquiátrica o religiosa.

César dijo...

No esperes a que se vayan para agradecerle todos sus sacrificios.

Anónimo dijo...

Tu padre, como el de tantos, bien lo dices, era un HÉROE, fue un héroe y lo sigue siendo. Gracias a hombres como él el camino se ha hecho más ancho para los siguientes. Tal vez tú no seas Kafka, pero quién sabe si, gracias a esa cadena de héroes, lo sea alguno de tus nietos, por ejemplo.
Hoy te has superado, otra vez. Me has llegado muy hondo. Que le den a Tarantino, qué sabrá él de hombres valientes.
Un abrazo.

Carmen Quirós dijo...

Precioso homenaje. Gracias.

Misón dijo...

Pues a mí me ha parecido una vida preciosa, única, una vida llena de pequeñas cosas, esas que te hacen grande y hacen grandes a tus hijos.
Mi padre tampoco es nadie para los ajenos y sin embargo lo es todo para nosotros. besos

Miguel Baquero dijo...

Pero tu padre, sin duda, es merecedor de un pedazo de literatura... y aquí está la prueba. Yo en su caso estaría más que orgulloso.

Anónimo dijo...

Precioso homenaje a tu padre. Me ha emocionado el leerlo.
besines

fus dijo...

La historia se escribe con personas como tus padres, todo lo demas son pelìculas y cuentos.

un saludo

fus

Paula dijo...

Imposible comentar algo a tu relato.Se acumulan demasiados recuerdos. GRACIAS

El Fugitivo dijo...

Hermosísimo, y sin la menor impostura. Enhorabuena!!!
"...cualquier día que el tranvía no le llevara a su deseo".

PS: El Fugitivo ya vuelve a tener Internés, tras una serie de calamitosas experiencias en la ultrarumba de las compañías timofónicas.