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sábado, 12 de febrero de 2011

José Eugenio Arias, Sólo ante el peligro

    

    
     José Eugenio Arias y su familia, los dueños del asador Guadalmina, tuvieron hace años que hacer las maletas y con la cabeza gacha abandonar su tierra natal bajo la amenaza etarra. Se negaban a pagar la extorsión, el atraco de los matones que ellos llaman  “impuesto revolucionario”, uniendo en una misma tacada de progreso revolución y redistribución de ingresos, pues les encanta a ellos dictarnos el nombre de sus benéficas hazañas. Se ha visto y dicho tantas veces que parece cosa normal el tener que huir uno de su pueblo porque a los de las pistolas estorba. ¿Dónde estaban entonces la ley y el gobierno que a él y a los suyos les defendieran?
      
     José Eugenio Arias se opuso en público a la ley antitabaco. El Poder enfiló entonces toda la batería de sus cañoneras contra él. Le pusieron una multa de 145.000 euros. Le cerraron ayer el negocio. Se dice eso también pronto. ¿Cuántos de esos altos burócratas que han ordenado ejecutar el drástico cierre han sido capaces de emprender una aventura empresarial de la que vivían dieciséis familias? Seguro que en todas las herriko tabernas filoetarras se cumple escrupulosamente la ley, segurísimo. ¿La cristalería  que aquel asesino etarra puso en los bajos mismos del piso donde vivía la viuda del asesinado tenía también todos los papeles en regla? Claro, como no vemos a diario notorios espectáculos de paladinos incumplimientos de la ley, de odiosos espacios de impunidad. El penúltimo y más sonoro: el presidente de la Generalitat se niega a cumplir las sentencias del Tribunal Supremo sobre la inmersión lingüística. Pero es que el señor Mas, y los paraísos fiscales de su señor padre, son mucho más que el dueño de un asador, dónde va a parar. Insumisión, clama airada la Junta de Andalucía, y da un poco la risa. La Junta contra los insumisos, claro. ¿Y lo que aman la ley los okupas subvencionados, qué?  
     
     El que me echa un pulso lo pierde, dijo en los tiempos en que ocupaba el Poder D. Felipe González, como ahora de facto Pajín y Griñán al alimón. Si es usted sólo un mediocre hotelero solo, por supuesto. Le crujirán, muy justicieros y leguleyos ahora. Si detrás de Usted hay todo un grupo organizado, entonces, hablando se entiende la gente, hombre. Con los filoetarras se chalanea, a los sindicatos se les unta con lo de todos, a los de la Ceja se les chanchullea. A Botín, a la Banca ni se les sopla. De las subvenciones ilegales a empresas y oenegés amigas ni hablamos. Hay que escarmentar bien duro a ese mindundi. Con una mano se le rompe la crisma a un hombre solo, a la misma vez que con la otra se trajinan ERES y prejubilaciones falsas por un monto -que se sepa- de 700 millones de euros. ¡Y porque se ha ido de la lengua uno de los de la Junta juntísima que estaban en la pomada!  ¡Viva la ley y viva la Junta de Andalucía! , dan ganas de gritar.
    
     “O cierro o me llevan al calabozo”, dijo José Eugenio Arias, y decía verdad, que allí estaban los policías. ¡Cuántos sangrientos delitos previsibles se producen a diario precisamente porque no acude la policía! Dice Griñán, consejero de Trabajo en la Junta cuando los famosos ERES de la infamia que “las leyes hay que cumplirlas, nos gusten o no”. ¡Claro, señor Griñán!
     Esta mañana contaban en la radio que el otro día una señora por la calle increpó a un hombre que fumaba: ¡su humo me está molestando!, le espetó. ¡Señora, váyase a un bar! le contestó malencarado el fumador. Antes de que los cierren todos por cese del negocio, claro. Es seguro que de estar la izquierda en la oposición hubiera hecho de José Eugenio Arias todo un símbolo. La Izquierdorra (la izquierda de la cultura y la prosperidad) le habría proclamado -con masivas auto-inculpaciones, encierros de apoyo, artículos, documentales, canciones, pintadas, e-mails del pásalo- su más genuino héroe rebelde. Y los de la ETA, allá a lo lejos, habránse fumado un puro.

16 comentarios:

GFO dijo...

Evidentemente este es un tema de derechos y libertades que ya Natalia Pastor tocó en su blog en un post titulado Desobediencia civil.

En este asunto concurre además la intención estalinista de que sirva como ejemplo para futuras disidencias.
Por eso se le cierra el negocio , se le acosa policialmente, se le amenaza con detenerlo.

Si miramos con detenimiento, vemos como cada día se incumplen leyes y sentencias, y no sólo en materia lingüistica -véase el caso de Cataluña que incumple de manera reiterada y se jacta de ello, una sentencia del Supremo- sino que se hace la vista gorda en asuntos como terrorismo.
Y ahí está el caso de las herriko tabernas, que siguen abiertas de para en par.

La conclusión es clara y aterradora: para los socialistas es más peligroso un fumador que un terrorista.

Saludos.

aspirante dijo...

Así es el estado que padecemos: fuerte con el débil, débil con el fuerte.
Lo que más asquea es la insolidaridad de sus compañeros del gremio de hostelería, que no protestan ante tamaño abuso de poder y tal despliegue de medios para reducir a un pacífico ciudadano.

Macarena dijo...

De acuerdo con aspirante. Si se unieran todos los hosteleros de España y cerraran durante un día( más es imposible porque no comerían) sus establecimientos y no hubiera un solo bar o restaurante abierto en todo el país, veríamos que pasaba. ¿Quién se quedaría sin el cafetito de media mañana o la caña del mediodía? Saludos

Anónimo dijo...

Excelente desarrollo del tema. Felicitaciones.

Sinretorno dijo...

Soy vasco pleno y plenamente español. es curioso como te acostumbras a vivir con el cáncer , de la ETA. La sociedad vasca tiene un problema putrefacto, que invalida lo demás. Cuántos se han ido? Conozco personalmente a los hijos a quienes mataron a su padre. Ahora es el momento de decir no a Sortu o Sudoku o cómo se llamen. Y lo de este vasco en andalucía es de llorar. Ecelente post, gracias

Sinretorno dijo...

se me olvidó la x, sin dobles sentidos...

marcela dijo...

Sin duda el tratamiento perfecto para un tema con muchas imperfecciones.Son los mismo, pero son otros. Son otros pero son los mismos. Siempre hay que darles la oportunidad porque son muy malos: y matan y dan miedo y algunos votos...
Un abrazo,lo bordas.

Juan Carlos dijo...

¡Bueno! perfectamente expresado. No hay más que decir salvo ¡Ánimo! al dueño del asador Guadalmina.
Por cierto ¿no empiezas a estar harto de que estos iluminados te estén salvando de tí mismo todos los días?
Salu2

Maribeluca dijo...

Estos del Jodierno sólo aplican a rajatabla la ley con el ciudadano de a pié, los delincuentes y los terroristas, y,claro, los "amiguetes" pueden hacer de su capa un sayo sin la menor consecuencia...vergüenza y asco.

César dijo...

He de reconocer tu habilidad, escritor, para conmover la fibra sensible, individualizando el problema y poniéndole nombres y apellidos. Yo puedo estar de acuerdo con la mayoría de las cosas que dices, y disfrutar de la manera en como las dices. No voy en entrar en comparaciones en la aplicación de las leyes que siempre es un tema muy farragoso y muy largo. Simplemente diré que una ley es injusta(económicamente hablando) cuando favorece a un gremio en detrimento de miembros del mismo gremio. Esta ley-buena o mala-es igual para todos y por tanto beneficia o perjudica a todos por igual. No le veo injusticia más allá del debate sobre lo que hay o no hay que prohibir. Admiro la valentía y/o tozudez del vasco, pero, sé que no seré amado por lo que voy a decir, intenta jugar con ventaja sobre quienes cumplen las leyes. Intenta aprovechar una ventaja-ahora mismo ilegal-en su beneficio.
Recuerdo cuando, aquí, en mi pequeña ciudad, se intentó peatonalizar la calle del Paseo. !Menudo cabreo que pillaron los comerciantes! Salieron a la calle con pancartas, llamaron de todo al alcalde-entonces del PP- negándose a que se peatonalizará, volcaron algún que otro coche.. Hoy en día armarían el mismo escándalo para lo contrario. Ha sido un acierto total. Sólo con el tiempo se han dado cuenta. Bueno, algunos se dan cuenta antes que otros.
Usted sabe perfectamente que los flujos del dinero tienen unos circuitos y que salen y entran a voluntad. No tiene porqué haber miedo a la pérdida de ingresos, el dinero no se diluye, irá a libros, a vinos para beber en casa, o simplemente el consumidor lo ahorrará para lo que le venga en gana; las costumbres cambiarán poco a poco y entrarán familias con niños en los bares (qué lugares, bellos paaaara conversarrr , sin humos).
Desde luego, yo me estoy haciendo ya algo conservador, pero te juro que no tengo interés alguno en conservar la costumbre de fumar en público.
Disculpa si he sido excesivamente alargado, pero debo carecer de la capacidad de síntexis.
Tal como dice aquel escritor, hay que ensanchar la vida, ya que alargarla no podemos. Y con tabaco menos.
Saludos!

Sinretorno dijo...

César había más soluciones. Bares de fumadores y de no fumadores. El ciudaddno elige y ya está. En Usa hay comunidades de vecinos que no aceptan a un inquilino fumador. Si andar alarga la vida, los carteros serían inmortales; las vacas comen verdura y no viven demasiado. Quiero ser tortuga, sin mail, sin fax. Son lentas, feas, arrugadas, pero viven cien años. Y cómo me decía una tía mía pianista y sabia: vivir más para qué? Es fumadora y frisa los 78. Los empastes son dañinos,el alcohol, la brea, la contaminación ambiental, pero al que cojen siempre es al ciudadano que tiene la culpa de todo. Dicen que si debes a tu banco 20.ooo euros tienes un problema con el banco, si debes tres millones de euros, el que tiene el problema es el Banco. Con afecto.

César dijo...

Sinretorno, en efecto, no niego que habría mejores soluciones. Te doy la razón. Una muy simple para no cabrear tanto al personal: sacar la ley en abril, la gente fumaría en terrazas tan ricamente y en octubre ya estarían más apaciguados.
Aquí, y ya lo he dicho muchas veces, es que al estar juntas las personas chocan derechos y no sé si es erróneo salvaguardar el derecho a la salud del que no fuma. En fin, también ya lo he dicho muchas veces: no se prohibe fumar, se prohibe joder al que no fuma.
Pero te doy la razón en que se podrían haber buscado soluciones con más imaginación.
Saludos.

Sinretorno dijo...

Cesar, yo fumo poco y puedo pasar una mañana sin fumar. Tú también tienes razón, of course. Estoy viendo las noticias, más que noticias un magazine de bobadas. Resulta que en un teatro de Barcelona, en la obra de teatro se fuman algun porrete, por tanto no es tabaco y a así se defienden. Hubo una época en que lo mejor de una obra moderna era que los actores mearan sobre el patio de butacas, te enseñaran el culoo cosas variadas y aquello era arte , espontaneidad, libertad. Otros se meten con la Virgen, los santos y el mismo Dios, delitos contra la libertad religiosa, y no pasa nada: es arte, animus iocandi, libertad creativa y artística. Que no jodan tanto, con perdón.Abrazo.

José Antonio del Pozo dijo...

-Excelente y respetuoso debate in mío blog del que me siento humildemente orgulloso, amigos. Sé que se podrían seguir aportando más y más argumentos, ocasión habrá de volver al asunto del fumeque. Que por cierto, no fumo

César dijo...

Permíteme que le conteste a Sinretorno, en relación a lo que dice que quiere ser tortuga, etc, etc: Entiendo lo que quieres decir, viva el progreso, poco más o menos. Pero no nos vendría mal vivir un poco más lentamente, amigo.
El recuerdo más extrañamente penetrante de haber vivido, lo tengo de mi peregrinación a Santiago de Compostela en Septiembre pasado. A pie, sólo, una cantimplora y unas frutas, y durmiendo en albergues comunitarios me sentí el más pequeño y el más grande de los seres. Te juro por San Santiago que me sentí más vivo que nunca. Cualquier solidaridad, como la de aquella peregrina que me curó las llagas de los pies,te retrae a tiempos en que no contabas más que con el vecino y de él dependías para las labores del campo.
Paladeando el placer de refrescar mis doloridos dedos en riachuelos helados y absorviendo en toda su magnitud mi extrema pequeñez, sentí la vida y la nadería de las comodidades que nos rodean.

Por estas nostalgias, siento que me voy haciendo viejo...

Sinretorno dijo...

Césa, no eres viejo. Eres un experto en humanidad. Tengo que hacer el camino, o al menos parte. Gracias.