Me sorprendió ya al entrar el más que apañado rango del restaurante elegido. No se me había comunicado a mí el presupuesto a escotar para la grandiosa ocasión, y quizás por contigüidad biográfica y porque además íntimamente me apetecía, me había hecho yo a la idea de un sitio más modesto y de un discreto menú del día en los alrededores de los diez-doce euros per cápita, copichuela aparte. Para mayor sorpresa mía, pese a ser día laborable, a pesar de la sempiterna Crisis, el airoso restaurante estaba muy concurrido y, como nuestra mesa estaba de antemano reservada, con diligencia el mismo encargado, de negro impoluto de arriba abajo, nos encaminó a la misma. Una soberbia mesa redonda algo apartada del tráfago de los clientes, y con notable mantelería y servilletas de fino lino vestida, nos esperaba. Joder, ni que fuéramos redactores-jefes de EL PAÍS.
No ganaba yo para asombros, que eran sustos, o sustos que eran asombros, no sé bien, pues resultó, a tenor de la charla que entre sí se traían, que nuestro líder Juan Luis y el encargado susodicho ya se conocían, y dispensaba éste a aquel esa esmerada profesionalidad cómplice que se debe siempre a un buen y habitual cliente. Como oliéndose esa tostada, nos ofreció a algunos Juan Luis una rauda explicación: “sí, es que éste es el sitio al que venimos habitualmente, cuando tenemos algo que celebrar, o alguna reunión importante, Higinio nos pone siempre en un reservado, nos trata de puta madre y eso, lo que pasa es que hoy sólo les quedaba esta mesa, pero a que está bien, eh, chavales”.
“Está genial, Juan Luis, sólo que digo que… por cuánto nos va a salir la cosa, no veo yo la carta por aquí, más o menos”, le dije en tono bienhumorado. “¿No te han dicho nada? qué cabrones, verás, nos van a poner, como siempre que venimos, una degustación variada de los platos que tienen… unos cuarenta y dos leuritos por cabeza es lo que acordé con Higinio”. ¡CUARENTA Y DOS EUROS!” chillé como un loco, que creí que hasta el pelo poníaseme rojo, como al otro, sólo que para mis adentros. Pero estos tíos están locos, a qué viene este dispendio, ni que nos fueran a entregar el Pulitzer, no te jode.
Y rápido, sin perder ni un instante la más british sonrisa en los labios ante mis camaradas facultativos, ya me andaba yo calculando que, descontados los veinte leuros, leuros sí, que en mi arranque de triste dicha le había largado al organista bisojo del metro… me debían quedar en el bolsillo… ostia puta, ¡si me sobraban tres euros no me sobraban cuatro!…y aún debía tomar yo el Metro de vuelta a casa.
“Okey”, le respondí, con despreocupado gesto de marajá de las Indias. A ninguno de aquellos camaradas míos se les ocurrió observación alguna que hacer a tal efecto, de lo que deduje que hallábanse todos muy conformes y partidarios del suntuoso ágape. La verdad sea dicha, la comida no estuvo mal: platos al centro de delgadísimo jamón ibérico, cocochas al no se qué, salmón ahumado con no se ká, cogollitos de tal y cual, marisco a la plancha, meritoria tortilla de callos, y luego un discreto solomillito para cada uno, cafelito y licor de aguardiente al coleto.
Sobre todo lo que maravillaba era la deferencia y la solicitud con que nos atendían, que nos servían los vinos blancos y tintos y hasta el agua en las tres copas que cada uno teníamos desde la helada champanera, y ¿les ha gustado la carne a los señores?, ¿falta alguna cosa, señores? ¡Y yo que me pensaba que poco más éramos los camaradas que los célebres pelanas de Lavapiés!
Lástima que... CONTINUARÁ
19 comentarios:
barato el menu, si solo pagaste 43euros.
feliz 2012 y que tengas un prospero año de buenas y grades energias.
condor un bilbaino del botxo, agur.
en la zona del paseo del Prado...menu mínimo 12 euros....aspirar a gastar 43 no entra en mis posibilidades jaja Un beso
Muy divertido y con ganas de ler la continuación...
42 leuros es lo que se gasta hoy cualquier chavalín de la ESO, en la comida de finde curso, por pasar con cuatro suspensas. ¡Enga, hombre, no te quejes, que otra cosa no, pero dispendio por un tubo es lo que hay hoy!
Por cierto: aprobados decretos de nuevas enseñanzas, por ministro Gabilondo, el pasado 18 de Noviembre, publicados en Boe el 16 de Diciembre y para entrar en vigor el curso 2012-2013. ¿Quién ha dicho que Zurrapedo no se merecía la Cruz de Isabel la Católica, einnn?
Saludos. En vilo nos tienes con ese feisbú no virtual, jeje.
¡Vamos, vamos, que la cosa se celebra de pascuas a ramos! 42 eurones por lo que has descrito (¿qué tal el vino?) no está nada mal.
Esperemos la continuación a ver qué tal...
PD.- A mi lo que me preocupa es la propina después de los licores...
Vamos, que con 42 leuritos, como para que no te atiendan bien, hasta deberían ponerte una dentadura postiza para no castigar vuestros dientes. Estupenda narración cómica-irónica. Saludos cordiales.
La cosa va mejorando, post a post.
A ver cómo culmina.
Saludos fugados.
Estoy realmente asombrado de todo lo que os habéis zarpado por esa mísera cifra ,en Madrid. Y yo deseaba esta vez estar de acuerdo en todo contigo pero algo me lo va impedir; las copas. Javir, creo que con una base enólogica digna de mención te preguntó por la parte espiritual de la comida: el vino. Las copas contestan por sí mismas. Llama a Bautista, o a tu amigo el jefe y pídele explicaciones por tan horrendas copas; son de ése tipo de cristal que utilizas cuando no es conveniente que se note la ttransparencia, ni se perciban nítidamente los aromas. Más propias, siento decirlo, de progres que de personas serias. He ahí el ahorro, en el vino...
No te enfades conmigo, sino con quien eligió el garito.
Feliz año nuevo!
Esa parece fue la cena de Navidad de los etarras en la cárcel. Fíjate, hasta se quitaron el reloj para estar más cómodos :P. Ah, no, que no fue esa, que solo costó 43 euros!!! La de los otros nos costó más.
Saludos, José Antonio.
Muy bueno, y esperemos la resolución final. Por cierto como diría la gitana: "Caro el menú coño". Saludos José Antonio.
Al ver la imagen pensé que habías tenido que dejar el reloj empeñado, jajaj.
Saluditos.
as comidas son divertidas, cansadas, amensas, aburridas, un toston, cansinas, estupendas....a veces no son comidas
Feliz año
Estoy deseando saber el final....
Te quedó algún eurillo para volver a casa,o lo dejaste de propina????jajaja
UN ABRAZO!!!!
¡Ay madre! ¡Qué hambre me acaba de entrar!
Salu2
Me voy unos días y veo que publicas una serie sobre cincuentones. A punto de entrar en la cifra, leo con calma.
Eso va a ser la falta de práctica. Yo ya me he acostumbrado a decirles a todos mis amigos, y también a mis colegas de la universidad: -Querido, estoy más tiesa que la mojama-. Mis amigos lo entienden, y mis colegas, en fin, que son todos biólogos tal cual yo. Algo que en este país es sinónimo de: Nacío pa´seh pobreh.
Hubiese ido a tomar café. Total, para comer, igual puedo comer en mi casa.
Para morise, no hace falta tanto.
Saludetes, José Antonio.
Yo es que soy pobretón, y a mucha honra, y me dolería pagar 43 eurazos por un poco de picoteo. Me parece todo un dineral, aunque es verdad que un día es un día, pero coño, el que reservó la mesa tenía que haber sido un poco más sensato, eu luego vienen los cafés, las copas de aluego...
No te puedes quejar, encima venía con dos relojes por barba.
Besos
Bueno, bueno, no lo veo yo tan mal, eh?jejeej, os han tratado bien, todo estaba bueno, no? Pues un día es un día. Y además seguro que os lo merecéis. Peor es cuando te cobran eso, no te dan de comer, te ponen vino peleón, peleón, tardan en comenzar a servir mas de 1 hora, y está todo el mundo con mas hambre que nada y cuando llega la cuenta, lo que dan ganas es de pedir la hoja de reclamaciones.
ADemás, lo importante es la compañía, no?
Me gusta como cuentas las cosas José Antonio. SAludos.
Publicar un comentario