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viernes, 2 de noviembre de 2012

Barceló, ese artista



  
    Mira, esto puede que se lo contara Woody Allen a Guardiola durante su Última Cena en Manhattan,  pues es el gag de una de sus películas:

   -verás, Pep, sale un tío al escenario y desatado, vomita y vomita sin parar. La gente se troncha y aplaude entusiasmada. El menda se encara con el público: ¿De qué os reís idiotas?  ¡Esto es Arte!
-“Oh, muy bueno, muy bueno” acaso le susurrara Pep, a la vez que el impulso del gag le removiera por dentro otoñales hojas de hispánicos recuerdos.
  
   ¡Claro! Qué otra cosa sino una gigantesca vomitona resultó la famosa cúpula de Barceló para la ONU. Total, sólo costó el colosal regüeldo 20 millones de euros, pagados en parte para más inri con fondos para la Ayuda al desarrollo. Al parecer el vomitante faraute se apalancó para sí no menos de 6 millones de esos veinte, y con gusto de dejó fotografiar con mono de albañil y gesto de Miguel Angel, protegido eso sí por máscara dotada con careta antigás durante el making off de su mundial pestilencia. Asistieron a la magna inauguración de la bárbara regurgitación nada menos que el Rey de España, el Presidente del gobierno de la nación discutida y discutible, y el Ministro de Exteriores de España, ante los que el Artista vomitón debidamente se prosternó.
    
   No se explica aún como la acrisolada sensibilidad social de Zapatero y de sus supporters pudieron permitir ese dispendio, 20 millones de euros, el dolor en el alma por las vidas tronchadas de tantos pobres que debió entonces afligirles.
   Bueno, pues héteme aquí que llega ahora el, a costa del Estado español y por puro capricho presidencial, multimillonario Artista vomitón y dice tan pancho que es que él es... “un separatista radical, que separaría –de España- no sólo Cataluña y Baleares, sino trozos minúsculos… Tengo miedo de que todo esto de la independencia sea una manera de no hablar de lo esencial. Se le puede llamar crisis pero es una estafa general”. Qué talento, sr Barceló, qué talante.
   
   Sólo en un país que se tiene tan poco respeto a sí mismo, sólo en el seno de una sociedad inane, que tolera esta cínica sinvergonzonería de la mano de quienes encima con vileza nos han atracado es posible este vomitivo episodio.


Post/post: gracias a Winnie0, a Josito, a Juante, a CLAVE, a Tamara -enhorabuena y gracias por ese libro- a Mónica por dejarme aquí sus aportaciones, por bloggear a mi lado ayer, GRACIAS.
   

9 comentarios:

Santi dijo...

Te doy mis DE NADAS, aunque es gracioso porque parece que padezcas algún tipo de síndrome freudiano con Guardiola, que no deja de ser al fin y al cabo un mero entrenador de fútbol.
En cuanto a lo otro, criticar, encima años después, los 20 millones de euros que se pagó a Barceló es demagogia pura. En segundo lugar calificar su obra como vomitona, bueno, es una descalificación como cualquier otra. Soy de los que creo que para valorar una obra así hay que poder verla en directo, y no sé yo si habrás tú viajado a Ginebra. Por mi parte siempre fui escéptico con la obra de Barceló hasta que fui a una larga retrospectiva suya y me di cuenta de que es un pintor alucinante, y salí bastante impresionado.
La tercera reflexión que haces sí es para mí motivo de debate. Partiendo de la premisa que Barceló está en todo su derecho de opinar lo que le dé la santa gana el tema es: ¿Puede un artista renegar de la misma mano que le ha pagado? Es un debate largo aunque la Historia está plagada de casos similares... Diego Rivera con Rockefeller, etc. Tiene derecho un artista que recibe una subvención a hacer arte subversivo? Pues yo pienso que sí, qué quieres que te diga... Y no he visto la cúpula de Barceló en directo, aunque confieso que en fotos no me llama nada... pero en todo caso me parece un artista como la copa de un pino.

CLAVE dijo...

Esta cúpula, desde que la vi no le encontraba yo nombre para definirla, que bueno lo de vomitiva o vomito.
Que el arte es según lo mires o quien lo mira, es cierto, pero yo para esa cúpula hubiera recurrido a darle juego de luces, claro esta que con color y armonía.
Respecto a su opinión Nacionalista, me da igual que me da lo mismo, vaya que no me interesa la opinión de esta insigne persona..saludos..

jaal dijo...

Eso de pagar cúpulas con pólvora ajena está muy bien. Estaría mejor si se hubiera pagado con pólvora propia de cada político. Igual no hubiera dado ni para un gotelé.

Saludos

César dijo...

Yo en este caso, no me duelen prendas, y en cuanto a la magnitud del costo de la obra, estoy totalmente de acuerdo contigo. No hay artista en el mundo que valga mil millones de pesetas. Dejémonos de tonterías. Ya no entro en si tiene o no que opinar de esta o aquella manera. Pero por los clavos de cristo, con mil millones de pesetas vivían mil pintores de Gotelé durante un año.
Que ya sé que eso es arte, pero es tan abstracto..

Winnie dijo...

Para cúpulas que le preguntase Anne Germain a Miguel Angel jaja Un beso y buen finde

Noumenadas dijo...

El tal Barceló se nos pone de ejemplo de sí mismo (operación retórica que todo progre, tarde o temprano, regurgita a la primera de cambio), calificando lo que le dicta el testimonio de su propia conciencia: él es la estafa misma que alcanza el paroxismo, la crisis del Arte, una cosa vomitiva, ciertamente, y el delirio de la estupidez progre, ávida siempre de proclamar a su secuaz más estólidamente desaliñado y andrógino, como a uno de los añorados profetas del anticristo. Almodóvar lo es en cine y cierto regista de IU, que presentó una vez un Don Giovanni de Mozart, chutándose por las esquinas, también lo es -la crítica se lo hizo mirar- al decir que lo mismo da una ópera de repertorio que una "danza Watusi" (sic). Y lo cobraba tan bien el tío como el Barceló o el Marías, pongamos por caso.

La progresía es así de "chic", así de "snob". O al menos lo pretende y anda continuamente pergeñando sus propios mantras y metiéndolos de matute en los imaginarios colectivos, incluso peperos, que de todo hay en el proteico mundo de la cultureta. Pero no son más que lo que Barceló: "fakes", mindundis con más cara que espalda, prestos y raudos a alimentar a la ignorancia y a la temeridad, que no sabemos cuál de las dos es más glotona de presunción e insidia.

No; basta con saber lo que es pintar para darse cuenta rápido de la trola marinera de estos espantajos. De la Catedral de Palma, ni hablemos: que los moséns están megaencantados con pintorcillo tan divino de la muerte.

Excelente post. Un saludo.

Helio dijo...

No voy a entrar en la calidad de las obras del Sr. Barceló por que no las conozco.
En cuanto a la famosa cúpula de Ginebra que solo he visto en imágenes me parece algo absurdo y mas absurdo me pareció la cantidad pagada por realizarla.

Saludos.

Santi dijo...

No si es que yo a lo mejor tampoco estoy de acuerdo en que se gaste semejante dinero en obras de arte para el espacio público, pero vale para todo... para Barceló, para los 94 millones de euros que ha cobrado Calatrava, para los 300.000 que costó la estatua dedicada a Fabra en el aeropuerto de Castellón sin aviones, y podríamos estar así todo el día..
Y es que en este artículo estás mezclando churros con merinas porque a ti, Jose Antonio, lo que obviamente te repatea es que Barceló haya hablado en contra de la unidad de España, cosa por cierto absolutamente lícita y legítima, mal que te pese. Empiezo a entender tu obsesión con Guardiola...

misael dijo...

José Antonio,

Yo también lo veo vomitivo:

Es vomitivo que con fondos de ayuda al desarrollo se pague los fastos megalómanos de la ONU en Ginebra.
Es vomitivo que con fondos destinados a los pobres y provenientes de impuestos de españoles se pague a un tipo 6 millones de euros.
Es vomitivo que España, en aquel tiempo en quiebra oculta, vaya de "pagana" en todos los aquelarres buenistas de zp.
Es vomitivo que zp, como gran totalitario, tenga su artista de cámara, para cerrar el círculo del perfecto ingeniero de masas.
Es vomitivo que se vea con normalidad, por políticos de todas las alas, que se paguen semejantes cantidades de dinero y no se les caiga la cara de vergüenza.
Es vomitivo que el arte se utilice como espolón ideológico.
Es vomitivo que por narices, cualquier cosa que haga, un supuestamente 'reputado' artista no pueda estar sujeto a crítica y pensar que su ideología y su arte no valen un bledo.

Alé, José Antonio, espero que tu comentarista amigo del dispendio de la secta tenga suficientes razones vomitivas