política, literatura, cine, sociedad
(¿Me leíste ayer? Adelante) ¿Y si para estos Reyes, tan Magos como Majos, te pidieras tú ponerte las botas con... mi Libro de los Besos? Te darás un festín, lo sé, el de la imaginación y la sensibilidad, ese banquete que te enriquece y engrandece POR DENTRO, esos alimentos que no se agotan en el momento, pues algunos libros vibran y perduran dentro de ti para siempre. ¿Ilusiones?
#SantosInocentes ¿Queda un sólo niño o niña en España que sin doblez alguno crea que unos Reyes Magos del Oriente, a lomos de sus camellos, de nuevo atravesarán los crudos desiertos, las cumbres heladas y las parameras infinitas hasta meterse por la ventana en su casa y así dejarle alguno de los regalos de los que en su CARTA él o ella les escribirá? Seguro que alguno sí. A esa INOCENCIA me AFILIO yo. Y sí, mi Libro de los Besos es también llamada a la caricia, a esa suavidad e inocencia plenas que sólo los niños conocen, a una cierta elegancia delicada del alma, a un mundo dulce al que sólo se entra por la nariz y desde muy cerca, por el abrazo estrecho, por entre las sedas y las yemas de los dedos, por entre las músicas que te brotan de las manos, sobre el tumulto que te alborota el corazón.
¿Recuerdas esta escena? SOY ESCRITOR. Por 11 e TOTAL, envío incluido, DOS LIBROS, uno físico, por Correos, EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS, (152 pgs, amores y humores, sentimientos e ironía, desengaños e ilusiones, versos y besos, ternura) y otro por internet, que lo puedes leer en el móvil o en el ordenador, o imprimirlo tú, si quieres, AMOR Y DESEO EN EL CINE, 157 pgs, cómo tratan y reflejan el AMOR y el DESEO –no son lo mismo- películas como El Padrino, Memorias de África, Los Puentes de Madison, El graduado, Perros de paja, Thelma y Louise, Kika, Eyes Wide Shut, Los muertos, Lo que queda del día, Enamorarse, Love actually, Blade Runner, Paris-Texas, Ojos negros, Deseando amar, Taxi Driver, Love Story, La dolce vita, Robin y Marian… ¿Recrearlas, desentrañar por escrito sus claves y escenas más emocionantes? ¿Comentarlas luego, en este Muro, conmigo? Cualquier duda, consúltame, please.
Es que es la pura verdad: sólo personas de una muy especial y generosa sensibilidad expresan HOY en día su afecto a otras personas regalándoles –o regalándose- el LIBRO –bueno, bonito y lo otro- de un escritor sin Nombre, en penosa lucha por no morir como escritor en el intento, al que de verdad estiman. Así es que a esos pocos, a esos "happy few", a cada uno y para cada uno de ellos, mis más rendidas GRACIAS, mis más dedicados BESOS.
(¿Me leíste ayer? ¿Sí? Ah, bueno, entonces, vale)
Como cuando el Cumple, lluvia de buenos deseos sobre mi chola de personas que de mi penosa lucha passan. Pero… se supone que me conocen, que en algo me estiman. ¿Y yo? ¿Feliz Navidad? Puede serlo, sí. Me parece que no me entienden. Menos me comprenden. O me entienden de sobra y les da igual. ¿Me querrían hipócrita? No me sale. Soy sólo un escritorcito sin Nombre que no encuentra el camino del Portal. En fin, Feliz Nochebuena y Feliz Navidad para todos y cada uno de quienes de verdad alientan mi Libro de los Besos. Besos.
La buena poesía, el buen poema, es también como un bombón: breve pero muy intenso, mejor sólo uno al día, paladeándolo en la boca sin prisa, llenándotela de su aroma, ese estallido de sabor ahí, pintándote un poco la lengua, anegándotela, comunicándote su delicado sentir, que es un cantar, el dulce suspiro a que te mueve, hmmm, pero qué rico… y a continuar luego ya con lo que queda del día... o de la noche, tan feliz.
Lo que #loteriadenavidad une, ni lo une ni lo separa nadie más. Fíjate: incluso las personas que dentro de un grupo –por múltiples razones- no se hablan, con ocasión del décimo del Sorteo, ahí los tienes, bajándose de la burra del mutismo y de la antipatía, prestos incluso a coleguear un poco por la cosa. No vaya a ser que… Estaría bueno que… ¡Milagro! La Lotería es la misteriosa religión que ese milagro obra! A mí, ponme a prueba si no me crees, me haría muchísimo más FELIZ el que cincuenta lectores me encargaran cincuenta ejemplares, dedicados, de mi Libro de los Besos (10 e envío incluido), a que me tocaran cinco mil euros en la Lotería. Pero, la verdad, no sé si esta lotería mía me va a mí a tocar.
Adiós a Antonio Burgos, DEP, gran escritor y genial columnista, a todo el arte literario y a la gracia que en su escritura deslumbran, heredera directa de nuestro inmenso Siglo de Oro. A años luz, y a años palabra él y su trabajar de orfebre, de toda la tropa de mediáticos y meméticos saltimbanquis graciosetes, folloneros y tiktokeros del hoy. Cuánto aprendimos con sus escritos, cuánto con su fino arte disfrutamos. Qué escalofrío anoche al enterarnos. Como no era izquierdista, y como manejan casi en monopolio estos la Dispensación de Títulos y Honores, y como la derecha social respalda apenas las obras literarias de los creadores propios –de las de los sin Nombre ya ni hablamos- bien pocas distinciones, por comparación con tanto ágrafo en los MEDIA triunfantes hoy, para su grande mérito tuvo. Se nos va desapareciendo con él delante de nuestros ojos un mundo en el que los columnistas de los periódicos tenían que ser cultos, tenían que ser escritores. Gracias por tanto, Don Antonio Burgos.
En la lotería de Navidad todo lo más que te puede tocar es… dinero. Sólo es vil metal, chaval. Se trata, en resumen, de que muchos ponen un poco de dinero para, sólo a sorteo, darle mucho Dinero a unos pocos. Acumular y concentrar la Riqueza, vamos, en las antípodas de la redistribución. El que de dinero en esencia trata la lotería es lo que por todos los medios la publicidad enmascara. La de Navidad además, como pórtico a Fiestas en el principio religiosas, como que, uff, qué extraño todo, ¿no? Extraño también el que sea indisociable ese sorteo dinerario a tantos recuerdos, a tantísimas ilusiones compartidas… por que te toque Dinero. La lotería de Navidad más aún, al incrustarse estratégicamente en el calendario al final de un Año y al Inicio de otro -año nuevo, vida nueva-, otra convención, como la del Dinero. ¡Tantas cosas con esa misma emoción e ilusión podrían también hacerse juntos!
Mi libro lo componen 62 poemas. Y es lo bueno y la ventaja que estas poesías tienen el que se adaptan muy bien al sinvivir vertiginoso del presente, al tiempo sin tiempo que todos llevamos hoy dentro, porque, en un viaje, en un rato, en un tiempo muerto, zas, apagas la tele, lo dejas todo, te lees un poema, just a minute… cierras los ojos, lo sientes, lo piensas, sonríes, suspiras… y puedes ya dejar el libro ahí, a otra cosa, mariposa, a otra dulzura, criatura, a otra danza, templanza, que pronto habrá otro sagrado momento para leerte otro poema, diferente y similar a la vez, sin tener que acordarte de por dónde iba el otro, ya tú sabes.
(La ternura de las sábanas sobre la mejilla en medio de la gélida mañana. Así mi Libro de los Besos. 152 pgs. 10 e envío incluido. Contáctame, va. ¡Viene Navidad!)
Pocas veces como en el presente caso
Alsasua, incluso contra la descripción probada, también judicialmente, de los
hechos –la paliza en masa izquierdista furiosa a dos guardias civiles y a sus
novias en un bar- habrá podido verse con más nítida obscenidad, ante la
práctica incomparecencia de la derecha, la aplastante hegemonía que sobre la
Cultura y la Opinión Pública –esto es, en el decisivo dominio sobre las
conciencias y sobre las significaciones- mantiene la izquierda entre la
sociedad española, así como la opuesta orientación que ante las mismas los
respectivos mundillos socio-políticos presentan.
Así, mientras la izquierda cultural
con este caso ha levantado, amén de una ingente propaganda política pro domo
sua, es decir, filoetarra -que incluyó la estelar invitación de Podemos en
Cortes a familiares de los apalizadores reivindicándoles-, varios libros, una lujosa y
muy promocionada Serie emitida en la Televisión Pública de la Comunidad
Autónoma Vasca y una poderosa Obra de Teatro, estrenada en el Teatro Arriaga de
Bilbao y con éxito por más teatros allí expuesta… que incluso a principales
Salas, generosamente subvencionadas por fondos públicos de Autonomía y Ayuntamiento,
del mismo Madrid, capital y escenario de tantos horrores etarras, ha llegado. Del
otro lado, sólo un libro, escrito por la madre de uno de los guardias
agredidos, en una editorial casi desconocida y sin recursos publicado, que ha
pasado, con razón, desapercibido: “La noche que cambió mi vida”.
Es decir, de un lado, el machaqueo,
bárbaro y sutil a la vez, de unas ideas, y el atronador silencio desde el otro,
que a lo sumo les obliga a presentarse luego, siempre en negativo, como
represores o censores, en vez de construir un mundo cultural propio que ante
indecisos y poco informados al dominante confronte. Como si en la izquierda,
Jefes y bases conocieran de sobra el valor de lo Simbólico y se aglutinaran Acorazados como Comunidad en torno a él, mientras que en la
derecha, Jefes y bases, ejército de Pancho Villa, se permitieran desconocerlo. Por tan brutal y abismal
contraste se explican tantas cosas, claro.
El entretenimiento, en su más noble acepción, es algo demasiado serio para dejarlo sólo en las manos de los de la Telebasura. Es elevarse, es enriquecerse por dentro como persona, deleitándose al paso. ¿Regalar por #Navidad2023 el Mío Libro de los Besos? 10 e envío incluido, va, échame un cable, échame una mano, amigo/a, que vienen Navidades a verte, plis, te va a gustar. Y a quien se lo pases, también, estoy seguro.
Al muá mismo, para qué irse más lejos, si cada día a mis labores de escritura aquí entregado me ves y me lees. Siéntame a tu mesa, sí. Puestos ya, a tu sillón favorito. Tómame entre tus manos y devórame, anda. Lee mis versos, que son lo mejor que soy y tengo. Me sentiré calentito, me sentiré mejor. Yo, escritor sin Nombre, te lo agradeceré mucho. Es posible, algo me conoces, que también tú un poco lo agradezcas luego. Obra de Beneficencia… y de Cultura, en el más grande sentido que ESTAS PALABRAS pueden encerrar, eso es cuanto tú harías.
Bastante nos ningunea ya de por sí la vida para que ni siquiera podamos en nuestra covacha enarbolar entre las manos, las mismas con las que escribimos, vibrante y pujante, sensible y patético, a la vez todo eso, el YO. "Impresionante marketing", me ponía aquí el otro día una persona, no sé con qué intención, pues nada más añadió. ¿Impresionante? ¿Marketing? Las palabras escritas, de la mano de un sin Nombre, no impresionan hoy NADA. Hoy impresionan, arrastran, vencen y convencen la Fama, lo Metrosexual, lo chusco Audiovisual. Más bien escribo yo con la autoridad que da el chasco carrasco, eso digo, con el prestigio que da el olvido de muchos "amigos" que me leen y que me siguen, que me prometieron pedirme mi obra y, ay, -se ve- lo olvidaron. Ergo, lo que se dice impresionar, mi ventanita aquí impresiona poco, y como decía el otro, lo poco que impresiona, lo impresiona poco. Así es que le daríamos entonces la vuelta al célebre agit-prop electoral: "¡ES LA POESÍA, SENSIBLES!".
Queridos Reyes Majos:
La literatura es la música por otros medios.
Este escritor sin Nombre, por razones obvias, cree mucho, y quiere creer mucho, en el llamado “espíritu de la Navidad”, en esa elevada apertura hacia la generosidad y la nobleza en los corazones de las buenas personas que le siguen y aprecian con motivo de estas Fechas. (Se cumplieron de nuevo los tristes augurios del ayer: la AVALANCHA de genéricas FELICITACIONES por mi Cumple… y la amarga constatación de que la inmensa mayoría NO ME LEE, luego, no desea de verdad mi muy módica felicidad. Para qué entonces...¿Se comprende bien lo doloroso que para un escritor sin Nombre esto es?)
(GRACIAS a cada persona que, pidiéndomelo, le da la mano a mi Libro de los Besos, tan importante para mí. Gracias a cada persona que, solicitándome un libro mío, una de mis criaturas, me hizo así sentirme escritor) La celestial Comunidad de las Redes, que es la más educada del mundo –al menos los casi 5000 que somos aquí amigos- vuelve con el ala a tocar en mi cristal, a derramar sobre mi mocha, y para mí dedicados, mil y un genéricos deseos de FELICIDAD. Pero aquellos que el vuelo refrenaban, tu hermosura y mi dicha al contemplar, ¿DE VERDAD ME LEERÁN? ¿LEERÁN COMPLETO ESTE TEXTO? Peor aún, ¿harán como que no lo leen? Porque mi dicha, real y concreta, sencilla y discreta, bien fácil es de materializar: si tienes que hacer, o que hacerte a ti mismo, un regalo, porfa, acuérdate de mí y regala, regálate, mi Libro de los Besos (10 e envío incluido). Quedarás bien con esa persona, estoy seguro; le regalarás a ella, te regalarás a ti, me regalarás a mí. Recuperaré así el dinero arriesgado por el muá para la edición de este delicado libro. Tampoco pido tanto, ¿no? Sería mi verdadera felicidad, escrito queda. Merci beaucoup.
Verás qué bonito es. Y la clara Comunidad de las Redes, que es la más educada del mundo –al menos los casi 5000 que somos aquí amigos- volverá mañana con el ala a tocar en mi cristal, a derramar sobre mi mocha, y para mí dedicados, mil y un genéricos deseos de FELICIDAD. Pero aquellos que el vuelo refrenaban, ¿DE VERDAD ME LEERÁN? ¿LEERÁN COMPLETO ESTE TEXTO? Peor aún, ¿harán como que no me leen? Porque mi dicha, real y concreta, sencilla y discreta, bien fácil es de materializar: si tienes que hacer, o que hacerte a ti mismo, un regalo, porfa, acuérdate de mí y regala, regálate, mi Libro de los Besos (10 e envío incluido). Quedarás bien con esa persona, estoy seguro; le regalarás a ella, te regalarás a ti, me regalarás a mí. Recuperaré así el dinero arriesgado por el muá para la edición de este delicado libro. Tampoco pido tanto, ¿no? Sería mi verdadera felicidad, escrito queda. Merci beaucoup.
El mejor REGALO del mundo sigue siendo un buen LIBRO: este mío es precioso, personalmente dedicado para ti y nada caro. 10 e envío incluido. Para tu imaginación, para tu sensibilidad, para tu generosidad. Regálatelo, regálalo, apóyame, va. 152 pgs. En las personas que saben valorar y alentar el trabajo bien hecho reside la esperanza de un mundo mejor, más humano y hermoso. Los escritores sin Nombre hemos de tener la esperanza, viva y ardiente, puesta en esa inmensa minoría de personas atentas y generosas que aún quedan, ¿no?
Sí, mi Libro de los Besos, 10 e envío incluido, es también convocatoria, llamada a la caricia, a esa suavidad que sólo los niños conocen -ese niño que los mejores adultos jamás sepultan-, a una cierta elegancia delicada del alma, a un mundo dulce al que sólo se entra por la nariz y desde muy cerca, por el abrazo estrecho, por entre las sedas y las yemas de los dedos, por entre las músicas que te brotan de las manos, sobre el tumulto que te alborota el corazón.
No habrá ojos humanos que alcancen Fulgor comparable al de los ojos de Concha Velasco, carbones vivísimos prendidos desde el fondo mismo de sus cuencas. Todos los palos del Arte con que se atrevió, todos desde ellos los incendió, todos los bientocó. Trabajo y talento. Más esos ojos negros, diamantes chisporroteantes al sol de Castilla bruñidos. Hasta siempre, Concha Velasco.
La otra tarde me decidí a hablarle de mi Libro de los Besos a un treinteañero fortachón con el que a veces coincido en el pádel. Con aires displicentes me dijo: Yo sólo leo cosas de finanzas virtuales…y ¡de crecimiento espiritual! Toma, toma mix, pensé para mí. Alto ahí, ¿crecimiento espiritual, has dicho, chaval? ¿Afinación y elevación de las potencias del espíritu, de la finura de la sensibilidad, a eso tú te refieres? Mi Libro de los Besos te vendría entonces que ni pintado, hombre. Pero la bruta displicencia suya en medio de la fría tarde es que por completo me paralizó. En fin, es lo kai.
“Te repites demasiado para vender el libro. Regálalo, pronto es Navidad”. Esto me ponía el otro día una buena mujer por redes. No sé, me hizo gracia. ¿Que me repito? Lo sé. Acaso deba entonces repetir de nuevo la explicación de la repetición: como decía Don Quijote cuando lo llevaban enjaulado ¡Sé quién soy! Quiero decir: durante muuuuchos años GRATIS ET AMORE urbi et orbi he puesto –con sumergirse un poco ahí abajo están las pruebas, se pueden disfrutar- un sinfín diario de artículos, reseñas, relatos, crónicas, poemas, pequeños ensayos... Sé que valen. Lo seguiría haciendo así para quienes de verdad me estiman y alientan mis libros. Para quienes de ellos passan, no, la verdad; no me parece ni bien ni razonable el seguir dándolo, haciendo además más Ricos de paso a los Amos de las Redes llenándoselas de buenos contenidos. Esta es mi covacha, es tan sencillo como ignorarme. ¿Vender mi Libro de los Besos? ¿Promocionarlo con arte? ¿Hablar del mismo, que es lo mejor que tengo y que soy? Claro, lo intento, esa es mi ilusión: recuperar los dineros que me costó editarlos, que yo no tengo ni Padrino, ni Contactos, ni Enchufes que me valgan. ¿Que lo regale? Eso sí que no, no-no-no-no… Es mi trabajo, es mi dignidad. Puedo convidarte a un café, cuando quieras, but regalar mi libro, eso sí que no. Feliz Navidad, eso sí que yes.
“… Puede que no sea muy listo, pero sé lo que es el amor”. (Forrest, a Jenny, en “Forrest Gump”).
Se me confirmó ayer el adagio de André Gide que reza que el mundo no funciona sino por el malentendido. Escribí que mi Cumple, el aniversario de este escritor sin Nombre, y las Navidades andan ya ahí, a la vuelta de la esquina. Y que “yaque” recordaba que… eso, que mi Libro de los Besos, 10 e envío incluido, es muy bonito. Y que si quieres de verdad, no por ritual, mi felicidad, tampoco pido tanto: si tienes que hacer, o que hacerte a ti mismo, un regalo, porfa, acuérdate de mí y regala, regálatelo. Quedarás bien con esa persona, estoy seguro; le regalarás a ella, te regalarás a ti, me regalarás a mí. Merci beaucoup. Esto es, me ponía la venda antes de la herida. GRACIAS a cada uno de los que ya me felicitaron. Ojalá el malentendido se convierta en un BIENENTENDIDO.
Cómo decirles a los que aquí me valoran, con mi Cumple y las Navidades al acecho, esa exacerbación de miles de ¡FELICIDADES! al aire espolvoreadas, que, si de verdad quieren la dicha de este escritor sin Nombre, tampoco pido tanto, ¿no?, aquí va la mía flor: si tienes que hacer, o que hacerte a ti mismo, un regalo, porfa, acuérdate de mí y regala, regálate, mi Libro de los Besos (10 e envío incluido). Quedarás bien con esa persona, estoy seguro; le regalarás a ella, te regalarás a ti, me regalarás a mí. Merci beaucoup.
Es más que elemental, querido Watson: ¿de quién va a depender hoy en día, en época como esta, tan aciaga para libros de escritor sin Nombre, sin Enchufe, sin Padrino –gente hay que te hace sentir como vendedor de polvorones en desierto-, la suerte de su Libro de los Besos, 10 e envío incluido? Del impulso que le brinden quienes le aprecian y estiman como escritor. Ni más ni menos, que decía la rumba aquella.
Me dijiste que sólo le pedías libros a escritores guapos… pero que conmigo harías una excepción. No me mires, únete… únete a los que ya han leído EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS, 10 e envío incluido. No sé, he pensado que a lo mejor te gustaría tener el recuerdo vivo de lo mejor mío: estos versos emocionados y emocionantes contigo. Que sea PARA TÍ este escritor sin Nombre que aquí lees algo más que una bámbola.
Mis versos son de los que se entienden. De los que, sobre todo, se sienten. Es que nunca me sale ese tipo de poesía intelectual, o filosófica, o tan surrealista que no haya cristiano, ni budista mahometano, que la entienda: tampoco desahogo vulgar o elemental, ni fragmento de estampita cursilona y falsa; sí he buscado en este LIBRO la poesía de los sentimientos hondos, de los quereres o malquereres sinceros, romántica de verdad, la que funde y confunde la belleza y la ironía también de la vida sentimental, la que exprime con arte esos momentos especialísimos que nos llenan de alegría, o de tristeza, o de asombro, o de regocijo, la que te transporte todo ese depurado sentir que también tú alguna vez has vivido. Una poesía que mueva a ser silabeada al momento de ser vista, a ser deletreada en voz alta o en susurro. A ser en tu boca pronunciada.