Dijo Verónica Forqué en EL PAÍS (9-3-2018):“Me obligo a LEER, porque Netflix y Movistar enganchan mucho”.
Muy bien dichas las dos cosas, Verónica. Si acaso debió añadir –nadie es pluscuamperfecto- LEER... LIBROS, porque desarrollan y mantienen fértil la imaginación. Lo audiovisual apabulla, aplasta, nos postra. La lectura de libros nos catapulta, eleva y tensa nuestra facultad sensitiva. Ah, y leer en las redes sociales sobre la pantallita no cuenta, eso es más que nada escaneo y picoteo visual. Leer es otra cosa. Es, en efecto, poner los cinco sentidos en ello. Aunque sean sólo diez minutos al día. Hay que obligarse a leer, como a los niños les decimos -las Sociedades de la Telebasura nos infantilizan-, hay que autoimponerse ese deber. ...Matar marcianos, alinear peras con manzanas, fisgotear obscenidades de figurantes de reallity, en fin, picotear aquí y allá los mil y un jueguecitos que las pantallas a todas horas proponen, actividades difusamente placenteras todas, que apenas NADA exigen de su consumidor, hacen de la LECTURA, por comparación, una actividad en apariencia aburrida. ¿Has visto en los últimos veinte años a alguna Celebritie, espejo en el que se miran y remiran las muchedumbres replicantes, con un libro-libro bajo el brazo? Y es que todos los elementos intelectuales que la lectura implica y demanda resultan contraindicados a las diversiones reinantes: las palabras escritas, los cientos de páginas con palabras compuestas solo, son ya en sí una abstracción, que necesitan por tanto una interpretación, es decir, una mediación, una distancia, y leer EXIGE una ardua cadena de actividades cerebrales en desplegado proceso y sistemático ejercicio, uff: concentración mantenida, intimidad, silencio, paciencia, imaginación… y, a poco que en la lectura se avance, criterio, reflexión, sentido y SENSIBILIDAD, en fin, cierta elevación espiritual para ser capaz de degustar y enaltecerse intelectivamente, y crecer así por dentro con lo que no dejan de ser frutos del espíritu, los libros -sobre todo los mejores, claro-. La lectura, lo que la misma supone y necesita, está hoy, diríamos, sentenciada. Por eso SE NECESITAN PERSONAS capaces de ir contra esa corriente mayoritaria hacia la burricie, hacia la molicie).
para aprovechar y leer buenos libros. Yo, escritor sin Nombre, sin Padrino, sin Contactos, los tengo buenos, bonitos y divertidos. SOY ESCRITOR. 111 ROSAS, HUMOR, EROTISMO, AVENTURAS, SENTIMIENTOS, 301 pgs, 10 E, envío incluido. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ. Contáctame.
ARGUMENTO: Un cincuentón, un poco a la deriva en el nuevo orden amoroso, buscando su lugar al sol: Ironía siempre, belleza y caos, ilusiones y ternura, risas y lágrimas, amores y traiciones... la VIDA a chorros, a corros, a morros.