Cada vez más personas que no hace tanto tenían la costumbre de leer libros… la van perdiendo. Se embrutecen por dentro, empequeñecen su mundo, achican su mente. ¿Se dan cuenta?
política, literatura, cine, sociedad
Cada vez más personas que no hace tanto tenían la costumbre de leer libros… la van perdiendo. Se embrutecen por dentro, empequeñecen su mundo, achican su mente. ¿Se dan cuenta?
"Llevábamos con nosotros una ilusión que casi nos dolía en el pecho. Hmmm, aquel larguísimo viaje hacia Alicante. Quizás... ". (pg 27).
Nos esforzamos, perseveramos, porfiamos, nos aferramos a nuestra mejor y más humilde ilusión, soñamos con verla cumplida, eso es. Un poco niños, sí… Anteayer, a propósito de lo que escribí sobre la mujer que lloraba por sus pesetas, Magda, que es psicóloga educativa, en el Muro me puso… “Por cierto, qué bien escribes…”. Por cierto también, ella no puede saberlo, claro, pero el que entonces, al leérselo, lloró fui yo. Y ayer, Desiderio, que tuvo a bien pedirme el libro y a a quien no tengo el gusto aún de conocer en persona, que es Eminencia en Salud Mental, a propósito de mis 111 ROSAS sobre mi Muro escribió: “Una maravilla de libro”. GRACIAS.
Tenemos más tiempo libre. Hay más luz. Sólo son 10 e, envío incluido. Mis 111 ROSAS, va. Te lo envío personalmente dedicado. Son 301 pgs de humor, aventuras cotidianas y sentimientos a raudales. Dame un ME GUSTA y te informo sin compromiso. Estoy seguro que sonreirás con él, que te gustará, que te dará que sentir y que pensar. Su argumento: la vida se nos ofrece a menudo maravillosa. La vida muchas veces nos resulta también odiosa. La vida es siempre AGRIDULCE. Eso es lo que he querido yo reflejar y recrear a través de 111 BUENAS HISTORIAS –bajo el hilo conductor de un ingenuo soñador y a la deriva en el nuevo orden amoroso- en mis 111 ROSAS.
Las llevaba en una bolsita de esas que dan en las farmacias, más de a medias llena. Bien agarrada la bolsa. En el gran patio del Banco de España –mármoles y vidrieras altísimas, parecíamos hormiguitas allí- aguantó la mujer con paciencia su turno en la cola. Una mujer del común, como tú, como yo, enmascarados todos ahora, ya sabes. Soltó al fin todas aquellas pesetas sobre la mesa del cajero que le tocó. Este, enguantado, tras unos segundos de examen, con voz metálica le dijo que… como eran pesetas anteriores a no sé qué año valían todas… NADA. Pero… acertó a decir la mujer. Se le humedecieron al momento los ojos, como estaba cerca lo vi, sí. El cuerpo se le encogió, como si acabaran de darle un golpe que no esperaba, un mazazo íntimo muchísimo más que material: como si todos los años vividos que en aquellas pesetas se aquilataban de golpe el Banco de España los hubiera declarado ilegales, como si la dignidad de su pasado hubiera sido por completo malbaratada y despreciada. Ella misma las recogió como pudo. Seguí con la vista sus pasos. Esperando un milagro probó suerte la mujer con un nuevo cajero de otro departamento, cien metros más allá. Tras los espesos cristales, el nuevo cajero negó con la cabeza. Vi a la mujer de espaldas que, con brazos caídos y pasos arrastrados, abandonaba el gran patio. Ostras, daba pena.
El solsticio de tus besos ahora
¡Cómo le gusta a este escritor sin
Nombre que le envíen sus lectores la foto con su libro! Nunca a cada uno de
ellos se lo agradeceré bastante. Que además de pedírmelo y pagármelo -10 e
envío incluido- se molesten encima en retratarse junto a mi obra, junto al fruto
florido de mis mejores desvelos. Eso es, sosteniéndola entre sus manos. Es para
mí muy emocionante. Es el testimonio y la prueba palpable de que aprecian mi
trabajo, y les gusta y lo impulsan, y me alientan y recuerdan así que ando ya
un pasito más cerca de poder cumplir mi, te lo aseguro, muy humilde y discreto
sueño: que mis 111 ROSAS no se pudran del todo bajo las cunetas del desprecio y
el olvido. Gracias hoy a Paqui Soto, por la sensibilidad y la generosidad
extremas que en ella se atesoran. Gracias a cada uno de los que impulsan mis
111 ROSAS, amigos.
#LeerLeerLeerEsUnGranPlacer Siempre es buen momento para aprovechar y leer buenos libros. 111 ROSAS, HUMOR, AVENTURAS COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES, 301 pgs, 10 E, envío incluido. Contáctame. Lo envío yo, personalmente dedicado para ti. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ. ARGUMENTO: La vida se nos ofrece a menudo maravillosa. La vida muchas veces nos resulta también odiosa. La vida es siempre AGRIDULCE. Eso es lo que he querido yo reflejar y recrear a través de 111 BUENAS HISTORIAS –bajo el hilo conductor de un ingenuo soñador y a la deriva en el nuevo orden amoroso- en mis 111 ROSAS.
En las redes por norma se empieza
pidiendo amistad, que es bien bonito eso, yo te pido tu amistad y te ofrezco la
mía, de forma que, en principio, cuantos navegamos sus aguas azules somos unos
de otros amigos todos. Resulta luego ese impulso inicial un poco falso, claro.
En las redes sociales, o asociales, no sé bien qué son más, como en la vida
misma, hay personas –no es preciso para ello pensar igual en todo- con las que
intuitiva y naturalmente conectas, esto es, te entiendes, te aprecias, te
comunicas y mutuamente así con ellos te enriqueces, nunca te cueces. Y hay
otras que… en fin, que te dices eso, con “amigos” así para qué quiero de los
otros. Y aunque la cinta continua y supersónica de pantallitas en que las redes
consisten amenace con desintegrarnos la perspectiva y la memoria propias,
también como en la misma vida, aún no las hemos perdido del todo. Que nos
acordamos, vamos. Que el misterio y el milagro de la comunicación, pese a la
distancia, así son. Y son esos pocos, en estos Tiempos Bárbaros para los
libros, los que nos mueven a seguir en
la brecha.
SOY ESCRITOR. #LeerLeerLeerEsUnGranPlacer
Siempre es buen momento para aprovechar y leer buenos libros. 111
ROSAS, HUMOR, AVENTURAS COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES, 301 pgs,
10 E, envío incluido. Contáctame. Lo envío yo, personalmente dedicado para ti. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ.
ARGUMENTO: La vida se nos ofrece a menudo
maravillosa. La vida muchas veces nos resulta también odiosa. La vida es
siempre AGRIDULCE. Eso es lo que he querido yo reflejar y recrear a través de
111 BUENAS HISTORIAS –bajo el hilo conductor de un ingenuo soñador y a la
deriva en el nuevo orden amoroso- en mis 111 ROSAS.
El invierno de nuestro descontento escribió una vez Shakespeare insuperable. ¡Sea este, en el que ojalá podamos ya abrazarnos de verdad y de verdad estrecharnos las manos, el verano de nuestra alegría!, a pesar de tanto apocalipsis nos decimos now. ¿No enarbolas, a la vista de tanta luz y de cielos tan altos, al oído embriagador del pulso loco de las noches estivales y sus deliciosas danzas, siquiera una pequeña ilusión? Pasa entonces por un ambulatorio y diles, si alguien hay allí, que te tomen la tensión. Puede que sin saberlo andes muerta/o en vida. Así que eso, ven, acerca el oído, ¿sabes cuál es ahora mi minutísima ilusión? Pasar, no otro, este verano contigo. Mi gran ilusión, qué digo.
#LeerLeerLeerEsUnGranPlacer Siempre es buen momento
para aprovechar y leer buenos libros. 111 ROSAS, HUMOR, AVENTURAS
COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES, 301 pgs, 10 E, envío incluido. Contáctame.
Lo envío yo, personalmente dedicado para ti. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ.
RESUMEN: La vida se nos ofrece a menudo maravillosa.
La vida muchas veces nos resulta también odiosa. La vida es siempre AGRIDULCE.
Eso es lo que he querido yo reflejar y recrear a través de 111 BUENAS HISTORIAS
–bajo el hilo conductor de un ingenuo soñador y a la deriva en el nuevo orden
amoroso- en mis 111 ROSAS.
Ya llegó el verano
Quien bien te quiere... te hará LEER.
Toda la gracia y la atracción, el vértigo que levanta un airoso MOÑO dimana, creo, de la implícita promesa que alberga el mismo en que seas tú el Elegido que lo desenrosque, que lo libere, que dé rienda suelta a su caudal ... y que ya desplegado, desatado, bravío, al cabo te envuelva y confunda ese torrente el melón, so melón. Y yaque rodearte con besos el cuello, claro.
Nos esforzamos, porque creemos que con el trabajo vendrán los resultados. Perseveramos, porque confiamos en que quienes nos siguen y aprecian nos darán al fin su aliento. Porfiamos, porque tenemos esperanzas, más que en la Gente, en algunas Personas. Queremos creer todo esto así. Lo soñamos, sí. Nos aferramos a esa ilusión, eso es todo. Como niños, ya.
Cuando acabamos de disfrutar un libro, una peli, una obra de arte que por completo nos ha entusiasmado, que nos ha extasiado… no sé, deberíamos SUSPENDERLO TODO, NO EXPONERNOS durante un buen plazo de tiempo –siete días al menos en absoluta soledad y oscuridad, quizás meternos y quedarnos en una cueva bien profunda sería buena idea- a cualquier otro estímulo, a cualquier otro surtidor de sentidos, a fin de que la CRUCIAL experiencia y el MARAVILLOSO contenido recién obtenidos, adentrándose únicos y crujientes, enteros, se posaran lentamente, se adensaran, permearan, impregnaran a conciencia –nunca mejor dicho- y con plenitud todos y cada uno de los recovecos y de las circunvalaciones cerebrales de nuestro pensar y de nuestro sentir, para que allí SE ALOJASEN PARA SIEMPRE fertilizándolos y colmándolos, y no envolver y mezclar de inmediato ese éxtasis espiritual, así empequeñeciéndolo, disolviéndolo, olvidándolo, entre la ristra habitual de imágenes chocarreras y bobadas en pantalla continua en que la vida postmoderna consiste.
Ah, si los escultores son sólo quienes a un bloque de mármol, o de hierro, le quitan lo que le sobra, entonces los músicos sólo son los que mejor descifran el murmullo del viento. ¿Y los escritores? Los que aquilatan en palabras tus más dorados sueños, nada más que eso.
Hacer con el texto del blog lo mismo que hacía mi abuela cada mañana temprano después de encender el fuego y avivarlo con el fuelle para que prendieran las ascuas: arrimarles ya el puchero de barro con el cocido de los garbanzos, y que estos poco a poco, al amor de esa lumbre, se fueran cocinando mientras atendía ella muchas otras labores en la casa y fuera de ella. Dentro del puchero los necesarios ingredientes: garbanzos, fideos, tocino, repollo, chorizo, falda, mondongo, el relleno. Hum, qué sabor más rico tenía todo al final en la mesa, qué trabajadora era la mía abuela. Pues lo mismo, para el blog, ese mismo milagro cotidiano: disponer aquí los ingredientes del Día, yo que sé, una sonrisa, dos ironías, tres besos y medio, cuatro versos, los altos cielos, el pellizco del viento, los colores de tus mejillas ruborizadas, la canela de tu bellezza, un paisaje verde... Ponerlos a la lumbre de una música vibrante para que fuera el blog él solito escribiéndose, desplegándose, cocinándose. Largarme entonces a otras tareas y al regresar al Blog … voilá lector, alguien que me pide un ejemplar, y servirte entonces contentísimo un plato cuyo sabor perdure en tu memoria y en tu corazón para siempre, para siempre. Sí, aquel puchero a fuego lento querría uno poner muy tempranito cada mañana.
Claro que, si no encuentro esas cuantas personas más que me pidan mis 111 ROSAS (10 e envío incluido, 301 pgs de humor, aventuras y sentimientos), no habrá entonces libro mío de poemas. Así de claro, así de crudo y de oscuro. No habrá entonces, si no encuentro esas almas, futuro, no habrán versos, ni besos, ni músicas, ni redes, ni ná ni ná. Se quedarían mis poesías en el ángulo oscuro donde habita el olvido, en agua de borrajas, en pasión inútil, en sueño roto, en flores tronchadas, en arena vana, en nada de nada.
Si mi pluma
Y el otro día, M, muy lectora mía, -también ella por tres veces, con las
tres obras que he podido hasta ahora publicar, como Escritor me ha afirmado-
esto que fue y me escribió en el Muro:
“Ya decidí, José Antonio, leer
una ROSA por día, para saborear y disfrutar ese lenguaje tan tuyo, tan mío, sí,
para que así no se me acaben las ROSAS tan pronto, aunque siempre se puede
volver a leer estos relatos que se te meten tan dentro y que tanto te tocan el
CORAZÓN”.
Y me dijo también que le parecía todo un acierto la división del libro
en 111 rosas o entregas, breves, medianas o más largas, porque ello permitía –y
es importante, creo- una lectura muy LIBRE y relajada del mismo, al conformar
una obra que te permite entrar y salir de la misma a placer, en la que no
necesitas obligadamente recordar lo que en detalle pasó, por ejemplo, en la
rosa 33, porque la consistencia y reverberación interna de la misma se produce
y se consigue por la decantación o sedimentación de las sensaciones y de los sentimientos,
muy reconocibles, que esas divertidas o agridulces aventuras cotidianas como
lector te procuran.
Y como lo que pudiera yo decirle no iba a mejorarlo, le añado sólo…
GRACIAS, M.
SOY ESCRITOR. 10 e mi tercer libro publicado, envío
incluido. #LeerLeerLeerEsUnGranPlacer Siempre es un buen momento para aprovechar
y leer buenos libros. 111 ROSAS, HUMOR, AVENTURAS
COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES, 301 pgs, 10 E, envío incluido. Contáctame.
Lo envío yo, personalmente dedicado para ti. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ.
RESUMEN: La vida se nos ofrece a menudo maravillosa.
La vida muchas veces nos resulta también odiosa. La vida es siempre AGRIDULCE.
Eso es lo que he querido yo reflejar y recrear a través de 111 BUENAS HISTORIAS
–bajo el hilo conductor de un ingenuo soñador y a la deriva en el nuevo orden
amoroso- en mis 111 ROSAS.