El Partido Popular,
contagiado de la ya mítica parsimonia de su Líder Máximo, se aferra a que por muy poco Vox
no consiguiera un europarlamentario, y a que UpyD y Ciudadanos se
definan como “progresistas”, para a
esas cartas y a su sola presencia inmóvil como secular elemento del paisaje
liberal-conservador jugarse todas las cartas de su futuro. Recogerá a lo sumo
así el caudal menguante de un voto inercial, que difícilmente le valdrá para
algo, y defraudará de manera increíble el mandato de la mayoría absoluta que de
la ciudadanía obtuvo.
Siendo uno nada, tras el batacazo disfrazado de victoria arriólica
que trajeron las europeas, aquí expusimos las que nos parecían
elementales generales de la ley que el mismo exigía. (27-5-14)
http://elblogdejoseantoniodelpozo.blogspot.com.es/2014/05/rajoy-tiene-que-remodelar-el-gobierno.html
La opción de Rajoy desde
entonces –en los urgentes capítulos que allí le señalábamos: remodelación ministerial,
corrupción, austeridad de la buena, ejemplaridad
en carnes propias, política de comunicación, apertura a la sociedad- ha sido la
de hacer nada, ni siquiera la
adecuada puesta en valor de la Ruina
de que su gobierno en buena medida nos salvó, alimentando más y más la leyenda
del tancredismo que dudosamente lo orla, mientras cada día más se desciende en
las encuestas electorales.
El desenvolvimiento de los estrepitosos casos de corrupción (tarjetas Black, tesoreros del PP, ramalazos del Gurtel,
Operación Púnica, comunidad valenciana) que en los últimos tiempos más aún han
ensombrecido su imagen, unida a la ausencia de una tajante e indiscutible
reacción contra los mismos, ha acabado por conformar una imagen de marca penosa, tras la que se visualiza a un grupo de
adustos y vetustos profesionales de la Política, de Señores que no se
mezclan con la gente normal, muditos encima –nunca habráse visto ministros tan
parcos- que, a modo de tapón
generacional, obstruyen la
necesaria renovación del Partido en el Poder. Tan contraproducente imagen –un partido
inexistente, enclaustrado, que no se abre a la gente normal que le vota- se hace más dañina para el observador indeciso
al observar la regeneración que en todos los demás partidos de una u otra forma
se ha dado.
Si un juez de la Audiencia
Nacional parece haber acreditado la existencia de dinero negro entre los haberes –al menos en el pasado- del Partido Popular, ¿no se debería, además
de pedir perdón, poner de patitas en la calle a unos cuantos, autoimponerse una sanción ejemplar,
certificar fehacientemente ante los ciudadanos que para nada es ya así, mostrar
en público la contabilidad y las facturas al día, incluso autoexigirse la
propia responsabilidad política en el fraude? ¡Son ustedes el partido del gobierno, el que exige a los ciudadanos los
impuestos y persigue el fraude!
Ni renovación gubernamental, ni primarias, ni debate de ideas, ni
disminución de asesores en todos los escalafones del Poder, ni dureza
implacable contra la corrupción, ni incorporación de jóvenes valiosos que renueven
las abrasadas efigies en las primeras líneas… nada, la opción legendaria ya de Rajoy parece ser la de aguantar. ¿Aguantar qué Titanic? Pues el tiempo se acaba,
señor Rajoy.
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario