(Ojalá puedan las dos desde algún
lugar mejor que éste estar viéndome y leyéndome) Durante el estricto
confinamiento, cuando apenas podíamos salir de casa, este escritor nada famoso
que aquí lees, puso un “Diario del
coronavirus”, de más de 61 textos
y entregas compuesto, artículos, relatos, poemas, como personal contribución
para junto a mis amigos en las redes tratar de hacernos todos más llevadero y fértil el duro encierro. Sentí
que debía hacerlo.
Sí, una “regalía” similar a la
que muchas Celebrities forradas hicieron, para la derretida gratitud de las
multitudes. En fin, ahí está ese diario mío, y sólo sus títulos dan idea del,
para mí, objetivo valor del mismo: Uff, El misterio de los rollos de papel
higiénico, El amor en los tiempos del coronavirus, Aplausos y silencios, Desde
los balcones, Viejos, Eh, tú, chaval, dónde vas, Niños en los balcones, La
medida del tiempo, Dos arcoíris, Un niño
en la cola, Va, Cuentos chinos, Esta primavera, Máscara, mascarilla, Flan,
Rocambolesco y asombroso, Y de repente una chapuza, Saltarnos el confinamiento,
De ninguna manera, Esas personas, El
viejo, el covid y la niña, En casa con el Big Brother, Del hara-kiri al
cachondeíto, Una nueva Edad Media, Peli de miedo, Lo de verdad confinado, La
Pasión de Gibson, Vivir, Desazón bajo la lluvia, Políticos, pudor y peste,
Bergman en peste, Carretera sin manta, Madre Tierra y virus, El sol, La
importancia de ver películas malas, Ideas que parecen buenas, Las rosas y el
Bobo confinados, Sabrina otra vez, Penúltimas trumpadas, Con el sueño cambiado,
Te mandan a la p casa, Amanecer, Esto hubiera preguntado, Me acordé de Ortega
Lara, Sólo un soplo, Apego y desapego, De tanto lavarme las manos,
Particularidad diabólica del covid19, Balcones menguantes, El virus de la
política, Esa suerte no, Terrazas, persianas, cristales, Pádel tántrico, Una
palmera de chocolate, Confinados al cubo, Propósitos para después de la peste,
Tocados, Vuelvo con lo mío, Un sueño políticamente incorrecto…
En fin, que obtuve un montón de megustas
y de meencantas, y
que aquí sigue este escritor nada famoso con sus 111 ROSAS (10 E) en danza y en vilo, esperando que sus mejores amigos
aquí que no lo han hecho, se lo pidan. Ya me gustaría decir otra cosa, la
verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario