Escribíamos el otro día aquí, a propósito del caso Bretón de los Luisgés, que si le quitas a la cosa los 2 Grandes Nombres, a nadie hubiera llamado la atención un "libro" sobre un psicópata y su morbo, que podría incluso haber tenido tras de sí el mismo bastante público, como lo demuestra el que estamos rodeados de libros y de películas así. En mi obra aporto, entre otras, esta prueba: "... Lo del psicópata sueco este, que se cepilló y descuartizó a un pacífico peluquero, que luego acuchilló hasta la muerte a un experimentado policía en Valencia, y que era además escritor, al alimón con otro psicópata sueco, de novelas sobre psicópatas, es ya de siniestra tracapaca... hoy en día, que todo vale, mejor dicho, que lo peor vale más, es más que posible. La prueba son los tres títulos que, estando en la cárcel, logró el prenda en una conocida editorial sueca en distintos años colocar... que digo yo que cuando la editorial volvió y volvió a publicarle el fruto de sus retorcidas meninges es que algo de éxito, es decir, de buena acogida entre la gente, debió encontrar. Así lucen las cosas literarias hoy en día y así...". (pg 184)
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