Pero si insólito resultó el mutis zetapeico, más extravagante aún resultó la milimétrica puesta en escena que de la Derrota hizo Rubalcaba. Porque, hubiera marchádose él a casa tras el Desastre, como Almunia hizo, pondríamosle aquí el Sin ti no soy nada de Eva Amaral en la honrosa retirada y en mucho se dignificaría su enteca figura. Pero Rubalcaba, siempre con la factoría de sus producciones a cuestas, donde debía figurar la Derrota, Señora de la Guadaña, presagio siempre de lo fúnebre, situó a una espléndida adolescente, una Lolita de una carnalidad desbordante, emblema siempre de la vida renovada. Toma mi mano y tu tiempo, lector, y saboreemos paso a paso, si es tu gusto, el trato y el truco rubalcabo.
Entre vítores entra a la concurrida sala el Candidato que acaba de obtener los peores resultados de su partido en la Historia. Sonríe él mismo ante las cámaras, casi como si ante una celebración estuviéramos. Lleva escrito un discurso que se dispone desde el atril a leer. Pero antes hemos visto ya el escogido grupo humano que como fondo a sus palabras se nos “propone”.
Cualquier experto en mass media sabe que, en la civilización icónica actual, es ese fondo, el haz de connotaciones que el mismo desprende, más que el propio texto lo que el espectador capta, lo que el emisor sobre todo formula. Es un grupo de gente normal, reconocible, “casual people” pues, que con su “humanidad” rodeara y contaminara de la misma al Candidato –no un frío panel- pero formado en su mayor parte por mujeres –en doble alusión al propio spot de la asistenta del niño British y a la rivalidad que Chacón, en tanto que mujer, por detrás de los mimitos, le opone- deseosas de escucharle, como si de un mitin más se tratase.
Nadie del Partido comparece con él en el estrado. No necesita cortejo de asistencia para la propuesta que va a desarrollar, pues de nada piensa dimitir. Ni siquiera la directora de su campaña, Elena Valenciano, que desde un lateral supervisa el desarrollo del acto. Claro que tampoco convendría que mucho a ella se la viera, pues coleaban por la prensa los embargos de que por impago fue objeto su empresa inmobiliaria por la misma Hacienda, cuestión ésta que quizás no resulte, cuando se quiere a la clase media alta crujir, suceso muy socialistamente edificante.
Y una vez que Rubalcaba comienza a leer (pensábase que era sólo Rajoy el único lector del Reino) su premeditado texto, y que sobre él se cierra el plano de TODAS las televisiones, qué es lo que queda perennemente asociado a su perorata, iconicamente llenando de sentido la misma por tan estrecha contigüidad, ¿cuál es la “imago mundi” que desea Rubalcaba a todos comunicar? Pues milimétricamente, tras su noble calavera, el plano encuadra –como si incluso un cañón de luz más aún entre todos las resaltara- a ese par de en apariencia cándidas adolescentes arrobadas tras el gran Lector.
Detente, lector, sí, has leído bien, DOS ADOLESCENTES, ¿a qué otras DOS ADOLESCENTES, en sibilino contraste, en realidad nos las está contraponiendo y como de paso sacando pecho en la comparación de tesoros que el rival y uno mismo consigo tiene? Piénsalo, lector, que yo no lo puedo decir, pues remataría entonces mi leyenda de odiador del socialismo y casi es mejor que tú no lo digas, porque no hace falta ya, de puro obvio que es.
Pues en efecto, con claridad se ve que, siendo ambas jóvenes, corresponde cada una a distintas edades, como las así aludidas. Van a ser ellas dos, cada una en su estilo, con sus ademanes y mohínes de aprobación, de emoción, de ilusión, las encargadas de “editorializar” la “nueva etapa” que justo en la noche de la Derrota estrepitosa está en realidad el Lector anunciando: “…con ese bagaje afrontamos hoy esta nueva etapa de nuestra historia”.
Y entre las dos, frontalmente mirando de hito en hito a las cámaras con soltura de joven actriz solvente, como una especie de Laetitia Casta que ahora debutara, todos los planos los “roba” la más joven de ellas. Es lógico que los robe, pues a tal fin está allí puesta: suntuosa cabellera que por delante le cae hasta el generoso pecho sobre la negra blusa abotonada, majestuosos hombros y brazos desnudos de muy recental piel, labios pintados, pendientes y pulsera discretos, sobre todo esa mirada de inocencia e insinuación al tiempo que condensa en sí toda la Primavera del mundo. Una bellezón renacentista, diríamos, que por inseparable inmediación visual “pronuncia” en realidad el discurso rubalcabo.
Es fantástico espiar sus movimientos mientras el Lector perora: sonríe, se agita, aplaude, vibra, nos mira, nos rehuye, se acaricia los brazos, se coloca el pelo tras la oreja, lo echa hacia atrás mostrándonos sus flancos desnudos, se lo descoloca, se remueve la melena mirándonos, como cuando una mujer quiere atraernos, como si desplegara para nosotros un entero ritual de seducción, mientras el resto del cuadro apenas parpadea.
Así, icónicamente ligado a esa abrumadora lolita, a su insolente frescura, quiere Rubalcaba (que sería aquí el James Mason del film, mientras Valenciano encarnaría –encima es que se da un aire- a Shelly Winters) que leamos, no el reconocimiento de una derrota, sino el primer mitin para el Congreso socialista que tiene ya encima. Por eso al final todas esas mujeren le aplauden entusiasmadas y, como en estudiada consigna sonríen, desbordan las distancias y cómenlo a besos. La lolita, nuestra lolita, también.
En otros videos que hay en el yutub sobre el momento puede oírse como las mujeres de viva voz le dicen entonces “te queremos”, “eres ganador”, “el más grande”. Haz la prueba, lector: ponle este video sin voz a quien no sepa de qué va el tema, y pregúntale luego si celebran derrota o triunfo.
El problema que puede presentársele a Rubalcaba, siempre mejor táctico que estratega, estriba en si considera o no el calado del Desastre. Puede que en el próximo congreso las bases se le rebelen y la monten parda. Por miedo a eso quiere que ya mismo sea. Las dos partes lo quieren. Puede también que el electorado socialista anhele una profunda renovación, y puede que sea esa misma chica tan guapa la Carlota Corday que sin puñal, please, sólo con su presencia y con sus saberes, se lleve de calle los votos de la gente. Hechuras, paréceme a mí, que no le faltan.
22 comentarios:
Este Rubalcaba es todo un zorro.Que mejor ante la derrota que arroparse con estas dos mozuelas,un saludo.
Yo, permíteme que discrepe, nunca compararía a una de esas dos señoritas con Laetitia Casta, ninguna de estas da la talla para ser Marianne.
Tengo un motivo oculto para querer mucho a Laetitia que no confesaré, jaja.
Besos
No. Se trata indudablemente de un contundente "triunfo" de la progresía, en su afán por ganar la guerra, a largo plazo.
Al final, José Antonio, va a resultar que nuestros estudios -Ciencias de la Comunicación- son más importantes incluso -en peso específico y salvando las distancias, que las comparaciones son odiosas- que la propia Medicina, el Derecho o esa Economía tan sátrapa y críptica que usa el poder a capricho...
Bueno; nuevamente estoy totalmente de acuerdo con el breve análisis. Son las chicas las que -mutatis mutandi con "la bestia" o "quasimodo"- podrían perfectamente asumir las funciones de presidentas de un (no tan) imaginario gobierno de Cedenilla, su zapatito principesco y el pensamiento Alicia que todo lo recubre con su ventoso hálito pedorril. No en vano, el inefable Zetapé se lo dijo a su mezzo-soprano: "No sabes la cantidad de españoles que podrían ser presidentes como yo".
No obstantes lo anterior, permíteme que añada de mi parte: la chica gafapasta que se situó a la izquierda de la imagen, haciendo todo tipo de mohines sicalípticos hace un contrapunto perfecto con la que tú dices del primer plano. Para mi gusto está más en línea con las preferencias estéticas y teoréticas que tan sutilmente ha sabido cultivar el implacable observatorio bibiano de esa suerte de "vaginato" añorado por el gótico progenitor. Y ya de paso, se trataba de señalar como fieras testosterónicas a los de esa nacionalcatolicista y reaccionaria "oposición", tan "reacia" -a menos que haya cosa electorera que fuerce a la simulación- a los proyectos intensivos de ingeniería estrogenizadora descritos primorosamente en la "educación para la zapatería" de la logse rubalcaba.
El "uso" y "abuso" del escaparate que hace la psoe con la mujer tiene empero su cosa buena. Se trata, como se aprecia en este caso, de fomentar esa imagen tan bonancible que tiene la fémina ibérica en el exterior. Sí, digo bien, porque entre bastidores, esa rabiosa belleza rural tan rara avis en otros lares resulta ser, como bien sabemos los paisanos, tan profundamente insondable y proteica como el propio credo izquierdoso que se vale de ella tan inútil como veleidosamente.
Un abrazo. Y enhorabuena por hacer la reseña que era pertinente.
Excelente descripción de los hechos sobre un pequeño video despues de una derrota electoral, que la mayoría de los mortales no apreciamos con tanta munuciosidad.
Saludos.
No lo vi, pero vamos, que en el vídeo yo no veo todo eso que describes, sólo a una queriendo chupar cámara. Sin más.
Será que no miramos con los mismos ojos.
Saludos.
Pues sí, el decorado lolitiano de fondo le quedó muy bien. Se movía un poco, pero eso es porque lo sujetaban un par de tacones.
Ponto la cabeza a que la Lolita de la inquieta melena no se enteró ni de qué hablaba el calvo de la barba.
Saludos y hasta la próxima.
D. Jose Antonio..lo de situar a la chica estuvo bien de cara a la galería, hasta que tuvieron que situar también a la madre de la criatura a una distancia prudencial (vease la señá de la chaqueta lila),en plan carabina...no fuera a ser que...
Muy buena observación y de paso, saludo a don Juante que hacía mucho tiempo no sabía de él.
Saludos,
Bonnie.
Eso es lo único que saben hacer, eso y llenarse el bolsillo,
no han tenido ninguna consideración
por las familias que han perdido su casa por no poder pagar la hipoteca, para colmo la noche del 20N donde estaban sus ministros?
un abrazo.
Enhorabuena por su blog. La lolita nos llega a enseñar, en un momento dado, fíjese, hasta el sobaco bien depiladito, como una suerte de no te lo pierdas que lo tienes a tu alcance... ¡con Alfredo!
Saludos.
El quicio de la mancebía [EQM]
elquiciodelamancebia.lacoctelera.net
Hola José Antonio; La cabra siempre tira al monte.
"Los españoles no se merecen un gobierno que les mienta" (Rubalcabra dixit)
Me alegra ver que no fuí el unico que no se entero de nada, ya que también estaba mirando las mozas y viendo como se alisaban el pelo y sacaban la lengua humedeciendose los labios...ummmm
Luego me entere que perdió Rubalcaba...
Pues sí, José Antonio... Estaba viendo la comparecencia y me sorprendió la puesta en escena.
Esa chica... sí, tiene un aire a la Casta y pura francesa... brillaba por encima del cenizo Rugalcaba que era un primor.
Mejor.
Imagínate la escena con cualquiera de las portentosas bellezas del Consejo de Ministros.
Saludos, genio.
Bueno por lo menos serrallo no le fatara al viejo verde.
Saluditos.
Pues si Rajoy hubiese concretado en sus discursos lo que muchos esperábamos oir, la promesa de una regeneración real, la derrota del PSOE habría sido más aplastante.
Saludos.
Muchas gracias por el detalle, querida amiga Bonnie E. Parker. Cosas así reconfortan en este azaroso mundo bloguero y sirven para perseverar en la brecha.
Un beso.
gracias, gracias a cada uno de vosotro por dejarme vuestra opinión, por haceros seguidores míos, pues podré así "convencer" a mi futuro editor. Qué bonito el que quienes aquí recalan se saluden e intercambien afectos. ABRAZOS
¿Pero de verdad alguien piensa que Rubalcaba creía que ganaría las elecciones?
Quien habla de gobierno que miente, es que el gobierno de Aznar no nos mintiò, señores un poco de memoria històrica.Jose Antonio te han vuelto a mentir no tendras editor ya lo veràs.
un fuerte abrazo
fus
Cum mentior et mentiri me dico, mentior an verum dico?
Para los de la LOGSE :
Cuando miento y digo que miento, ¿miento o digo la verdad?
Sufro por mi cuñada, tan zetapéica ella, no gana para disgustos ultimamente y la primavera no se vislumbra mejor `pues es andaluza.
Un abrazo
Paso a desearle que tenga un buen fin de semana...
Besos
Mas demagogia, mas populismo, mas de lo mismo... Si este "señor" no tuviese impunidad parlamentaria, en la derrota sabiendo que ya no ocupará el mando, ya veríamos si estaba tan tranquilo
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