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viernes, 29 de julio de 2011

Adoración mía de Ana Oramas, sólo mía (Relato, o algo así)



    
     Claro que, existen también riesgos imprevisibles en mirar demasiado a alguien. La primera vez que miré yo el video de Ana Oramas, la diputada canaria que tanto adoró a Zapatero, sentí por ella, y por motivos, lector, que no es preciso a ti explicarte, una ácida animadversión. Mas, como hube de verme el video varias veces –luego dicen que el bloggerismo es caro-, al examinar decenas de fotos suyas, al escuchar una y otra vez la melodía deliciosa de su trino, las claridades de sus ojitos chiribiteros, la donosura de sus cabellos como mechados en miel, la proporción delicada que guardan en el rostro sus rasgos, en fin, su perfil en algo bacalliano, poco a poco noté crecer dentro de mí el alien de un sentimiento encontrado y ambivalente que al final terminé por a mí mismo decantarme: tío, te has colgado con la Oramas, con Ana de aquí en adelante. Te has prendado de ella. Desde luego, eres más tonto que Picio.
     Y sin embargo, estas pasiones a contrapronóstico, que te salen al acecho sin buscarlas, son  quizás por imprevistas las que más agitan los corazones. No sé: la vida es tan rara, lector, y el Internete - la virtualidad fantasmal en que consiste-, ya ni te cuento. Prueba indubitable que no me dejará por fantasmón embustero –como de Zapatero sus debeladores decimos- de lo que aquí confieso, es el propio mío post sobre  Ana y su zetapeica adoración: empezaba yo el mismo con muy severo ceño censor fijo sobre la Oramas, para acabar el mismo literalmente rendidito y hasta besando –para mi propio ridículo- los invisibles pies de Ana. No dejaba de resultar todo una ironía, que de no ser de cariz internética, hubiera resultado en la realidad sangrante: había querido yo hacer mordaz escarnio de la diputada embelesada, extasiadita ante su Hombre derrotado, para acabar uno mismo hechizado y embobadito ante la diputada y el mistérico aire que la envuelve. Joooer, por qué será uno así.
     
      La obsesión por Ana subió de grado un punto cuando, para mi alarma, alcanzó la misma también los dominios del inconsciente. Vamos, que la noche en que puse en il mío blog ese post, soñé con Ana. El primer sorprendido, incluso en el propio sueño, era yo. Es que encima tratábase de un sueño… subidito de tono, claro. Pero, por otro lado, -por el lado oscuro ha de ser- conforme vas soñando, como sucede en la vida misma, por las buenas o por las malas te acabas adaptando, y al cabo, con las cartas que te han tocado, te aprestas como decía el otro… ¡a jugar! A jugar, yes, sobre todo este jueguecito. Eso sí, como si el mismo sueño quisiera por su cuenta hacer parodia de mi boba ilusión, no era un sueño en nada original, sino calcado de una película romántica basada en presencias incorpóreas de la persona amada, recientemente fallecida, alrededor de la protagonista.
     Y sí, soñé que era yo una presencia invisible alrededor de Ana mientras ella disertaba y disertaba, quiero decir, mientras derramaba ella sus musicales prédicas desde la tribuna de oradores. Y arrancaba el sueño, claro, besando apenas yo, y con suavidad de plumón nórdico en los míos labios, sus  pies. Ana apenas lo notó, aunque mínimamente alzara la planta del izquierdo en involuntario reconocimiento. Sin que ni Bono, tan atento a las joyas él, se diera cuenta, la descalcé luego yo de sus zapatos de hebilla, para que pudiera Ana hablarle al hemiciclo más cómoda. Ana lo notó, por supuesto, y miró un instante hacia abajo sin comprender lo que pasaba, sin poder verme, pero como estaba ella en el pleno uso de la palabra y nadie decía nada, siguió a lo suyo, mucho más confortada ahora, donde va a parar.
    
     Hum, los pies desnudos de Ana sobre la alfombra del Congreso, qué blancos y delicados eran, como conejitos de porcelana. No pude resistir la tentación de pasar despacio un dedo sobre la superficie entera de uno de aquellos pies. Tenía Ana los talones un poco resecos y se me ocurrió… untarlos bien de mi propia saliva. Oxigenarlos así. Ella dio un discreto respingo entonces, mas no podía interrumpir su discurso, pues nada ni nadie en apariencia la incomodaba.
     Sí, Ana, me sumergí entonces bajo el tiro de tu amplia falda estampada, que parecía desde allí abajo una bóveda translúcida, una tulipa de tafetán que envolviera en tonos ocres una íntima luz tuya. Contemplé desde allí las firmes columnas de tus muslos morenos y ese precioso retablo interior tuyo, y  el mismo dedo mío de antes fui muy lento haciéndotelo resbalar por el empeine y alrededor de los tobillos, ascendiendo por la duna vertical de tus gemelos, tan suavitos, hasta alcanzarte el envés de la rodilla, la corva, ese oasis tan sensible sobre el que hice oscilar un poco en zig-zag el dedo, como un bañista haciéndose el muerto. Creo que fue ahí cuando un poco se te quebró de más dulzura aún la voz, y pronunciaste desde el estrado aquello de “y que los demás no se rían”, que quizás nadie entendiera del todo. Nadie excepto yo, que era entonces el admirador invisible tuyo viviendo bajo el vuelo de tu falda.
     
      Y se vivía muy bien allí, a la vista de esos valles nemorosos, de aquellas suaves lomas y hondonadas, de aquellas anfractuosidades sólo adivinadas pero tan próximas a mis gafotas, y bajo el silbo en sordina de tu voz acariciadora,  poblada de unos ecos canoros tan sinfónicos que creaban ellos solos una  burbuja propia del mismo Paraíso. Es que además tu piel tostada, Ana, desprendía un aroma penetrante a sal y a yodo, como si una criatura recién arrancada desde las profundidades del mar, o desde una ciudad submarina de la Atlántida que tú regentaras, a la misma tribuna de los oradores del Parlamento hubiera sido de pronto proyectada, y nada, que apetecía mucho pasarle la lengua a tus piernas y comprobar así que eras de verdad, que no eras un fantasma de mi quimérica imaginación ciberesférica.
     Naturalmente, no lo hice. Hubiera podido armarse allí la marimorena entonces, y no era eso, no era eso. Era sólo amor, recuerda, Ana, no sexo. Así es que me conformé con seguir elevando con morosidad zen (de zenutrio embobao, quiero decir) la yema de mi índice en sucesivos círculos sobre tus muslos, de abajo arriba, una y otra vez, cara interna, cara externa, una y otra vez lentísimo mi dedo sobre tu piel atlántica, escribiéndote con la punta del índice muy suave mi nombre allí, jo-se-an-to-nio, punto sobre la i y todo, para que no me olvidaras, Ana, como si fuera yo un perista tronao, pero sin adentrarme nunca por manglares comprometedores, que acaso hubieran llevado la parlamentaria sesión por derroteros en verdad impropios. Y, a pesar de no ser uno muy experto acariciador, -no, no era yo el malogrado Patrick Swayze ni de lejos- si pude deleitarme, tan cerca de ti como me hallaba, Ana, en contemplar cómo en puntas se te soliviantaban todos las franjas de la piel tuya que podía yo divisar, y en escuchar el hondo latido de tu cuerpo que otra instancia de tu cerebro embridaba, y el propio titubeo en marejada de tu interior respiración, como cuando buceamos en el mar.
      
     Bueno, eso ya era más de cuanto podía yo soñar, así es que, como continuaba siendo  invisible presencia, quise disfrutarme entonces en ver cómo vivías por fuera y en las alturas las réplicas de ese íntimo temblor. Ah, qué guapa estabas, Ana, si hubieras podido entonces verte, cómo ese  reprimido sofoco sazonaba y daba color de verdadera vida a tus mejillas, cómo incendiaba tus pómulos y alisaba las lineas maestras de tu frente, cómo se te disparaban tracas de pólvora por entre los ojos, cómo se te enrubiaba más y más el pelo. Pero como hablabas y hablabas sin parar, que casi era que allí canturreabas, de lo melodioso que discurría tu acento, esa agua tan dulce, como nadie, salvo el muá, podía allí encimar el rubor de tu piel, nada trascendía, y ese secreto que sólo tú –cierto que sumida en una tremenda confusión que no podías mostrar- y yo –en pleno disfrute aprovechado de la verdad del cacao maravillao- compartíamos, era, sin duda, de todo lo mejor.    
     Incluso una gota de sudor empezó a cuajársete por entre las sienes, presta a resbalar  sobre el desfiladero de tu mentón. Mas, apiadado un poco de ti, ahogando así un poco de paso  la mala conciencia que, aún siendo yo sólo un espíritu, también me tironeaba, soplé alrededor tuyo para disolverlo, soplé todo alrededor de tu pelo y de tu cuello, y de tu pecho, procurándote así, lo sé, lo noté, tan cerca de tí como estaba, el impagable alivio a tu acaloramiento. Como el espíritu de la peli esa, giré y giré en torno tuyo en las más inverosímiles posturas –beneficios intangibles del espíritu-,  contemplándote tan de cerca, desde tantos ángulos y tantas veces, como nunca pude imaginar.  Hum, qué gustazo tenerte a un palmo, poner mi oido al lado de tu boca mientras hablabas, y colocar luego mis labios incorpóreos al lado de tu oido, dejar ahí un suspiro, qué bien olía, a natural sudor de mujer intrigada, tu piel atezada, y que increíble que, aunque algo extraño notaras, nada quisieras con todo oponer.
     
      Fue justo entonces cuando, quizás abducida por toda aquella desconcertante y súbita experiencia, con la voz del todo doblegada por la turbación, dijiste al Presidente, y rápidamente creció en revuelo entre los escaños el abejorro de los murmullos, aquello de “pero la vida que le viene… tiene un montón de momentos, y agárrelos fuertemente, y lo va a disfrutar y se lo merece, se lo merece a nivel humano y a nivel personal…” , y no sé el Presidente, que se quedó un poco nota el pobre al escucharte, pero yo sí que lo entendí todo, pues era, sin tú poder saberlo, Ana,  de ti y de mí de quien hablabas, eran la relevante diputada nacional y el insignificante bloguero que esto escribe a quien te estabas refiriendo, porque así lo había querido el soberano capricho de un sueño, y más allá del mismo, el fantasmagórico proceso que desencadena la cosa ésta del Internete y tal, que sólo me quedaba ya, antes de despertar, besarte una vez más tus delicados piececitos, Ana Oramas.

62 comentarios:

Winnie dijo...

JAJA Jose Antonio me ha encantado este relato-sueño- devoción.... Ojito con lo que sueñas que te van a censurar el blog por subido de tono jajaUn beso enorme

Jose Antonio dijo...

Digan lo que digan, eso es amor verdadero, más aun, autentica adoración, lo de besar sus lindos piececillos lo confirma.
Un abrazo

Bucan dijo...

Es que una mujer así es ideal para un tío. Tan halagadora sin duda te dirá todo el rato que eres el mejor amante y el que la tiene más grande. Ja, ja.

Trecce dijo...

Yo creo, José Antonio, que el momento clave para esta adoración tuya es ese que citas, cuando ella dice aquello de “y que los demás no se rían”, con ese tono de voz que emplea, ahí te conquistó y lo entiendo, porque en ese instante, seguramente sin ella saberlo, desplegó todas sus armas de mujer y te hizo creer lo que cantó el admirado Federico: "Y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido"

Noumenadas dijo...

Ja, ja. Cherchez la femme, monsieur. ¡Si yo te contara lo que le gusta un facha a más de una roja! Bah, no hace falta que te dé detalles.

Es cierto. La esmerada (y nunca bien ponderada) oradora canaria tiene un buen quiqui. Y esa vocecita meliflua, de ingenua perversa, que pone... Hummm... Espero que esto se pueda decir después de vista la portada de hoy del Pravda apañol ("El País" para despistados), donde una vez más se meten con la figura de Jesucristo en plan sexual, a propósito de otro de esos desafueros de la región donde los sociatas daban clases de pajeo. ¡Como si a Dios le importara la chorreZp, vamos!

Un abrazo, amigo.

Noumenadas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Noumenadas dijo...

Por cierto, el inane acaba de desdecirse, anticipando las elecciones (ere-cciones en el caso andalú, je, je). Y además, coincidiendo con 20-N: todo un portento de memoria histriónica.

Se ve que la Oramas no se tenía de impaciencia.

Helio dijo...

Vi ese discurso tan amable y fuera de tono, sintiendo un poco de verguenza ajena al escucharlo.
No me quedaron ganas de volver a escucharlo, pero es posible que de haberlo hecho tambien hubiera soñado, ¿qien sabe?.
Saludos.

César dijo...

Te lo decía el otro día, escritor. Has de mixturarte un tanto así con progres, aunque sea en sueños. Tu fetichismo me conmueve. Quiero, sin embargo, que pongas atención en la última jugada del Rubalcaba: ha marcado la fecha de las elecciones el día aquel en que piensa que todos los votantes rivales estarán en el Valle de los Caidos. Incauto. Si es que es un torticero.
Bueno, vámonos a descansar o reviento.

Cuidate!

Marian dijo...

Buenas tardes,muy bueno y explícito tu post de hoy.espero que a parte de soñar hayas descansado bien jajaja.Se nota que esta mujer te tiene "eclipsado" todo lo que hace y dice es música para tus oídos,pena que sólo haya sido un sueño.digo yo.Un saludo y buen viernes.

Ricardo Miñana dijo...

Hola Jose Antonio, no conocía el discurso, parece mentira verdad?.

Yo por si acaso voy a poner una plegaria por los 5 millones de parados y por los que han perdido su casa al no poder pagar la hipoteca.

feliz fin de semana.
un abrazo.


Zapatero nuestro,

que estas en las nubes,

olvidado se tu nombre,

venga a nosotros tu dimisión,

deja de hacer tu voluntad

tanto en España como en Europa,

danos la alegría de tu partida,

aguanta nuestras quejas

así como nosotros aguantamos

tus ineptitudes,

no nos dejes caer en la

desesperación,

y líbranos de tu maldad.

INEM.

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

¡Caray con la Oramas, qué calladito se lo tiene! De nos ser por ti, José Antonio, no nos habríamos enterado de lo ocurrido. Espero que Mari Tere Fernández de la Vega, no haya tenido algo que ver contigo. Por tu propio bien, claro.

Gabriela Amorós dijo...

Soberbio, mordaz, ingenioso, devoto indextricable, sensualmente indescifrable, pero sensual, elegante y de calidad literaria, fíjate qué arte te embarga,... Estoy encantada con el texto, José Antonio, he tenido que hacer paréntesis temporales para reír, que no sonreír, aunque por otro lado la calité es absoluta. Cuando te encuentras esta conjunción de sensaciones y mensajes es para celebrar. Te felicito y me quito el sombrero.

Un abrazo enorme.

candela dijo...

Vale!!!

O eres un romántico empedernido o necesitas unas vacaciones. Pero ya.
:D :D

o blog de xesús lópez dijo...

Lo dices con música, todo muy lírico, una delicia de relato.
A ver qué se le ocurre a la canaria cuando medite en relación con las muertes de José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco, el 20-N, el día de ZP. Esperemos.

Tatiana Aguilera dijo...

Curiosidades de nuestro corazón José, nos atrapa y nos seduce aquello que tiene riesgos y puede ser dañino para nuestro pensamiento...Me encantó el recorrido a través de sus piernas, lo sentí delicadamente sensual, refinado y elegante.
Un abrazo, te sigo.

merche marín dijo...

Jose Antonio eres un mago del relato (¿o algo así? Es buenísimo). Coges una foto, un vídeo, una imagevirtual y le sacas vida por los cuatro costados. No hay más movimiento en la imagen que en tus letras, amigo. Te quemaste con tu Ana y nos lo cuentas de modo maravilloso.
Besos.

El titán dijo...

Impresionante el gusto con que está escrito y cómo está escrito.
Ha sido un placer encontrar su blog y esta entrada de enamorado que sueña alcanzar lo que no podrá, pero nos lo cuenta y nos hace disfrutar.

Alma Mateos Taborda dijo...

¡Muy bueno!! Magnífico relato. Un abrazo.

Cecy dijo...

Mira que hay sueños que pueden presentarse en realidad, eso me decía mi abuela. Pero lo aprendí tarde, así que cuando deseo lo pido con punto, comas y paréntesis, no sea cosa que después el sueño haga lo que quiera.

Me encanto tu relato!

Un beso!

Scarlet2807 dijo...

Bien dicen que la linea que separa el odio del amor es muy tenue.
Mira, después de que no la podías ni ver, ahora hasta sueñas con ella, jajajajajaja
Disfruté mucho tu relato...
Besitos en el alma
Scarlet2807

Anónimo dijo...

Querido amigo, excelete relato.
es un placer leerte.

•´¸.•*´¨) ¸.•*¨)Querido Amigo°.¸¸.★°.¸¸.★
(¸.•´ (¸.•` *(…Dejando mi huella en
(¯`•._.•°.¸•´¯¯`•¸•°•._.•´¯)Tu casa
.★) »«´¯`★.¸¸.° ★★°.¸¸.★´¯`»«°.¸¸.★
(.★´ La vida es como un viaje en barco,
.★)´ Subes y bajas según las olas.
(.★´ Gracias a los amigos no pierdes
(.★´ el horizonte.
(.★´ Y cuando sufres naufragios,
(.★´ la amistad es el
.★)´ Ancla que te apoya mientras
`°.°´¨) Buscas el nuevo Rumbo..*
¸.º★´¸.°★´¨) ¸.°★¨) •´¸.•*´¨) ¸.•*¨)°.¸¸.★
(¸.•´ (¸.•` *(…Que Dios te bendiga
(¯`•._.•°.¸•´¯¯`•¸ Noemi★) »«´¯`★.¸¸.° ★★
Te deseo un fin de semana maravilloso

Anónimo dijo...

Perdón, quise decir excelente.
Eres un romántico soñador.
besitos

tecla dijo...

Te pasa cada chasco José Antonio.
Eso te pasa por fijarte tanto. Es que miras demasiado.
Si no mandamos ni en nosotros mismos. Las neuronas juegan a su aire como les da la gana. Que no se puede uno fiar ni de sus neuronas.

Sandra Figueroa dijo...

Jose Antonio, que bello es soñar, es ahi donde todo es posible, donde el mas bello amor se realiza. Nunca dejes de soñar. Bello texto. Besos, cuidate.

Marinel dijo...

Esto es un relatazo, una historia sabiamente engarzada e un hecho verídico,real a más no poder dónde digo nueve, digo diez y me quedo yo tan ancho...
Jajajaja
Me ha encantado cómo vas girando los hechos,como en un brote sensual deshilachas lo hilado en la mente,como ironizas cierta devoción de ella, ese traspiés pasional tan femenino dotándolo de un toque sumergido e imaginado con el que disfruta el lector al leerte.
Un gustazo.
Un beso.

Marinel dijo...

Por cierto...adoro esa película,lloro como una magdalena cada vez que la veo.
¡Qué bonita!
Otro beso.

Carlos dijo...

La bella y tontina Ana,mira que fijarse en semejante felón y no en tan apuesto y preclaro caballero como usted.
Saludos

Carlos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ELILUC dijo...

Hola Jose Antonio me gusta leerte.
un abrazo

Aurora dijo...

Esa mezcla onírico-político-erótico-festiva me ha entusiasmado. Te felicito.
Interesante blog, me pasaré más veces.

Lucía dijo...

Cómo me gustaría ser Ana y sentir su aliento en mis piececillos. Uf, para mi no sería uted invisible. Me pasaré más a menudo por este blog.

Jenn dijo...

Uuuh, que "pono", jajajajajajaja.

María dijo...

Me ha encantado tu relato, describes maravillosamente los momentos, las situaciones, y nos adentras en tu entrada.

Un beso.

Mina dijo...

Hermoso relato, lo he disfrutado en pleno.
Besos

Belkys Pulido dijo...

José, me he divertido muchísimo leyendo esto y he sacado conclusiones, mira, estás enamorado...este sueño demuestra la labor callada de tu insatisfacción. Además esconde algo de fetichismo y ese gusto por los pies de ¿cómo olvidarla? Ana. Quise buscarla en internet, me dije esa mujer tiene su cosa, como decimos en Cuba, pero no pude, sería como entrar a la alcoba de los dos y tomé consejo: Esto de los blogs es arriesgado luego se anda enterando uno de cada cosa.
Tengo clavado en mis oídos la voz que imagino tenías al decirle Ana con apellido y todo, eso cala y aquello del sudor y su carita bueno, ya, por cosas como estas que escribes... la política a veces, después de los pucheros nos arranca carcajadas. Bien por ti

Sandra Figueroa dijo...

Hola Jose Antonio, paso a saludar, te dejo un beso amigo, cuidate.

Anónimo dijo...

Los sueños sueños son, las mujeres al poder y Zapatero a la oposición, soy obrero y socialista pero España necesita un cambio. Un abrazo desde Jaén y feliz fin de semana

Embrujo mis palabras de loca dijo...

hola jose antonio paso a dejarte un saludito vendré a la tarde cuando regrese pa leer tu entraita es larga y apenas tengo tiempo feliz dia besitossss

METAMORFOSIS dijo...

madre mía José Antonio, me has dejado clavadita con este relato,es fantástico!!!! pero lo que más miedo me da es cómo has sido capaz de cruzar la línea, la delgada línea roja y ponerte a fantasear de esta manera con dicha mujer???? es que si esto es posible....me da miedo a mí dormirme no vaya a se que me ponga yo a soñar con Rubalcaba ahí los dos abrazaditos en la proa del Titanic...aunque en esa peli???? no moría el tío congelado y el baarco se hundía???
Un abrazo José Antonio.

Princesa115 dijo...

Increible relato-sueño-pasión...me has dejado sorprendida. Pero mientras leía me imaginaba a la Oramas toda sonrojada y apurada en su discurso. Si hubiera sido real, ostras!!! qué mala leche!!!

Un abrazo

Lore dijo...

Jajajaja, perdón por esta presentación mía, pero es que...es fabuloso tu relato, me ha dejado obnubilada.

Cuanta pasión, cuanto amor, no me extraña que haya azotado tu corazón y te hayas quedado colgado de ella. Creo que la foto descalzando su zapato de hebilla para besar sus pies, hubiera sido impagable...

Gracias por tu visita a mi blog, José Antonio.

Un abrazo.

Ligia dijo...

Muchas gracias por tu visita y comentario en mi blog. Leyendo tu último post me ha hecho mucha gracia la circunstancia, porque conozco personalmente a Ana Oramas. Te diré que fue durante muchos años Alcaldesa de la ciudad de La Laguna, donde vivo y de donde soy. Aquí se la quiere mucho porque hizo bastante por la ciudad, aunque por otro lado, también tiene muchos detractores. Abrazos

Meme dijo...

Qué sueños más peculiares, la línea entre el placer y el dolor es tan delgada... jajaja

La sonrisa de Hiperion dijo...

Bueno como siempre amigo.

Saludos y un abrazo.

Embrujo mis palabras de loca dijo...

hola jose antonio como prometi aqui leyendo tu entraita me sonrio por que es simpatica jajajjaa feliz tarde besitossssss

* Inés * dijo...

Sublime sueño,impecable, tierno y sanamente envidiable.
La señora es una belleza, todo hay que decirlo.
Me encanta tu forma de escribir, es magnífica y muy aleccionadora para mí.
Saludos admirados y blogueros.

José Antonio del Pozo dijo...

-Winnie: gracias, no creo que sea pa tanto
-José Antonio: bien lo sabes
-Bucan:es ideal, sí

José Antonio del Pozo dijo...

-Trecce: ese fue el moneto clave
-Juante: siempre la femme
-Helio: es muy posible

José Antonio del Pozo dijo...

-Cesar: Rub torticero y delas Jons
-Marian: pena, penita, yes
-Ricardo: libranos de él, sí

José Antonio del Pozo dijo...

-Tío Chinto: espero yo que tampoco
-Gabriela:encantado yo, con tus palabras, gracias
-Candl: las dos quizas

José Antonio del Pozo dijo...

-Xesús: muchas gracias, eso a ver que se le ocurre
-Taty: tienes razón. A ti yo también, gracias
-merche: gracias por tu análisis, tan atento

José Antonio del Pozo dijo...

-El titán:muchas gracias por sus palabras, emocionantes
-Mari Carmen:quien sabe, eso; gracias
-Alma: muchas gracias por molestarte en decírmelo

José Antonio del Pozo dijo...

-Cecy: hacer los sueños realidad, eso, no esperarlos a que vengan
-Scarlet: celebro que disfrutaras leyéndolo, gracias
-Sentir del Poeta: el placer es mío, muchas gracias

José Antonio del Pozo dijo...

-tecla: ya ves, yo y mis neuronas
-Poetiza: soñar, of course
-marinel: gracias por tu detallado analísis y por los ánimos que así me das

José Antonio del Pozo dijo...

-Carlos: ya ves, qué injusticia, amigo
-Mery: es mutuo
-Aurora: gracias, ojalá vuelvas pronto

José Antonio del Pozo dijo...

-Lucía: muchas gracias, sí, pase, plis
-Jenn:gracias
-María: me alegro que así sea para ti. Otro

José Antonio del Pozo dijo...

-Mina: gracias por contármelo
-Belkys:qué maravillosas tus lineas que me dedicas, qué elegante eres
-Poetiza: gracias

José Antonio del Pozo dijo...

-Miguel: gracias por escribirme
-Embrujo: gracias ya
-Metamorfosis:gracias, lo onírico tuyo con Rub amarrada al Titanic es genial, bien pensado. Otro

José Antonio del Pozo dijo...

-Princesa:muy bien imaginado, por ahí quería yo ir, gracias
-Mari Carmen: gracias, que lo pases de rechupete
-Lore:sí, menuda foto hubiera sido esa, muchas gracias

José Antonio del Pozo dijo...

-Ligia: ¡conoces a Ana! mamma mía, no sé si decírte que se lo hagas llegar, o mejor que no. Cómo lo ves tú. Abrazos
-Meme: auque del todo a masoca no llego. Gracias, meme
-Hiperion: gracias, tron

José Antonio del Pozo dijo...

-Embrujo: tú si que eres simpática, gracias por el doblete y por cumplir
-Inés: muchas gracias, celebro que te guste. Saludos