Rocío Ramírez
Gámez es una fina y
brillante escritora, con dos obras ya en su haber publicadas, Duerme que viene el coco y Burundanga. Nos seguimos mutuamente las
escrituras. Decidió ella entrevistarme para su interesante blog y lo que sigue
es lo que nuestra conversa dio de sí. Rocío, gracias.
"Conocí a
José Antonio a través de una amiga en común. Comencé a leer los posts que publica en la famosa red
social, y acabé enganchada a ellos. No hay día que no me sorprenda gratamente
con su original estilo. Pero necesitaba más, y así fue cómo llegó a mis manos
sus Veinte relatos de amor y una poesía
inesperada, tras su primer éxito, Las
historias de un bobo con ínfulas, ambas editadas por Círculo Rojo.
Cada relato
contenido en este libro es único y sorprendente. Su autor nos muestra el amor y
el desamor de una diversidad de personajes bien definidos, y en circunstancias
dispares. Amores temerosos frente a otros más decididos, amores entre mendigos
frente al amor por Nicole Kidman que, ¿por qué no? visitó una clase en
Alcorcón, finales diferentes y sorprendentes. Amores. Pero no, como bien dice
del Pozo, amores de «reclamo de Grandes Almacenes». El amor que nos relata este
autor es el verdadero, el del día a día, el que mueve el mundo.
Pregunta: Bienvenido, José Antonio, a este
humilde espacio. Me gustaría empezar preguntándote cuándo te picó el gusanillo
de la escritura.
Pregunta: ¿Qué te inspira? ¿Cuáles consideras
que son tus influencias?
Pregunta: ¿Cómo surgió Veinte relatos de amor y una poesía inesperada?
Pregunta: Cuando escribes, ¿tienes ya decidido
el final, o surge sobre la marcha a medida que avanzas?
Pregunta: Alguna anécdota que quieras compartir
con nosotros…
Pregunta: Seguro que no paras y tienes nuevos
proyectos en mente. ¿Disfrutaremos pronto de nueva obra?"
Antes de nada, Rocío, muchísimas
gracias por las, cariñosas y analíticas a la vez, palabras que me dedicas, que,
provenientes de ti, que tan fino gusto como buena escritura propia tienes, me
hacen una muy especial ilusión. Gracias. Vamos con tus jugosas questions.
1) Escribo con regularidad desde
los trece-catorce años, cuando constaté que no me adapto bien a la vorágine
incesante de lo real, y que podía con la escritura tomarme un pequeño desquite
frente a la realidad, y saborearla un poco más, para bien y para mal.
2) Me inspira la realidad de lo que veo y me rodea, me inspiran las
películas y los libros que conozco, las pequeñas cosas que me suceden. Mi
visión y mi estilo son realistas, creo, aunque trato de, con la imaginación,
con el humor, con la sensibilidad, engrandecer e intensificar la realidad
cotidiana. Los autores que más me gustan son Pessoa, Unamuno, Umbral,
Trapiello, Landero, Hornby.
3) Seleccioné, sin pensarlo, los relatos míos que más me gustan –si no
me gustan a mí el primero, cómo habrían de gustarle a nadie, para qué darlos a
luz- y descubrí entonces que tenían todos ese hilo común, el de la indagación
sobre la condición humana enamorada, sobre el mundo de ese sentimiento tan
poderoso como íntimo, en sus diversas facetas, con sus pros y sus contras.
Recordé luego el célebre título de Neruda y me dije, pues eso, Veinte relatos de amor y una poesía
inesperada.
4) A veces está el final ya decidido, porque primero se ha escrito ya a
grandes rasgos en tu mente, pero a menudo en el proceso de la escritura los
personajes y la fuerza de la situación, y de la introspección e inspiración que
te llevan a ellos, te sorprenden y arrastran hacia terrenos y finales
imprevistos para ti. Como bien sabes, la escritura tiene una parte consciente y
otra inconsciente, que desata de golpe cosas tuyas, que ni siquiera tú sabías
que tenías dentro de ti.
5) El otro día, una joven lectora mía con los nudillos
tocó el cristal de mi cibernética ventana. “No sabía que tenías facebook!!! Yo
tengo los dos (libros)!! Me encantan!! El segundo más!!”, me escribió. Le pedí yo santo y seña a aquel vendaval de
amabilidad. Y vino ahí lo bueno. “Por mi madre!! Es ella quien me empujó a
leerte. Se llama también A y somos de C. Los libros me los quedé yo!!”. Le
expresé de inmediato mi rendida gratitud, por supuesto. Mas ella,
simpatiquísima, quería emocionarme más. “… Lo que me he reído con tu primer
libro!!!... pero el segundo me ha encantado. Y la poesía… es amor!!! Bueno,
pensé, en medio de tantas dificultades para un escritor sin Nombre, qué
reconfortante y bonito esto, el paso de mis libros, es decir, de mi persona, de
las manos gustosas de las mamis a las impetuosas manos de sus hijas.
6) Los tengo, Rocío, aunque lamentablemente los planes literarios de los
escritores sin Nombre son a menudo, por precarios, quiméricos; necesito, antes
de lanzar un nuevo libro, hallar un mínimo de solicitudes –hablamos de cantidades
de ejemplares perfectamente vergonzosas- hacia estos Veinte relatos de amor y una poesía inesperada. Si no los obtengo,
tendré que pensar que como escritor no les intereso a mis miles de seguidores
en las redes, y habré de escribir entonces fuera de las mismas, como decía Emily Brontë, para mi sombra y yo, que
somos ya dos.
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