“Los libros no contagian, pero enganchan”, leí el otro día en
la tele sobre la caseta de una mínima Feria del Libro galaica. Esa suerte de
triaje entre virus-drogas-libros ahí propuesta, como moderno cebo con el que
atraer gentes, me hizo meditar. Entiendo que hay que intentarlo como sea, pero
no creo que sea buena idea la de equiparar los libros –los buenos- con virus y drogas,
tan arrasadores estos últimos ahora. Puede que alguna vez fueran eso los
libros, en contextos históricos en que eran la principal fuente de distracción.
Ya no. El gusto y la afición a los libros son de orden muy distinto hoy al que
despliegan virus y drogas. Virus y drogas estallan y se propagan, asolan, nada
exigen excepto fatalidad y dinero. Los libros convocan, exigen y reclaman hoy
esfuerzo, concentración y criterio. Los virus devastan, las drogas esclavizan.
Los buenos libros, sólo al final del mundo interior que tras su laborioso
proceso implícito expanden, liberan.
111 ROSAS o EL LIBRO DE LAS AGRIDULZURAS (Es bien
fácil pedírmelo y recibirlo, va). Las historias de un hombre, más sensible que
patético, en busca de sí mismo y de los demás, a la búsqueda de los afectos
perdidos, por cielos, mares y discotecas, entre mujeres fatales y mujeres
magistrales. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ. Pídemelo aquí o en
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Personalmente dedicado, va. HUMOR, AVENTURAS COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES.
2 comentarios:
No sufras por el libro, porque la juerga y el ocio nocturno, se, cancelan, hasta nuebo aviso, o quizás para siempre, eso sí se seguirá sin leer
Si nos dicen que los Libros son una fue te de contagio de covid adiós bibliotecas
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