Invoco hoy a Walt Whitman, claro, para seguir contándote, amiga/o, mi Libro de los besos truncados, su trino, su ritmo y su algoritmo. Como Él, de mi obra también te digo yo: “Esto no es un libro, quien toca esto toca a un hombre… ¿es de noche? ¿estamos solos los dos? me tienes a mí y yo te tengo, me sujetas y te sujeto, salto desde las páginas a tus brazos”. En ocasiones, ahora digo yo, la vida nos parece pura dulzura. Otras veces, ciertamente, la vida nos resulta amarga cáscara. La vida, ay, es siempre cosa agridulce. Sólo que si la cantamos por todo lo alto, si desciframos il dolce algoritmo de sus besos truncados para de otra manera así rehacerlos, se nos vuelve ilusión apasionante. (Si te pongo
quiero así decirte que… gracias, que mi libro te está esperando, pídemelo)
SOY ESCRITOR Y MI LIBRO MERECE LA PENA: EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS: amores y humores, sentimientos e ironía, desengaños e ilusiones, versos y besos, ternura. Pídemelo aquí. Te gustará. 152 pgs, 10 e envío incluido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario