A un Padre le puede querer y admirar un hijo. Y mucho. Pero siempre desde fuera. El amor que naturalmente se siente hacia la Madre proviene de otra dimensión. Hasta los macarras más bizarros hasta hace poco así desde los mismos bíceps lo proclamaban: AMOR DE MADRE, a modo de leitmotiv imborrable se tatuaban. A una Madre se la lleva siempre dentro, se la siente siempre desde muy adentro. Porque ya otra vez estuviste tan feliz flotando dentro de ella. Y entonces su respiración acompañaba la tuya. Los latidos de su corazón, el impulso central de la vida, se confundían entonces con los tuyos. Ese tam-tam primero y esencial nunca deja de retumbarte con ella, ese cordón, -que es también musical, pues ella ya entonces, desde fuera y desde dentro, te cantaba- lo quieras o no para siempre a ella te liga. Viviste en sus entrañas, la llevas en tus entrañas. Por eso a una Madre se la lleva siempre dentro, muy adentro.
HOY, por 10 e TOTAL, envío incluido, DOS LIBROS, uno FÍSICO, por correo, EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS, (que si ya lo tienes, lo puedes también REGALAR, 152) y otro digital, 111 ROSAS (El Libro de las agridulzuras, 304 pgs), que te lo envío por internet y lo puedes leer en el móvil o en ordenador, o imprimirlo tú, si quieres tenerlo también en papel. Mis mejores poemas y mis mejores aventuras sentimentales, trenzadas con los más emocionantes ingredientes de lo humano, va. Cualquier duda, consúltame, please.
No hay comentarios:
Publicar un comentario