Resulta que Declan Rice, el fichaje más caro en la Historia de la Liga Inglesa, es pareja ocho años ha ya, de Lauren Fryer, que, entre otras cosas, es gordita. Han puesto una foto juntos. Las redes, en esta Era Verdadera del Homo Gañanis, ardieron contra ellos. Que si ancha de caderas, que si no le corresponde, que si podría él aspirar a no se qué TOP MODEL o ACTRIZ conocidísma y buenorrísima. Entonces Declan cogió su escribir y entre tanta Mugre, siendo sólo un futbolista -¿o algún community manager lo ayudó?- dejó las más hermosas y transgresoras palabras que acaso hoy pudieran dejarse: "Mi mujer es el amor de mi vida y no existe nadie mejor para mí. Ella ha estado conmigo desde que yo no era nadie. No me importa lo que diga la gente, estaré contigo para siempre". "Los estándares de belleza hoy en día no son realistas y todo el mundo se ha vuelto loco por culpa de las redes sociales". (Si has leído hasta aquí, lector/a, que sepas que en uno de mis VEINTE RELATOS DE AMOR Y UNA POESÍA INESPERADA abundé en el asunto. Lleva por título “QUISIMOS TANTO A IKER” (Casillas, of course, y me quedó muy bonito, creo, así es que aprovecho para reanunciártelo).
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