Pues sí, para asombro de las nubes y pasmo de las marismas, ha trascendido tras la Cena de los zetapeicos que el ex-líder planetario declaró hallarse “feliz”, chúpate ese regaliz. Al revés que la princesa rubendariana está nuestro príncipe feliz, aunque como con aquella habría que preguntarse ahora qué tendrá aqueste doncel para encontrarse tan bien. Entérense los insobornables Indignados, esas conciencias doloridas, sépanlo bien las huestes idealistas de la Spanish Revolution: Zapatero está... feliz.
Así debieron también verle sus fieles, pues Aguilar sacó la guitarra, Alonso blandió la marimba, Rubalcaba y Chacón aparcaron sus cuitas, y a corro canturrearon todos al loro el Imagine de John Lennox, que dijera Tiernox. Madina twitteó para la posteridad la dichosa penúltima cena.
Será difícil encontrar, con la que está cayendo para la inmensa mayoría de los ciudadanos, un grupo de dirigentes elitistas más encantados de haberse conocido. Cosa así hace la Derechona y las turbas no dejan piedra sobre piedra. La lección, una vez más, es bien conocida: la Izquierda es sobre todo una inmejorable autoconciencia. Somos los guays. Imagine all the people, living life in peace, eso, eso.
Creo que era Jean Paul Sartre quien decía aquello tan pomposo de “no puedo ser feliz si los demás no lo son”. Bueno, Zetapé, el de los pocos ricos y los muuchos pobres del Sermón del Viento, sí puede. Lo reveló en la penúltima Cena. Mucho más humilde que Sartre, Jardiel Poncela daba a mi juicio la clave: “Hay dos maneras de conseguir la felicidad: una, hacerse el idiota, la otra, serlo.
(Post/post: por supuesto, lector,- esto sólo tú y yo lo sabemos, ombliguismo del blog- la Cena de los zetapeicos me recordó mucho la mía Comida de los cincuentones –gloriosos post del 7 de este enero y siguientes-. Siete pequeñas diferencias. La principal, creo: Zetapé feliz, el múa, sólo un infeliz. Siempre ha habido clases)
(Post/post: por supuesto, lector,- esto sólo tú y yo lo sabemos, ombliguismo del blog- la Cena de los zetapeicos me recordó mucho la mía Comida de los cincuentones –gloriosos post del 7 de este enero y siguientes-. Siete pequeñas diferencias. La principal, creo: Zetapé feliz, el múa, sólo un infeliz. Siempre ha habido clases)
11 comentarios:
Existe otra posibilidad de ser feliz en sus circunstancias. Ser profundamente malo, y solo valorar lo bien que le han venido a el estos 7 años. A los demás, con perdón, que les den por el culo
Un abrazo
¿Por qué es infeli? ¿no hay motivos que le hagan feliz, señor bloguero?
Cuánta razón José Antonio, cuánta!
Pero no te olvides, querido amigo, que nunca, nunca, por muy infeliz que te puedan hacer los demás, debes doblegarte y serlo!
A los demás, como bien dice Sostrato de Cnido, que les den por el culo!
Sigo leyéndote, siempre! Un abrazo.
¡Qué ocasión para que el director de aquella célebre película hiciera una nueva versión de "La cena de los idiotas"!
Cordial saludo bloguero.
¿Acaso piensas que alguno de estos es infeliz? No te engañes, ni los de izquierdas que no son de izquierdas, ni los de derechas -sea lo que sea aquello que entienden por derechas-.
Pero ésto, ni después, ni durante, ni probablemente antes.
Saludos, José Antonio.
ten en cuenta jose antonio que a estos los votaban 11 millones de votos
La última Gran Cena, aquella donde el zETAparo desvela los recovecos del rítual progreserio de la misa civil y luego es crucificado para redimir al sucialismo de sus pecados, que son muchos y pesados.
Claro, en éste cuento no resucita a los tres días, sino que a los dos meses se transfigura en RuGalcalva y Chaco, sus dos esencias complementarias pero de carga polar identica, con loq ue se repelen a tutiplén...
Ainsss, que lastima de grises, entrando a saco en una reunión clandestina de desestabilizadores y destructores del país.
Un saludazo.
Pues qué feliz me hacen estos saraos de la progredumbre...
Faltó, quizas, Narcís Serra tocando al piano el "No nos moveran, de nuestras poltronas, no nos moverán"
Pues les movieron. Pero, como Groucho Marx, tienen otras.
Fugisaludos.
..chúpate esa regaliz-...ejeje, a ver si se le atragantara la cena a todos...vaya bichos...un saludete desde Murcia..seguimos...
yo creo que este señor vive en otra dimensión, un mundo desconocido para el resto de la población y allí, pues el hombre es muy feliz! Ains....
besines
Cualquiera de estos, después de dejar el poder es feliz ( dentro de lo que un humano puede serlo) un sueldo de por vida, "prestigio" un montón de "amigos" fama, el ego por las nubes, la serotonina también disparada, casi todo resuelto, ser político es un chollazo, si lo haces mal...no tienes que preocuparte, nadie te pedirá responsabilidades reales...a vivir que son dos días.
Saludos blogueros.
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