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miércoles, 15 de febrero de 2012

Y ahora, la Cena de Garzón (en Nueva Yoo...ooork)



     
   Cuando me enteré del distinguido Cenorrio de Garzón con ¡Felipe González! y con ¡Henry Kissinger!, entre otros compañeros mártires, en la metrópoli misma del Capitalismo esclavizador y genocida, en el que de una tacada se pulió el Superjuez cuatro mil quinientos dólares, sobre todo pensé en su Niña. También pensé en Llamazares, en Trueba, en wyoming, en Sabina, en Bardem, esos derviches garzonófilos, pero se me pasó rápido, pues comprende uno de sobra que por grave que fuera lo que sobre Garzón ahora apareciera, de hoz y coz como andan ahora en la campaña por su beatificación, ni un milímetro iban ellos a retroceder.
   Pero ¿y la Niña de Garzón? ¿Cómo habría ella encajado, dada la candorosa sensibilidad  exhibida en la Carta suya que glosábamos ayer, ese cúmulo de, no se sabe si más groseros que ominosos, detalles del desparrame paterno? ¿Alguna imago mundi primaria, alguna esencial percepción paterna no habríase hecho añicos dentro de ella al conocerlos? Es que sostenía María en su conmovedora Carta de ayer precisamente que “Nos han dado más fuerzas para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica,… sin estar guiada por acuerdos de pasillo… una Justicia de verdad, en la que me han enseñado a creer desde que nací y que deseo que mi hija, que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a querer”.
    
   Mejor entonces, María, que no le cuentes a tu hija, que el abuelito cenoteó por todo lo alto con FG y con Mr Kissinger a la vera del Central Park. Si Baltasar G te enseñó desde niña  a creer en la Justicia de verdad, por fuerza hubo entonces, en el capítulo notable del terrorismo de Estado y del saqueo multimillonario de los fondos reservados, o del de Pinochet,  de hablarte de FG y de Mr K, esos campeones indiscutibles del Bien, junto a los que, con caro dinero Emilio, de lo lindo se solazó.
      
   Terminaba su fantástica Carta la Niña de Garzón restregándonos a quienes discutimos al Superjuez la supina tranquilidad de su conciencia. Eso, que en Baltasar G resulta indiscutible, pues esa inmejorable autoconciencia es el dogma básico sobre el que se “fabrica” la identidad de todo buen progresista que se precie, en el caso de María Garzón, dados su tierna edad y naif sentir, en construcción por tanto, ¿no habrá sufrido ni el más mínimo rasguño con los ecos de la neoyorkina francachela paterna, en alegre cuchipanda con FG&MrK?
   
    ¿Acaso ese cenorrio no retrata del todo y a fondo a los tres espadas figurantes? Pues, para más redondear las figuras, hasta en los pormenores  pintorescos, como en ópera bufa, se enlazan la dichosa Cena y la preciosa Carta: si en ésta la Niña de Garzón emplazaba, frente al supuesto brindis ocasional del adversario “construido”,  el brindis propio de ¡cada noche! por tanta inocencia, resúltase que en la Cena de marras se pimplaron más de una botella de buen vino por cabeza los vivants allí bien apalancados, de lo que se deduce que por fuerza unos cuantos brindis, al sol de la Justicia Universal, claro, debieron entonarse. Lo que no aclaran las noticias del Imperio es si el mismo Garzón, a lo López Aguilar, sacó allí mismo las maracas para entonar el Gracias a la Vida, tras el Imagine lenonniano de rigor.  
     
   Ya digo, al saberse todo esto ahora, en Llamazares y cía no, pues pueden ellos con lo que les echen, pero por dentro de María Garzón pensé si alguna abolladura sobre el macizo ídolo paterno no podría haberle ocasionado la nueva de la Cena de Nueva York.   

9 comentarios:

Carlos dijo...

En juicios y sumarios
mil denarios
en pleitos y mociones
cien millones
en grandes comisiones
más doblones

Por la justicia de la grey
yo es que lucho sin descanso
si es con pólvora del rey
yo disparo como un ganso

Pobre Garzón....¿cómo la diosa de la Justicia puede tratarle así, a él que tanto ha hecho por ella?...lo que daría por escuchar sus monólogos interiores en la soledad de la noche.
Un abrazo

César dijo...

Me imagino la escena; el Sr. Garzón agitando la copa de algún vino de California, curado en roble americano, casi seguro, oliendo sus especiados aromas, saboreando su redondez y exclamando después de la tercera botella: miiis, querridosss amighossss, hip, nunca más, jamás, volveré a meterrrme con vozotrossss, hip, viva el vino y las mujeresss, que por algo son regalo del zeñorr..hip, usté mr equis, pueede estarrr tranquiloo, tengo la boca selladaaa, hip. uste, Mr K, nooo zeee preooocupee, no investigaréee su fortunaaaa bien ghanada en sabrosasss comisiones de comisionadooo de gherrras varias por todos los orientess y occidentess.
Y ya poniéndose serio: bueno, siempre y cuando paguen la cena.

No me j...¿pero en serio hubo alguna vez 100 vírgenes?

Maribeluca dijo...

A botella y pico de tintorro por cabeza, menuda cuchipanda a cuenta de "querido Emilio"

Anónimo dijo...

A eso lo llama garzon "montería nocturna neoyorkina"

La sonrisa de Hiperion dijo...

Como me gustó la película de donde sacaste la imagen... Y su relación con el texto.

Saludos y un abrazo.

Herep dijo...

Eso sí que es una cena de "empresa", José Antonio.
Vino a raudales, buen marisco, camareras de postín... y carcajadas... muchas carcajadas a costa del ciudadano.

Muy buena entrada, amigo. Como siempre.

Un abrazo.

Juan Carlos dijo...

24 comensales, 27 botellas. No está mal.
Salu2

Maripaz dijo...

Eso si es una cena y lo demás cuento chino. Y es que el señor juez sabe sacar tajada de su amigos banqueros.
En cuanto a Maria, le ciega su amor de hija, pero deberia hacersélo mirar y arriesgarse a perder su cándida inocencia.

César dijo...

Vamos a ver, hombre de dios, que vista así la cosa parece que el Juez quiso cohechar con FG y con el Sr Kisinger. Que dice el Mundo que había 25 invitados; y si lo dice el Mundo debe ser verdad, sin sesgo. Y también dice el Mundo que se gastaron en torno a 4500. Dólares, supongo. Menos en euros. Eso equivale a 180 dólares por barba en el centro de la finura neoyorkina. Qué quieres que te diga para Vega Sicilia no da. En esos lugares, por 180 dólares te ponen un vino de la casa, de California, vendimiado con máquinas y envejecido en acero inoxidable.
Este menda, acaba de celebrar el cumpleaños de su niño a la par que su primer trabajo como profesor de lengua y literatura. Y este menda se llevó un Vega Sicilia (Balbuena 5º año, eso sí) que le habían regalado y que cuesta unos 190 euros. Quiero decirte que bueno, vale, aquí en Galicia se come de vicio por 30 euros, pero en esa ocasión he pagado tanto como el Sr. Garzón. Y no cohecho con nadie.
Mira, soy de los que creo que no hay persecución contra el Sr. Garzón, sino ley.
Pero vistas las últimas circunstancias y las declaraciones de los abogados que le han acusado, certificando que "el Juez Marchena buscaba la cabeza del Juez", estoy pensando seriamente en cambiar de opinión.