Con razón decían los franquistas que
España era la reserva espiritual de Occidente. Resulta abracadabrante el
comprobar aquí, a diferencia del resto de Europa, la inacabable lista de Grandes Comunicadores patrios,
multimillonarios de consuno la mayoría de ellos gracias al odioso Sistema que
como dorada élite les catapulta, literalmente licuados ante las ultracomunistas
propuestas, no de una izquierda razonable, sino de la más bizarra Izquierdacha.
Verbigracia por ejemplo alora Julia
Otero, que, tras pasar por amachambrarse la publicidad del Banco de Sabadell –¡un Banco! casi ná- y de toda
mancha capitalista preservarse inmaculada ella, ora et labora pro PODEMOS (“La caza” El Periódico
30-5-14). Primero que nada, con resonante título antifranquista de Saura, la vibrante denuncia: “Sí, señores y señoras: ha empezado la caza
de Pablo Iglesias”. Y ya el incansable Maligno, que en su
esencial, inacabable y sórdida Maldad ni un instante se detiene: “Habrán dado órdenes de revolver donde sea
para dar con cualquier debilidad. Con poca cosa se construye una buena
calumnia”. ¿Dónde sea? ¿En los blindados sótanos de algún Banco, primo del
Sabadell? ¿Que no es desgarradora esa prosa de comic chungo?
“Pablo Iglesias… no un rogelio
dócil –como llaman los pijos de Madrid a los socialistas- sino un demonio de
izquierdas”. ¿“Rogelio dócil” les llaman los pijos de Madrid a los
socialistas? ¿Y los pijos de Cuenca cómo les dicen, oiga? ¿Oiga, y cómo llaman
los progres forretis de las Españas a
los no izquierdistas? Menuda argumentación menuda, sí, a la altura de un tríptico del Banco de
Sabadell, desde luego.
Espera, espera, que nos los va a pintar Julia tal cual ellos son: “Pablo
Iglesias y el grupo de profesores universitarios del núcleo duro de
Podemos, bregados en los movimientos sociales, hijos de su tiempo, usuarios
naturales de las redes sociales, se han convertido en una amenaza para los arriolas de los partidos
convencionales”. Peritos en escraches
más bien. Que no hablan como profesores universitarios (reflexivos, escépticos,
mesurados) sino como sistemáticos agitadores bananeros. No hablan como profesores universitarios, hablan como fanáticos, como lo
que son. ¿Realismo socialista
este entregado estilo? Realismo comunista,
será más lógico decir, que a los pabloiglesias la socialdemocracia se
les hace, como a Lenin,
esencialmente traidora. La apuntilla así también Julia:
“Mientras, los socialistas deshojan
margaritas, a punto de convertirse en Los otros. En Cataluña ya lo son”.
Que están muertos, vamos.
Y la prospección: “Es pronto para saber si Podemos es el caballo
de Troya en el corazón del sistema o un visitante que pronto se desarmará (¿no
amaga inclinarse más la gran Comunicadora por lo de armar la de Troya contra el
Sistema que por “desarmarse”?). Hoy y
ahora, sin embargo, es un tábano que
muerde en todas las cuadras y que actuará como un revulsivo. (revulsivo,
así se conceptúa y se maquilla ahora la nítida pulsión totalitaria, ¿se diría
revulsivo o repulsivo si de un
partido de la extrema derecha?)
Pero, espera, que el mensaje
final va: “Habría que jubilar a algunos dinosaurios de IU, sumar con ecologistas
y movimientos sociales como la PAH… y buscar un buen cabeza de lista. Pongamos
una Ada Colau”. Acabáramos: Julia Otero ex máchina ofrécese como
papisa para bendecir el ayuntamiento de Pablo con Ada, bajo el mando de Ada. El
Oasis ya por todas las Españas, ahora sí que sí.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
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