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sábado, 13 de septiembre de 2014

Cameron, más majadero aún que Zapatero



   Se les vio hace años correteando juntos por las calles de Seúl, con motivo de una reunión de los países más ricos del mundo. Si aquella vez el gobernador inglés, rebosante de ínfulas (de las malas, atento lector, sabes que yo defiendo las buenas ínfulas), dejó en la carrera tirado al manda leonés, de resultas de la cual al poco tiempo hubo de retirarse éste a contar nubes –fenómenos inglés el de las nubes donde los haya-, puede que sea ahora el british quien se vea impelido a escardar y numerar cebollinos, por cuenta de su atolondrada carrera escocesa hacia la nada. Jóvenes, briosos, dinámicos, inventores de la pólvora ambos dos, similares en un mismo adanismo político.
    
   Si Zp quiso, con sus bobas promesas a Mas y a Maragall, arreglar el problema catalán, consiguiendo sólo más y más envenenarlo –debió saber lo que decía Ortega, que el mismo todo lo más se puede conllevar-, el premier conservador, con el anuncio del referéndum independentista escocés está en un tris de liarla pero parda. Aun siendo realidades históricas y sociales muy distintas, la fanfarrona apuesta de Cameron, gane o pierda, que igual da ya, convierte su figura en la de un Artur Mas viviente, que quedará para el arrastre entre los garrafones de la Historia.
     
   Es desde luego una irresponsabilidad temeraria el abrir, por su cuenta y riesgo, sin apenas presión encima, esa disipada espita hacia la disgregación y el particularismo medievalizante, esa invitación al telúrico Regreso a la Tribu que en todo nacionalismo extremo late, no sólo para la Gran Bretaña sino para la Unión Europea en su conjunto.  Es el funesto precedente que crea –cómo negarle ya el mismo derecho a Gales, a Irlanda del Norte… pero también, bomba de relojería, a las numerosísimas minorías que por toda Europa, con su trágica historia a cuestas, pululan- y es también la paralizante inestabilidad económica e institucional que para el entramado europeo supone, en el contexto encima de la delicada situación económica presente, lo que hacen de la ocurrencia cameroniana un grosero dislate, impensable desde luego en Thatcher

     
   Añádesele encima el otro referéndum cameroniano prometido, acerca de la pertenencia o no de Gran Bretaña a la Union Europea, y tendremos todas las trazas de un advenedizo de mentalidad adolescente, tan peligrosa en política. Aquel día en Seul, el lechoncito de la piel sonrosada dejó muy atrás al giocondo de las mallas negras. Es de ver la imagen aquella del par de líderes: el uno, con los colores de la Nación que él mismo consideraba discutida y discutible; el otro, con la leyenda encima de una England United The World United para luego hacer posible la separación escocesa, como si eso no dividiera a los mismos ingleses, como si no desuniera eso el mundo. El uno loco por pillar la hamaca de contar nubes. El otro, loco por estamparse contra el muro de su nada. Si les pones a los dos una faldita escocesa, ellos mismos correrían a soplar la gaita. Qué adanes soplagaitas los dos.





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

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