Si, como dicen los lugares comunes, nunca
llueve a gusto de todos, a pesar de lo
sabia y buena que la Naturaleza es, cómo entonces va a escribir uno al
gusto de todos. Imposibol,
claro. Este te encuentra pedante, por el
contrario el otro te ve facilongo, y aquel, que no le haces ni fú ni fá.
Normal. ¿Qué hacer, que a otro respecto, Lenin
dixit?
Lo primordial para mí es no bajar nunca un mínimo nivel de
autoexigencia. Si lo que escribes no es a ti el primero que te gusta, vamos
mal, compay. Tener siempre al amigo que te lee en mente, no olvidar que debe él
entenderte, por supuesto, pero buscando un equilibrio entre la torre de marfil y el muladar del Gran Hermano. Escribo con naturalidad y sin impostura
yuxtaponiendo el registro culto –en
la regresión cultural que vivimos cualquier palabra que tenga más de seis
letras ya casi lo es- y el canalla,
y me gusta hacerlo así.
Pero siempre de forma consciente
trato de escribir mejorando lo que hay. Es decir, como si yo fuera mejor
escritor de lo que soy, y como si el amigo que me lee, fuera mejor lector de lo
que es, amejorándonos los dos en ese esfuerzo compartido, en esa tensión
creativa hacia la excelencia. Creciendo y ensanchando el espíritu juntos, y no
estancándonos en el establo de cuatro topicazos cómplices. Lloverá así a mi
parecer a gusto de uno, sí, pero de un uno que a la vez pueden ser muchos.
3 comentarios:
Hola José Antonio.
Me da vergüenza escribirte.
No merezco lo que has hecho.
No sé cómo explicarte...., tengo en mi mente el milagro de una flor silvestre creciendo entre las ásperas y estériles grietas del asfalto y me veo perfectamente representada en todo lo que ella significa; tú la has elegido porque simboliza lo que mencionas en el post pero, sin saberlo, has reflejado exactamente lo que soy y cómo soy. Gracias.
(Aunque hoy soy más la rosa, la prímula, la caléndula, la flor de tilo y la del magnolio...
Y hoy voy por ahí con aires de condottiera, mirando a todo el mundo por encima del hombro...me lo voy a permitir...¿qui passa?)
He elegido este post porque así te digo , te insisto, que yo quiero al José Antonio escritor pedante y al facilongo, al de la torre de marfil y al del muladar, al culto y al canalla, al pletórico de felicidad y al hundido en la depresión, al gracioso, al enamorado, al desengañado, al frustrado, al irónico, al enfadado, al misterioso...todos. Sólo así se puede ser testigo de esa “ tensión creativa hacia la excelencia ". Para mí es un auténtico privilegio.
Durante la lectura de tu blog tuve unos días de “ febril arrobamiento", los años 2013 y 2014 me secuestraron de tal manera que olvidé señalarte que pasaba el Rubicón. Cuando me di cuenta, era ya tarde, pero, como me das una segunda oportunidad ...
Leí 2013 con la séptima de Beethoven, el Allegretto es el movimiento más inspirador.
Para 2014 te habría regalado Take Five de Dave Brubeck Quartet...y para hoy...
Para lo de hoy una melodía sencilla, sugerente, emocionante y breve: La valse d'Amélie ( Version originale) de Yann Tiersen.
(Realmente escribo esto para que lo leas tú. Dejo que decidas si lo publicas o no. Es tu libro, tu blog)
Nos vemos en el post de mañana.
B
Hola, B: cómo no publicar tu texto, tan hermoso, en mi blog. Cuánto te lo agradezco, de verdad, B. Gracias por tu tiempo, por tus músicas , por tu buen gusto... ¡por tu exquisita escritura! ¿Sabes? Creo que lo haces mejor que yo. ¡Podrías escribir lo que te propusieras! Lo principal: que posees un alma grande, eso no hay más que leerlo. Gracias por contar con tu ayuda, con tu aprecio, con tu cariño. Muchas gracias, B.
Y muchísimas gracias, B, por el regalazo de las traducciones, me encantó silabearlas. Gracias!
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