Se dan en el estupefaciente vídeo sobre Antonio Carmona, diputado socialista madrileño, no pocas sabrosas
concomitancias con la estupenda película de Peter Weir, El show de
Truman. No, no tengo a Carmona,
salvadas las físicas distancias, por peor comediante que a Jim Carrey. Diría incluso que a menudo en amplitud de registros le
supera, por ser el de la Política guión mucho más abstruso que los que aborda Carrey. Si en la película de Weir el héroe, sin él saberlo al
principio, resultaba “teledirigido” por el mefistofélico
productor Christof, en su célebre
video reconoce Carmona ser “completamente teledirigido” en las
tertulias por el Partido,
personalizado en su caso en la efigie moruna de Griñán.
De nuevo, pues, Arte y Realidad dándose un suculento morreo interactivo,
del que brota un engrudo en el que ya no distinguimos bien uno y otra. Pero ese
engrudo, lector, es lo que vivimos, y desentrañarlo y analizarlo despacito nos
permitirá acaso comprender y desvelar muchas de las claves de cuanto nos
rodea. De manera lector que, si te place, toma mi mano, y paladeemos la pieza
de Carmona, en relación con la de Weir , cuyo significativo subtítulo
rezaba por cierto “Una vida en directo”.
Es ya de entrada la sola carátula de la cosa bien elocuente: contra una
pantalla de representación –escenario omnipresente las pantallas en la sociedad
del espectáculo- y flanqueado por dos hiératicos fideicomisos del Partido,
comparece el histrión en pie, algo desbaratado de atavío, como si tras la
sobremesa de un suculento ágape –gin tonic incluido- se iniciara la función. Es
apabullante la gestualidad carmona, las maneras de truhán con que se escabulle
él de la áspera crítica –esto ningún avezado comentarista, lector, lo ha
señalado- que desde atrás los anónimos conmilitones están haciendo a la
ubicuidad de Carmona por todas las
televisiones. Y es que el muro de la pantalla tras él, el gesto adusto de los
altos burócratas sentados que ceñudos le comprimen, los reproches que desde el
frente –en el fuera de campo del video- le vienen, la expuesta postura del
truhán, sus brazos a veces abiertos en par, esa holgada camisa blanca, todo eso
remite también de alguna manera a Los
fusilamientos de Goya. Veamos como el pícaro Carmona se escaquea de la orwelliana Presión del Partido, que por
mano anónima diríase que quiere hacerle la autocrítica a este bon vivant.
“Pero aprovecho lo que estáis
diciendo (es un reproche lo que se deduce que los militantes de base desde
la oscuridad le hacen de andar sin parar por las televisiones fachas) para decir que hay que estar en los medios
de comunicación, y hay que estar lo más… (lección de primero de básica,
claro, es en los media donde se
ventila hoy la idea que de lo real se hacen los ciudadanos, “aceptamos la
realidad que se nos presenta”, afirma el manipulador Christof en la obra)… Tomás y yo, Tomás más que yo, hemos
metido gente en los medios de comunicación (ese “meter” gente en las
distintas instituciones es la ocupación central de toda Organización que se
precie, y no tanto de los miembros declarados como afines, a los que aquí se
refiere C, sino los “durmientes”, Roldán dixit, que el Partido infiltra en las
más altas instancias de Poder e información –justicia, cesid, ministerios,
policía, ejército-, “infiltración” que todos los partidos intentan desde luego,
pero que como los hechos parecen demostrar por cada uno que consigue colocar el
PP posee cuarenta el PSOE; la revelación de C aquí suscita además la siguiente
cuestión peliaguda: si los medios se dejan “meter” gente de los partidos… a
cambio de qué es, pues no se ve en qué ganan las tertulias con la ubicua
presencia de segundones de los partidos, meros repetidores de estos)… y hay que estar… si nosotros no
utilizamos todo canal de comunicación con los ciudadanos acabaremos siendo… no
es exactamente lo que habéis planteado pero… el que tenga miedo a comunicarse
con los ciudadanos que se dedique a el corte y confección, una actividad en fin
interesante (como en machista diciendo, eh, artistas, que esto es para
valientes, para tíos y derechos, no para
mujeres) …no nos preocupemos demasiado
por lo que sale en los periódicos… porque una noticia de un periódico la leen
133 personas, ¿vale?, sin embargo sales en televisión y te ven siete millones
de personas, entonces… (¿en El gato al agua siete millones?, puede
escucharse que alguien le inquiere) … no!,
en Tele 5 o en la Sexta, en El gato al agua yo no voy, van otros compañeros,
enviados por cierto por la Comisión Ejecutiva Federal… yo voy a la Sexta, me
verás, me imagino, ehhh, y ahí te ven tres millones de personas… de qué se
trata, no se trata de nada personal… se trata de enviar el mensaje del Partido…
ehhh, ¿estamos dirigidos cuando envías ese mensaje del Partido? Completamente. (Carmona
replicante total del Partido) El otro día
tuvimos una experiencia muy interesante, (contado el tema casi como una
aventura, como un ensayo clínico de
laboratorio) que es que teníamos
un problema del ERE, de los ERES de Andalucía, fue un debate intenso, donde fui
yo, porque me mandó el Partido ir y fui yo, (Carmona, un mandado. “No
puedes irte, Truman, este es tu sitio, conmigo, estás en la televisión, en
directo ante todo el Mundo”, le reconvenía su Amo a Carrey en la peli) y diréis, que tienes que ver tú con el ERE
de Andalucía… pues fui con el ERE de Andalucía (Carmona sacrificado, que
busca la complicidad del auditorio) …y yo estaba, lo puedo decir aquí sin que
nadie me grabe, (pero sí, le estaban grabando, como Truman no sabía que le
estaban grabando, qué Christoff encargó la grabación, quién aprobó la difusión
del Video) teledirigido, nunca mejor
dicho, por Jose Antonio Griñán y por Mario Jiménez, que es el secretario de
Organización, bueno, tan teledirigido que me mandaban mensajes (mueve C
entonces las manos como chivatos, sonríe, consigue ya la sonrisa de quienes le
zaherían) por whatsap todo el tiempo,
como es natural porque… Jose Antonio Griñán es una persona honradísima (por
lo que vienen a resultar los tertulianos una especie de muñecos grotescos cuyos
hilos otros ventrílocuos en realidad mueven, aunque, como Truman en la peli, no
deja Carmona ante el auditorio de rebelarse un poco ante su creador, como
evidencia la shakespiriana hipérbole irónica sobre la honradez de Griñán que,
llevándose las manos a los bolsillos traseros, ahí arroja) entonces, eso es lo que hay que hacer, perdonad que aprovecho esto para
decirlo y creo que los compañeros que opinen lo contrario no es que estén
equivocados, es que están muy equivocados”.
Y sí, con este show, con estas picarescas tretas casi sanchopancescas,
ciertamente alejado de la odisea emancipadora y trágica de Truman, revelando de paso lo que de burdo montaje escénico tiene la
honradísima Política hoy, escapa Carmona
de la melée que la militancia de base quiso allí tenderle, mientras alguien le
grababa sin él sospecharlo. De haberlo sabido, quizás como Carrey en la peli hubiera finalizado con aquel “buenos días, y por
si no nos volvemos a ver, buenas tardes y buenas noches”.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
4 comentarios:
¡Ja, ja! Genial, querido amigo. Me quito el sombrero y aplaudo efusivamente esta magnífica semblanza de ese hecho lamentable y bien significativo, básicamente de lo "alelados" que están mis niños del caralibro, con sus chiches de pensamiento único y nada más.
Es triste. Yo también hoy -permíteme la cuña publicitaria- pongo en mi bló un documento que haría palidecer de envidia a los cien mil hados de la hélade de Mileto, el Jabato y el Capitán Trueno.
Estamos viviendo momentos muy tristes, protagonizados por barrigudos carmonitas sin el menor escrúpulo. Solo se valora hoy la charleta de pega: es la única política (de izquierdas, claro, pues los mostrencos derechosos como la Báñez, ya tienen bastante con encomendarse a la Virgen del Rocío).
Pero yo, querido amigo, tu humilde seguidor y bloguero también que se sigue a sí mismo, tengo dentro de tres horas otra reunión con una caterva de hippies iluminattis que no se la salta un griñanini. De sufrimiento preventivo, estoy acongojado ya. Es lo que tiene vivir entre progres, a mi pesar: que ni siquiera ellos demuestran el menor sentido del humor, ni del amor. Lo único que pretenden -como su siniestro guía Carmona- es que esto sea un global granenmano y ellos sus divinos milanos.
Un fuerte abrazo.
La política, ésta política, me recuerda a mis tiempos mozos, en el día de la chacha en que salíamos, salidos, enrabietados de bragueta, a ligar doncellas, supuestamente. Siempre estaba el niño repelente que no te dejaba entrar en materia al no despegarse de la susodicha. Y había que estirarse, donarle una peseta para que se comprase un helado. Por entonces aún había helados a peseta. Mientra iba y venía, si eras avezado y te retirabas a tiempo en un movimiento clásico de cobra, podías robarle un beso. La interfecta se ofendía aparentemente, y ahí quedaba la cosa.
La peseta, hay que aclararlo por si soy malo en la comparación, son las charletas, los líos, las broncas, las ruedas de prensa de Carmonas, Ponses, Montoros y Rubalcabas varios. Mientras nos distraen con engaños, nos mancillan la caja, el banco, las pensiones, el presente, el futuro y hasta los más ocultos pensamientos.
Cuando expones, expones razonablemente y con claridad, pero al no avisarnos de que todos los demás hacen exactamente lo mismo, paresciera que sólo el lenguaraz Carmona vulnera las exquisitas normas de distracción del personal, cual carterista que te toca una teta mientras la cartera te peta.
Y qué bonito dices lo de Carmona.
Después de leer tu buen articulo y ver el vídeo que es de asco, si a mi me graban en petit comité diciendo semejantes chochadas y quedando con el c... al aire. Yo no entiendo que cara dura ahí que tener, para seguir de tertuliano teledirigido, que asco..saludos..
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