Pablo
Iglesias Superstar on the Ritz, oh my
God. ¿Podemos…
imaginarlo? Yes, we can. Lees, eso sí, algo
similar en una novela, o lo ves en una peli, e ipso facto la mandas al cuerno.
La ficción posee necesariamente una lógica y una consistencia internas que el
real y vertiginoso cinismo bajo el que vivimos no conoce. Ahí es nada, el Líder Supremo de los Podemos, el que
ni hace dos meses defendía la medicina de la Guillotina contra el pescuezo de
la sarta entera de la Casta ladrona…
nada menos que de retribuida Conferencia postinera, en un sarao financiado por
las principales empresas del Ibex, acaso en el más privilegiado y ultraclasista
reducto de la capitalista Casta: en el sacrosanto Hotel Ritz. Cosas
veredes, además que sí, mi Señor Cervantes.
A poco que lo pienses es el meollo del rollo del todo estrambótico: mientras los
yogurines post-zetapaeicos andan de los nervios por atalajarse de radicaloides y como sea parecerse a Pablo Iglesias el Joven, agarra éste,
va y se presenta en el Templo por excelencia del Gotha superburgúes del más vil
Capital para… ¿expulsarlos a latigazos? ¿escrachearlos un poquito?, no, para
darles y cobrarles una conferencia, para, si no ganárselos, neutralizarlos, sobre
todo para darse ante las clases medias toda una ducha de respetabilidad
burguesa. Me apresté raudo a tuiteárselo a la impar Beatriz Talegón: ¡Lo tienes! En serio, ésta es la tuya. Sal y dile
aquello tan bonito tuyo de que “es inmoral predicar la Revolución desde hoteles
de lujo” y lo tendrás a tus pies”. Ni puro caso, claro, me hizo ella, por más
que la ocasión lo mereciera.
Pero el lance no había hecho más que presentarse. ¡La de contradioses
que en su decurso nos esperaban, Maduro del Amor Hermoso! Ya era toda una imagen
apabullante, de una densidad casi
onírica, la de todos aquellos provectos y potentados Burguesazos brindándole el más glamouroso de sus salones –tapices
de ensueño, marquesinas rococó, blondas poltronas, depurada moqueta, la más
fina vajilla… todo el fasto de ese mundo nefasto- al joven aprendiz de Lenin. ¡Con qué educada unción lo escucharon, con qué cortés
reverencia –aprended Urkullu y Mas,
so zoquetes- incluso al final de la disertación -un grado menos incendiaria de
lo habitual- levemente lo aplaudieron! Es seguro que, viéndolos allí, orondos y risueños, caballerosos y
pastueños, cruzaron con sorna por la mente del Figura las históricas palabras
de su Maestro: “estos burgueses nos venderán la soga con la que les ahorcaremos”.
¡Parecían allí mismo prestos a regalársela! Entonces...
(Y la narración y análisis del desenmascaramiento de El Zorro que a continuación vino... lo dejo para mañana, lector, que por nada quiero verte yo "indignado" por tanta extensión mía. Te espero, claro)
5 comentarios:
Sería estupendo, en aras de la armonía social, que estos "dos mundos", tan opuestos y discordantes en sus planteamientos, se aproximaran.
Yo abogo por una intervención del Estado con el objetivo de una cobertura de mínimos vitales y dignos (evivienda, etc.) para todos, y a partir de ahí libertad al capitalismo para una competitividad creadora e impulsora del progreso económico y cientifico.
Espero y deseo que se consiga, pero hoy por hoy hay demasiadas desigualdades sociales y algo tiene que cambiar, y mucho.
Un cordial saludo.
Hola, Chela: a río revuelto, ganancia de pescadores demagogos y peligrosos. Saludos
El partido socialista dejó a España arruinada en 2011, cosa normal con el socialismo.
Pero mucha gente, entonces, se tira más a la izquierda en España y se pasa a IU, ERC o Podemos, puro comunismo. O sea, es demencial.
Falta pragmatismo y conocimiento de la economía y sobra influencia izquierdosa en el sistema educativo. Como bien dices, a río revuelto, ganancia de demagogos de izquierda. Y la izquierda es experta en agitar las aguas.
Senyora Chela. Si quiere usted ver desigualdad social de verdad vaya a Corea del Norte donde el unico que come es Kim Jong Un que le saca treinta centimtros al norcoreano medio. O, si puede used leer inglés, le puedo mandar un par de enlaces hacia intersantismos documentales rusos que muestran lo que valia la vida de los trabajadores en el autoproclamado paraiso de los trabajadores, esto es la URSS. Yn mientras los trabajadores y sus hijos morian como chinches en ciudades obreras insalubres o eran mandados en ataques suicidas contra los alemanes en un barro donde se hundian hasta las roduillas, los altos diridentes se ponian morados de caviar incluso en el Leningrado asediado. La verda es que lo mejor que hubiesen podido hacer los rusos es clavar la cabeza de Lenijn en una pica para avido a navegantes.
No tenéis ni puñetera idea!!
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