Vistas de página en total

domingo, 19 de enero de 2020

Almas en pena




 Tendemos a representarnos el amor como una maravillosa enajenación mental transitoria. Es mucho más que eso, por supuesto. Es una forma de ser y de estar en el mundo ante la Persona escogida. Por eso cuando la persona amada, la que entre todas de todas todas elegimos y se nos impone como la nuestra, tras aceptarnos una vez, nos rechaza otra, nos duele el cuerpo, nos duele el alma y nos querríamos entonces morir. Somos ese dolor. Consistimos en ese dolor. Somos una persona a ese dolor pegados. Derribados por el hachazo en el centro mismo del ser, que es el manar de ese sentir, maltrechos los sueños, insomnes, inconsolables, a tumbos, nos muerde por todos lados el clamoroso vacío que abre esa ausencia. Qué triste nos parecen entonces la vida y el mundo, qué penosa y sin sentido toda esta infinita confabulación de astros aciagos. Qué amargo hasta el respirar. Entonces sí que somos de verdad almas en pena, que lleváramos el corazón colgante y fuera del cuerpo, a trompicones arrastrado por los suelos, una y otra vez contra las piedras de punta malhiriéndose. Bon jour, tristesse.

SOY ESCRITOR. VALORA MI TRABAJO.
111 ROSAS o EL LIBRO DE LAS AGRIDULZURAS. 301 pgs. 12 euros, envío incluido. (Es bien fácil pedírmelo y recibirlo, va)
La historia de un hombre, más sensible que patético, en busca de sí mismo y de los demás, a la búsqueda de los afectos perdidos, por cielos, mares y Antros, entre mujeres fatales y mujeres magistrales. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ. Pídemelo aquí o en josemp1961@yahoo.es 301 pgs 12 E envío por correo certificado incluido. 15 E, si es contra-reembolso. Personalmente dedicado, va.
HUMOR, AVENTURAS COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES.

2 comentarios:

Eva S. Stone dijo...

No sabes cómo te entiendo.
Es un dolor infinito, incomparable a ningún otro. Lo bueno es que, después de él, ya nunca más vuelves a sentirlo, porque te vacunas y la entrega a las relaciones siguientes no tiene la misma intensidad...

Un beso solidario.

José Antonio del Pozo dijo...

Pues... llevas razón. Otro, Eva.