Los guapísimos no se enamoran: se ven, se olfatean, se admiran, se guiñan... despliegan el consabido ritual de su natural poderío… y, ajuntándose, mutuamente se reconocen miembros de una especie superior. Punto. El enamorarse es privilegio único de los FEÚCHOS –como el muá-: sólo ellos a tientas se descubren, se crean, se inventan el uno al otro, se invisten, en el corazón y en el cerebro, de una hermosura plena, de ese delicado sentir sinsentido, de una luna llena, que sólo ellos pueden ver.
SOY ESCRITOR Y MI LIBRO MERECE LA PENA: EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS: amores y humores, sentimientos e ironía, desengaños e ilusiones, versos y besos, ternura. Pídemelo aquí. Te gustará. 152 pgs, 10 e envío incluido.
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