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martes, 21 de mayo de 2013

La Izquierda Ultra: Trueba ataca de nuevo




   Presentaba en Londres don Fernando Trueba, el por este Sistema hipergalardonado cineasta, su penúltima creación, “El artista y la modelo”. El manual del márketing más rancio exige para ocasiones tales, como sabemos, unas explosivas declaraciones, (Público.es 15-5-13) de esas que levantan escándalo y que obligan a todo el personal a comentar el pasote. Ya hemos anotado otras veces –con gran fracaso, la verdad- que con la “hooliganización” global que las redes sociales promueven, los prebostes de la Izquierda, que copan el mundillo cultural, han intuido a la perfección que las apelaciones hoy, cuanto más burdas y vulgares, más efectivas entre los consumidores resultan. Y a ellas, sólo por conservar su privilegiado status, con denuedo se aplican, mostrando una vez más su verdadera ideología ultra.
      
   Habíamos glosado ya en este mísero blog –errado y herrado azote de los prohombres del Progreso, qué vamos a hacerle- la estrafalaria colaboración publicitaria de Trueba con el Banco de Sabadell, qué nivel (post de 2 y 3-11-2011). Dice ahora Trueba, para calentar motores y ensuciar lenguas, que “la palabra comercial es un concepto super-relativo y gilipollas, inventado por el capitalismo subnormal… Es más fácil desde luego que te contrate Tele 5 y que hagas una comedia gilipollas”. ¡Con la de preclaros Solidarios que en esa cadena por todo lo alto brillan hasta forrarse!, cabría argumentarle. Detéctase además ya aquí la manía “gililoquesigue” que ahora a Trueba mucho turba, prueba de la predilección por el lenguaje chabacano en que los popes izquierdistas, como aquí tenemos  demostrado, últimamente chapotean.
    
   ¿Sobre los Premios? “Siempre vienen bien para promocionarse… Cuanto más mayor soy más me doy cuenta de lo gilipollas que soy… los que más ilusión me hacen son los que te han dado por algo que no es tu trabajo, como los ocho Grammy que he conseguido como productor musical”. No sé si puede entonces sostenerse aquello del “capitalismo subnormal” de antes, si premia tantísimo éste a mentes tan lúcidas como la que nos ocupa. O quizás por eso mismo al menos bien estúpido sí que sea. Nunca hubo Sistema que galardonara tanto a sus más conspicuos aborrecedores. Pero con todo, le sirve este acelerón a Trueba de trampolín desde el que explotar, y demostrar ya el diáfano sentir de esta elitista Izquierda Ultra:
     
   “Desde que el cine (así, en genérico, dice Trueba) se posicionó contra la Guerra de Irak hay un odio de la gente de la derecha de nuestro país, que nos ha identificado con el enemigo. Probablemente siempre nos odiaron. No se dan cuenta del crimen que cometen (las peores películas del Oeste son menos maniqueas que el modelo no argumentado que este artista nos propone: nosotros contra la Guerra, ellos nos odian, siempre nos odiaron, cometen crimen) … Los que están ahora en el Gobierno son los mayores enemigos de nuestro país que nunca han existido (nada menos que los MAYORES enemigos que NUNCA, oímos bien, ni los de Sortu eso dicen ya) … Son los antipatriotas (ese soniquete sí nos suena) por excelencia. Son la gente que odia a España (¿pillamos el paralelismo sugerido por el artista? Nos odian a nosotros ergo odian a España) y lo único que quiere (¡lo único!) es destruirla, a España y a su cultura… Sois los que venís con la excavadora a demoler y a destruir. Sois una puta mierda (exhorto demoledor donde los haya, pues sólo cabe tras el mismo musitar que, en efecto, les queda a ellos la palabra, la palabra soez).”
     
   No podía Trueba finalizar su heroico alegato-entrevista sin una peculiar y llamativa auto-crítica, que en su salsa chabacana  resulta, con su obertura a las Juventudes Indignadas, todo un excrementicio  colofón: “Una generación, la mía, que ha fracasado. Ha demostrado que es incapaz de hacer nada. Debe dar paso a la siguiente y dedicarse a sus negocios, que eso se les da muy bien: ganar dinero y robar se les da de puta madre. Espero que una generación nueva le dé una vuelta a esta puta mierda de sociedad terminal que hay ahora mismo”. Uff, sin duda nos hallamos ante un Pensador a la última.



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

domingo, 17 de febrero de 2013

Sabadell,Sabadell,Banco de Sabadell te quierooo...


   
   Les vemos –en uno de los cortes- ajustarse el uno al otro la corbata, acicalados, bellos, con algo de niños radiantes antes de recibir la Comunión, mientras Ella sentada les contempla. Se escuchan unos rasgueos a lo Ray Cooder y suavemente, al compás exacto de los acordes, va iluminándose el minimalista aunque glamouroso escenario. Como ante una producción artística, tatachán, aparecen los créditos: la Cuenta Expansión del Banco de Sabadell presenta: Entrevistas sobre el Cambio –por Julia Otero. Desde cada lado de la pantalla irrumpen los protas: los Luises y Julia que, sin mostrársenos aún sus caras, confluyen en el centro, delante de la mesa: “¡mis chicoooos!... sentaros, por favor!” declama ella, tras sonoramente besarles. Medidas sonrisas a tres antes de empezar con el tema: un conseguido clima de acariciadora familiaridad.
    
   Sigue la maravillosa pieza publicitaria que ahora vemos la senda escenográfica ya marcada para Victor Manuel y Ana Belén, Boris y Sardá que ya desmenuzamos en este infeliz blog (post del 10,11 y 18 de mayo 2012): ese depurado equilibrio entre funcional y exquisito,  ese marco en apariencia casi desnudo, desprovisto de retórica aunque a la vez atiborrado de la misma, ese blanco y negro tan aquilatado –bergmaniano, pero sin tortura alguna- que exuda qualité, esos primorosos encuadres, esa luz tan amansada, ese distinguido e irreal espacio sin estridencias diseñado para la fascinación y para brindarse a la mirada tenuemente seducida (¡) del espectador.
     
   No se insistirá lo suficiente, creo, en la sutileza y en la sofisticación extremas del spot. Quién diría que nos hallamos ante el mecanismo publicitario de un banco. Apenas el logotipo de la entidad “marca” indeleblemente el territorio. Se busca sobre todo –el medio es el mensaje- incidir e inducir en el inconsciente del receptor toda una catarata de “entrañables” resonancias afectivas y morales que los protas y lo que nos van a contar despliegan en quienes les contemplan para luego, en candado sensorial, asociarlo a la propia marca del banco sin que en ningún momento lo parezca: oh, suprema astucia del Capital.
    Y si la idea-fuerza al fondo de toda esta amabilísima tramoya nos susurra que el Banco de Sabadell es un Banco Bueno, qué otra orden íntima trata ahora por lo bajini de imponérsele además al potencial cliente: ¡Cámbiate de Banco, vente al Sabadell! No en vano es que el Sabadell hállase ahora en plena expansión de sus poderes. De ahí toda la suasoria mandanga del Cambio. De ahí la sibilina coordinación de la charleta en apariencia autónoma que mantiene el trío con dicha orden implícita.
   No perdamos de vista que la Idea del Cambio se nos sirve asociada a este trío de meritocráticos desde luego Triunfadores, multimillonarios en la cúspide social, popularmente admirados a la vez, intríngulis éste que en estos duros tiempos tiene su aquel. Cumple la Comunicadora además el rol de puente y de tobogán entre la sociedad y los astros, como así lo documentan las sonrisas encandiladas y los gestos asertivos que encantada les brinda.
    
   Por eso, inadvertidamente, y es lo decisivo, creado ese clima de suave seducción, se ponen en boca de los admiradísimos protas (en la producción de 20 minutos que para las “redes sociales” se ha hecho puede verse”) lo que sostenido por un Banco sonaría del todo intolerable: “la vida está hecha de oportunidades”, “los bienes materiales son algo superficial, lo que cuenta es la seguridad de poder escoger tus propias decisiones de futuro”, “no se trata sólo de poder comprarse el mejor coche, la mejor casa, es sobre todo que eres sobre todo dueño de tu futuro, sabes que vas a poder dar una educación muy buena a tus hijos, vas a poder disfrutar de cosas que la mayoría de la gente no podrá hacer”, “o sea, que lo importante no se puede comprar”, “lo que cuenta es enamorarte del proyecto”, máximas todas ellas que conllevan una soberbia justificación de la riqueza.
    
  Claro, en la agenda de la actualidad que nos ocupa es forzoso anotar la prodigiosa prestidigitación con que se puede pasar de proponer urbi et orbe como Líder Máxima del Pueblo a quien llama “criminales” –en presencia incluso de los filoetarras del Congreso- a los señores de la Banca a, sólo días después, publicitar por todo lo alto a una de estas filantrópicas entidades.
     “Lo interesantes que sois ahora… ha sido estupendo… me ha encantado entrevistados juntos a los dos, suerte”, les dice Julia al final. Eso, suerte.





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS (Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

viernes, 25 de mayo de 2012

Almodóvar en la Puerta del Sol, qué sol


    
    Que la élite izquierdista es un convoluto de cinismo más buenismo resulta un axioma, a la vista de sus hechos y sus dichos, difícil de refutar. Decíamos ayer de los que publicitan al Banco de Sabadell, qué nivel. Andan siempre superándose a sí mismos, de continuo rivalizando unos con otros por llevar más lejos que nadie la plusmarca olímpica del cinismo, que es la divisa dura de su secta. Cuando pensamos que no puede haber ya un mayor descaro imaginable, cualquiera de ellos con creces lo pulveriza. Qué cracks.
      Ahí tenemos en la Puerta del Sol al nuevo recórdman en la distancia de la Impostura, el oscarizado Almodóvar, apuntándose a los fogosos resplandores de la Spanish Revolution y de la Sacrosanta Indignación. Rodeado de cámaras, claro. Y qué facha es y gasta el Señor.  El mismo figura que apoyara a Zetapé, el mismo que viera sus sucios millones salpicados en los delitos del tiburón Madoff, el mismo que posee una SICAV, ese formidable invento del Capitalismo más abyecto para apenas pagar impuestos por su inmensa fortuna, tan suelto de cuerpo como suele, apoyando la más estrepitosa denigración del sistema de libre empresa que los tiempos vieran.
      Como musa de la Libertad guiando al pueblo, allí que se pidió pista el sanchopancesco millonario, para posar ahora como Quijote: “Es una de las cosas más bonitas que he vivido” declamó a medias de romperse, estremecido en la hondura de todo su sentir. Con lo que ha de haber él vivido. “Apoyo a estos chavales, son necesarios”, con esta revolera de infecto paternalismo cortó allí orejas y rabo ante la Indignada –bueno, ahora Complacida- concurrencia”. Cinismo más buenismo, esa es la fórmula.
   Al cabo, con ese más que conocido curriculum a sus espaldas, la irrupción triunfal de Almodóvar entre las huestes de la Spanish Revolutión sirvió de inequívoco termómetro de la verdadera naturaleza de la misma: pánfilo buenismo en su mayoría, perfectamente manipulable. Pues, si los Indignados de verdad lo fueran habrían sin la más mínima duda recibido a Almodóvar y compañía como en el próximo texto yo te desvelaré, lector, si es que tú me sigues. 



Post/post: gracias a Mónica, a Juante, a Explorador, a Juan Carlos, a Alijodos, a Jose Antonio, a Javir, a Winnie0, a Pury, a Fugitivo, a CSPeinado, a Bego, a NVBallesteros por engrandecer este blog con sus reflexiones, con sus chanzas, con su escritura, por gastar su tiempo en bloggear conmigo ayer, muchas GRACIAS.
     

domingo, 20 de mayo de 2012

Crimen sin castigo de Javier Sardá


  


   Pues nunca, a mi modesto entender, se ponderará bastante el leso delito por Javier Sardá acometido, que, habiendo tan abundante talento en el interin de su magín, -como al mismo Doctor Frankestein lo asimila en el Sabadell, qué nivel, Boris cantarín-  hubiera sobre todo de canalizarlo él hacia la infecta Telebasura, de cuyos pésimos males y modales para el envilecimiento del gusto y del criterio de la audiencia –del Pueblo dirían ellos, que tanto lo aman- fue él pionero ilustre e insigne Patrón a seguir, a cambio, eso sí, de levantarse un inmenso dineral, vil metal que en ellos, a lo que se ve, jamás de nada es culposo. 




Post/post: gracias a NVBallesteros, a Mónica, a Cesar, a Herep, a Juan Carlos, a Winnie, a Fernando (gracias), a Maribeluca, a Anónimo por bloggear a mi lado ayer, GRACIAS .

viernes, 18 de mayo de 2012

Desmontando a Boris&Sardá


    
    El mismo marco distinguido que a Víctor&Ana recogía, les envuelve a ellos también. Los mismos utensilios entre funcionales y exquisitos, el mismo nivel del agua en los vasos, en las botellas. Idéntica la música incitativa que con ellos arranca: isotopías narrativas que faciliten y armonicen el mensaje latente. Sí, el logotipo del Banco omnipresente, marcando con discreción el territorio de la especulación, en su doble sentido. Mismo paisaje pues, para distintas figuras, con un similar denominador común: admirados paradigmas del progresismo bienpensante y exitoso charloteando de sus fecundas “Relaciones”.
   Es archiconocida la sentencia de Marx que sostiene que la Historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa. Y si la conversa que se traían Víctor&Ana terminaba en comedia, no dejaba en su desarrollo de rozar la tragedia: en un momento teorizaban, serios ambos, sobre la posibilidad real de que su venturosa liasson pudiese, al albur de la vida misma, irse mañana al traste. Uff, se te ponían de corbata entonces. Bueno, pues con este par de histriones  ahora, en efecto, es todo ya farsa. Los mayores cumplidos, también los más íntimos reproches, que aquí Boris&Sardá sin pudor exhíben y se cruzan, poseen el aire grotesco y desmesurado que le es propio a la farsa. Tampoco ellos ocultan lo más mínimo el género: el gasto de la producción corre a cargo de Boris, de sus excesos prototípicos, apalancándose Sardá en un surtido repertorio de risotadas, carcajadas, estrambotes y demás expresiones del jocoso cachondeo.
      Y asistimos así –atonitos, si tomamos distancia del timo del lujoso envoltorio- al racimo exhibicionista, pautadas a través de primorosos encuadres, de las inacabables banalidades y ocurrencias de esta pareja de ejemplares histriones. Espectáculo de las inflexiones cantarinas en subeybaja de Boris galvanizadas por los tics y los morritos que le pone Sardá. ¡Oh, what a wonderful world el suyo! ¿Resultará entonces inconveniente recordar, tan dados como suelen ser ellos a ajustarle las cuentas al tendero del barrio, que Sardá amasó todo un soberbio CAPITALOTE con su multimillonario negocio? ¿Entonces, hacerle la bola y la ola a un Banco ahora, a cuento de qué?
    
    Pero estas son las perlas incredibiles que aquí nos derraman: “qué cómodos nos sentimos juntos… tú eres la persona que más me ha glamourizado a mí… desde que no tenemos la unión del programa me has dejado huérfano… pero, Boris, un huérfano con una buena herencia, chico, no paras, lo último, plancharte la cara… es increíble el vacío que dejas… el luto de Crónicas lo sentí un año después en un restaurante coreano hiperpicante, empecé a lloraaar… Javier, me hiciste cantarle el Cumpleaños Feliz al Jefe Supremo en Taormina en una cena de la élite… Boris, yo nunca te abandonaré, tú me dejaste por Miguel Bosé… Javierrr, uno tiene que ser vampirizado y ser vampiro, una relación en la que no se chupe, no hay relación… Javierrr, tú eres muy orgulloso y muy inteligente –puede que tengas razón, Boris- … como el doctor Frankestein y su monstruo, así es nuestra relación… Javierrr, cómo eres de malévolo, eso es crueeeel, … he pasado toda la vida queriendo ser guapo y sólo soy inteligente, tú eres guapo e inteligente, Javierr… pero, claro, en la dominación hay la máxima entrega… bueno, Boris, ha sido un placer, espero que nos veamos pronto… no antes de seis meses… vale, perfecto.”
        Y cada uno lárgase entonces por su lado. Oh, yes, very well, what a wonderful word.     



Post/post: gracias a ... nadie, pues nadie pudo ayer bloggear conmigo... menos mal que llegaron unos ángeles, Ángeles Moya y ángeles, seguidoras nuevas de este blog, que es también suyo ya, oxígeno puro para seguir escribiendo, y no me dejaron así tan solo, GRACIAS por ello, míos ángeles. 


viernes, 11 de mayo de 2012

Víctor M, Ana B y el spot S


   
    Arranca una música de cámara entre incitativa y melódica, envolvente y reiterativa. Sobre el negro del fondo se imprime el crédito “La Cuenta Expansión del Banco Sabadell presenta”, como si de una productora ante una obra artística se tratara. Presenta “Relaciones”, el título de la obra, y vemos luego sobreimpreso el nombre de los protagonistas.
   Estamos ante una escenografía minimalista, despojada en apariencia de retórica y a la vez atiborrada de la misma: ese blanco y negro tan depurado que exuda “qualité”, esa fina alfombra en contraste, los discretos y simétricos muebles laterales para sostener idénticos utensilios y medidas del agua, sobre todo ese frontal y larguísimo sillón, funcional y elegante a la vez, sin nada en sus bajos fondos que ocultar,  como boca franca que nos convoca. En suma, ese distinguido espacio irreal sin estridencias diseñado para la fascinación y para brindarse a la mirada admirada del espectador.
     Vemos llegar de espaldas, cada uno por un lado, a los protagonistas, que se sitúan en los respectivos extremos del sillón, patentizando entre ellos el hueco de un espacio abierto –ese espacio ya no del todo privado- para que el espectador de alguna manera pueda acomodarse en él.   
   
    Quién diría a la vista del cuadro que estamos ante el anuncio publicitario de un banco. Salvo el logotipo de la firma, omnipresente en el margen izquierdo de la pantalla, estamos en las antípodas de esa publicidad gritona y trasnochada que a nadie persuade ya. La sofisticación y sutileza del mecanismo es extrema: anótese que para nada se impone una descripción ventajosa del producto –ni siquiera de la entidad- ofrecido. Se busca sobre todo inducir e incidir en el inconsciente del receptor la catarata de “entrañables” resonancias afectivas y morales –el prestigio “espiritual” diríamos- que los protagonistas y lo que nos van a contar levantan en quienes les contemplan para, en candado sensorial, asociarlo en ese inconsciente a la propia marca del banco sin que en ningún momento lo parezca, sin que resulte deliberado. Una seducción publicitaria que, no pareciéndolo, sea más eficaz que ninguna.  
    En la televisión el spot se ajusta a su dirección canónica, pero en las “redes sociales” (a las que va sobre todo dirigido) se extiende durante casi veinte minutos, en los que Víctor y Ana rememoran en diálogo su común historia personal, su relación ideal, como paradigma o espejo no declarado pero en el fondo propuesto de una  similar relación idílica entre cliente y banco. El refinamiento y la estilización de la propuesta se basan en una esmerada realización, atenta a capturar para el espectador en encuadres “poéticos” los rictus, los mohínes, las sonrisas y las miradas embelesadas y embriagadoras de Ana B, bellísima en este blanco y negro que parece en ella liturgia y envoltura ideal para realzar su guapura. Víctor quiere aportar el sentido del humor para mejor acercarse así a nosotros.
   
    Y lo que cuentan ambos, lo que en su diálogo se ensalza, son sobre todo virtudes como la confianza mutua, la complicidad, la unión, la laboriosidad, los mismos valores que, no casualmente, deberían presidir de forma ideal las propias relaciones entre un banco “de rostro humano” y su potencial cliente. Con todo, no dejan en la conversa de escucharse cosas, que de no darse en ese satinado marco de lujo aséptico que todo lo engulle y edulcora resultarían bien chocantes.
   Dice así Víctor a propósito del flechazo con el que todo entre ellos empezó: “recuerdo que ibas vestida entera de blanco (¿casualidad con el blanco y negro? ¿parodia de Bogart con la Bergman en Casablanca?)… recuerdo que  sólo pude fijarme en una parte de tu cuerpo… el culo” (¿hemos oído bien? caramba con el corazón tendido al sol, ¿es creíble? ¿o es retórica para pasar como un tío normal?, Ana le ríe la machista alusión, pues vale, reímos nosotros también) .
   “A la gente le gusta ver cosas amables en el escenario” apunta Víctor en otro momento: ¿alto, eso es íntima convicción -en las antípodas entonces de su legendaria pose de cantante protesta y airado-  o es frase de guión que conviene a lo que en el anuncio hacen y que al tiempo predique como cualidad del Banco en la sombra? Lo sabrá él, Víctor Manuel.
  “… A los doce/ trece años yo, que soy de pueblo, lo que pensaba era… yo voy a cantar también, yo me voy a Madrid, me voy a hacer rico, voy a volver con un haiga (coche de lujo de la época) al pueblo y voy a poner una cafetería”: ¿en serio que a los doce años en su tiempo pensaba él en tales términos, en hacerse rico y poner una cafetería, o es treta de identificación con el receptor del anuncio y a la vez disfraz de su elitista presente? Pues, se queda uno a cuadros en todo caso con esas mercantiles revelaciones tan precoces.
   “Finalmente lo importante en la vida es la familia, los amigos, los viajes, las risas… y después de eso ya hay pocas cosas que merezcan la pena”, asegura Víctor, y ante cuadro de valores tan pequeñoburgueses y conformistas, en boca de tan heroico como infatigable activista, va ganándole a uno más y más la estupefacción, y también la sospecha de que están este par de truhanes a todos dorándonos la píldora, al Banco, a los clientes, a los espectadores y al Sursum Corda, … los viajes, las risas, vaya tela.
   
    “Hay una canción que es la que nos explica mejor, son nuestros principios… No seré nunca un juguete roto, no estaré arriba de cualquier modo, con lo que tengo me basto y sobro” (muy bonito, sí, lo único que esa autolegitimación, esa loción de honestidad y soberbia humildad que ellos mismos ahí mismo sobre las cabezas se derraman… ¿no se da precisamente de cabezazos con la publicitaria colaboración con un Banco? Es como si, habiendo sido pillado con las manos en la masa, el Protopatrono de la Ceja protestara con golpes de pecho: eh, que esto no es lo que parece, y ante esa esencial impostura, ante ese cinismo sin fronteras, es ante el que ya uno ha de reprimir la náusea, la existencial y la otra).
   “Hombre, sí, cada uno tiene lo suyo, sí… ¡ay!” con ese escéptico relativismo remata Ana B el sabrosísimo intercambio habido. Se incorporan entonces, se acercan, se besan, le coge él de la mano, salen al fin de escena nuestra paradigmática pareja de novietes eternos. Llegó cada uno por su lado (a la manera que llega también uno a un banco), vánse juntos: el diálogo les re-unió. Desde luego que tiene cada uno lo suyo. ¡Viva el Banco de Sabadell, claro! ¡Y viva Víctor Manuel!


Post/post: gracias a Alijodos, a Sinretorno, a Juan Carlos, a Juante, a Bucan, a Xad Mar, a Teo, a George Orwell, a Winnie0, a El Fugitivo, a Anónimo, a NVBallesteros, a Euclides, a Cesar, que desatendiendo un momento sus propios y excelentes blogs, bloguearon ayer y hoy conmigo, es decir, haciendo este también suyo, y haciendome, con sus oportunas reflexiones, notar su compañía y su afecto, GRACIAS. 
  
     

jueves, 10 de mayo de 2012

Victor y Ana... y el Banco de Sabadell


   
    No estoy seguro, lector, de que merezcan en cambio ese jubiloso manteo Víctor Manuel y Ana Belén, Supernumerarios patronos de la Ceja zetapeica de cuyo nombre no quieren ahora acordarse. Quizás les correspondiera mejor el manteo sanchopanzesco del Quijote de que te hablé. Protagonizan ahora los capitostes de la Alegría zetapeica el sofisticado spot de un banco.
    Es bien conocida la admiración que entre las gentes del mundo del Progreso despiertan los Bancos, directamente asimilados en su airado imaginario a la usura y a la codicia extremas. ¿No nos repiten acaso que NO es esto una democracia y que manda aquí quien manda, o sea, la Dictadura del Capital, es decir, de los Bancos opresores? Pues ahí tenemos a la Modélica Pareja por excelencia, a cambio de un estipendio cuya cuantía no alcanzo a ver, haciéndole la Publicidad a una de estas Instituciones de la avaricia, a quienes muchos culpan de estar en el origen de la brutal crisis que padecemos. ¿Le ocasionará este enjuague algún menoscabo en la colectiva adoración a nuestra ejemplar pareja? Lo dudo, pues gastan algunos una bula de inacabable indulgencia. Quisiera uno de mayor, de verdad, ser así.
   
    “Ellos, los enemigos, han construido durante años BANCOS, fortunas, edificios, tribunales, RELACIONES… “ decía el personaje de la novela del “realismo comunista” de Belén Gopegui que aquí te expuse, lector, y como si fuera adrede, precisamente “Relaciones” lleva por título la gigantesca campaña de publicidad emprendida por el citado banco. 
   La idea es transparente: se seleccionan exitosas parejas progresistas, socialmente admiradas, para que, en clave de diálogo documental,  nos revelen los secretos del mantenimiento de su relación, sugiriendo de paso con sutileza un similar trato, un similar éxito, un mismo buen rollo entre la Entidad y el potencial cliente. Que por ósmosis, la buena imagen de calidez y de humana cordialidad, de artística sensibilidad y avanzado pensar  que las estrellas difunden contamine y se traspase a la propia imagen corporativa del banco y quede así el espectador cautivado en el interior de ese inducido menage a trois. El negocio envuelto, bajo el diluvio de la que está ahora mismo cayendo fuera, entre las redes del pequeñoburgués sentimentalismo progresista, ¡oh, inagotable astucia del Capital
   
    Qué quedaría entonces, a la vista del spot, por concluir acerca de nuestra canónica pareja –a la que tantos muy sentidos avatares de nuestra misma existencia asociamos- salvo que son por supuesto adorables, encantadores, que se conservan ellos estupendos, que qué majetes y enrollados que los dos sin duda son. ¿Esforzarse acaso por establecer respecto a ellos alguna tímida distancia crítica y desenmascarar un poco el truco con que ellos y el Banco nos embaucan? Pero eso, el desentrañamiento del tramposo spot de marras lo dejo ya para mañana lector, que no quiero yo que las delicadas RELACIONES que a ti y a mí nos ligan sufran daño por causa de mi pesadez. Nos vemos entonces.




Post/post: gracias a . y a Beitavg por animarse a registrarse como seguidores del blog, y a Ocón, a Cesar, a Lobo Solitario, a Mamuma, a Trecce, a Alijodos por molestarse en dejarme sus razones y bloggear por tanto en mi compañía ayer, GRACIAS.