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viernes, 14 de marzo de 2014

Ana Rosa Quintana, a la vera de Albert Rivera, de veras


   Se presentaba el “Juntos podemos”, libro de Albert Rivera sobre la aventura política que él mismo capitanea, que ese mismo día agotó ya su primera edición, prueba indudable de las esperanzas de renovación y de limpieza que su joven figura concita. Pues, para más pasmo de todos, si para apadrinar el suyo, tirando de paso por los suelos su pacifismo de pacotilla, se llevó Zapatero al ínclito Tony Blair de las Azores, hétenos aquí que al de Rivera nada menos que lo amadrinó Ana Rosa Quintana, Impostora de los libros y una de las reinas de la Telebasura telecinca, casi desmintiendo ya en el trance toda esperanza de verdadera regeneración política. ¿De verdad, Albert,  que, de entre todas las del jardín, no había fragancia y esencia más escogida que las de Quintana para presentar un libro, ese libro,? ¿No había, aunque fuera de nombre desconocido, una mejor flor con que adornarse el ojal? ¡Es que la requeteinstalada tramposa Ana Rosa Q viene a simbolizar todo lo que Rivera dice NO representar!
       
   Y seguir las palabras de Ana Rosa allí, su elogio de ocasión –pues en otra fue para el psoe, en otra para el pp, como famosa cariátide simbólica que sancionara para todos el necesario cambio de las cosas… para que nada cambie, seguirlo, digo, es atravesar casi las estaciones de un penoso viacrucis implícito. Sea:
   
    “Alguien que es distinto, porque es distinto, porque es muy joven, porque no se ha integrado dentro de los partidos tradicionales, sino que ha creado un movimiento… en el libro lo cuenta, cómo alguien con ilusión, con un tablero y un coche, va haciendo reuniones pequeñas y de repente se va uniendo más gente, es casi la historia de un chico americano (el sueño americano, vale, una suerte de Forrest Gump con pañuelo blanco asomando planchadito en el bolso superior de la chaqueta)… Su primer cartel fue impactante, se presentó en pelotas, yo no sé si para llamar la atención o como un símbolo, aquí vengo, no tengo nada que ocultar, no tengo pasado, no tengo facturas pendientes… y yo creo que empezamos a fijarnos (magistral ese deslizamiento, esa inclusión de la egregia persona de la gran comunicadora en el “nos” de las ciudadanas muchedumbres) aparte de que como ha sido deportista está bien (piropito jocoso, va) …es valiente, opina absolutamente de todo, de cualquier tema que saques tiene una opinión sensata, una opinión que yo creo podríamos suscribir todos (¿todos? ¿no es un poco too much, Ana Rosa?) … en este momento hay una necesidad de cambio… y en un momento él decide no romper nada, sino mejorarlo… yo creo que Albert es un líder con un gran futuro en nuestro país, lo único que espero es que dentro de 20 años te puedas poner en pelotas otra vez, porque no tienes pasado, porque no tienes nada que ocultar y todas esas cosas que todos queremos… a mí me parece que hay mucha gente que está necesitando participación, en el partido que sea, con la ideología que sea, porque… cuál es la ideología de Ciudadanos”.

   (Remate éste de Ana Rosa, leida la laudatio anterior, adobada una vez más de un pringoso populismo naif que finge desconocer el carácter inexorablemente marrullero de la Política, en labios además de alguien que asienta su privilegiado status precisamente en la escasa capacidad crítica de una sociedad sin memoria http://elblogdejoseantoniodelpozo.blogspot.com.es/2011/11/ana-rosa-quintana-ondas-2011-otro.html
remate de Ana Rosa, decía, antológico donde los haya)

   (Y por si Ana Rosa, lo que ella personifica, poco fuera, anotan las gacetas que a los postres llegó Eduardo Punset, que alterna Indignados de la calle, nacionalismos, pan Bimbo, establishment … y ahora Albert, según el mes, como Supremo Maestro Buda que le confirmara a Rivera la alternativa en la plaza. Lástima: faltó Ansón y hubiéramos ya estado todos).




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Punset, que se enrrolla con Alicia ahora






   No para el Maestro. Le habíamos dejado, remember, entrevistando fascinado al falso shaolin, antes con su Viaje al Optimismo, y más antes como Guía espiritual de los Indignados. Nuevo libro ahora del gran Punset en el mercado: El sueño de Alicia. Promete. Veamos si no el dossier que como resumen de la obra la editorial facilita: “Alicia pregunta. Luis responde. Ella es la alumna que aprende y él es el mentor que instruye. Muchos años les separan pero el amor y la admiración les unen. Luis el Gran Sabio (sic) contesta todas sus consultas. La soledad, las ansias de conocimiento y una inevitable atracción termina por juntarles”. Ajajá, así da gusto, sí. 
  
   “Eres una magnífica alumna, Alicia. Me sorprenden gratamente, como siempre, tu lógica y tu capacidad de síntesis, dice el Gran Sabio”. No, ya, claro. “La relación atormentada que Alicia tuvo con un mariachi  les servirá de excusa para hablar de las emociones y los sentimientos tóxicos, de los impulsos que no se pueden dominar… el contraste con el equilibrio y la armonía que ahora le aporta Luis es causa de nuevas reflexiones”. Entre el mariachi (¡¡¡) –no sé por qué, lector, se me vino a las mientes al punto el santanderino Revilla- y Luis el Gran Sabio es que no hay color. 
  
   “El encuentro con Maggie, una culta y sensible taxista londinense, hace que Alicia delibere con ella sobre cuestiones humanas que le obsesionan, la soledad, la tristeza o el amor… Aunque el sueño vital va llegando a su fin … todavía queda tiempo, quizás un suspiro, para recopilar y hacer públicos a través de las redes los doce preceptos del Gran Sabio que permiten encarar el futuro con fuerza y esperanza".
   
   Qué maravilla, Alicia y el Gran Sabio, sí. Y se las apaña y todo el maestro Punset , entre tanto amoroso conocimiento, para meter también su cuchara oportunista a la Política que vivimos: “Al psicópata le trae sin cuidado el impacto de su conducta sobre los demás… y esa conducta en el fondo  es la misma que tienen muchos políticos que aceptan, consienten o promueven el brutal recorte del estado del bienestar que estamos viviendo, a sabiendas de que ellos han prevaricado, traficado con influencias o directamente robado, y con pleno conocimiento de que su soberbia y desfachatez arruina vidas y destroza hogares. Sin remordimientos. Psicopatía en estado puro”.
     
  Vuelve el Punset Indignado y apocalíptico, diríamos. Sólo que hace poco más de un año en su Viaje al optimismo apostaba porque “nos sobran las razones para pensar en un mundo mejor, no existe una crisis económica planetaria, la esperanza de vida aumenta 2,5 años cada década”. No sólo eso, en julio de 2012 escribía en su blog que “a pesar de los alaridos de muchos, a las políticas de ajuste seguirán pronto las de crecimiento. La duración de la crisis dependerá precisamente de la medida en que la sociedad acepte que la expansión no es posible recuperarla sin saneamiento paralelo. El segundo factor que determinará la duración de la crisis será, como siempre, nuestra predisposición a aceptar el cambio”.  ¿En qué quedamos?
  
   En fin, que Punset maneja y encandila a la tal Alicia igual que a aquellas  otras tres espléndidas donnas del anuncio de Bimbo de marras.

http://elblogdejoseantoniodelpozo.blogspot.com.es/2011/09/punset-en-olite-tambien.html





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
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“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

miércoles, 19 de junio de 2013

Punset: Entrevista con el Vampiro



  Sorprende ya en primera instancia la propia génesis del programa, en boca del propio Punset presentado, con maniático manotear de mediático gurú: “Fíjense, hubo un grupo de telespectadores jóvenes que nos dijeron… ¿y por qué no habláis de… yo diría… de artes marciales? Artes marciales que empezaron algo así como hace 1500 años en China, en el Templo de Shaolín (¡extiende entonces, minuto 1 25´´ Parte 1, Punset, en extraordinario momento zen (?), su brazo izquierdo haciendo con los dedos de la mano la señal de los cuernos!) Y pensábamos, bueno, y qué relevancia tiene eso en la vida de hoy. Y empezamos a escarbar (hace aquí un poco Punset con ambas manos el gesto del gato arañando) y encontramos un mundo fascinante. Resulta que no es un capricho, es prácticamente un modo de vida (¡y tanto!) ... Hoy sí que es un tema que no hemos elegido nosotros (¡), lo han elegido realmente los telespectadores de REDES. Y como ocurre con tantas cosas, bueno, les dijimos, pues, ¿cómo diseñaríais este programa? Y nos dieron los nombres de los invitados, los que ellos consideraban los mejores, los más relevantes, el tipo de reportajes que tendríamos que hacer, dónde tendríamos que viajar (¿es o no inaudito el origen de este programa?¿es verosímil y razonable la explicación de Punset? ¿o esconde la misma algo extraño?)… y la verdad es que después de este periplo, como ocurre tantas veces, llegas a la conclusión de que lo que creías que era casi una excentricidad, un hobby, resulta que es un modo de vida (¡y de muerte!). Tan… tan es así, Juan, que, bueno, dentro de nada vuelves a estar, y tú eres creo que el único europeo que yo (Punset se involucra) sepa en el famoso Templo de Shaolin…oye, qué hace un monje en el siglo XXI en el viejo Templo, qué haces por la mañana, por la tarde…
   
   Y aquí enfoca la cámara a los mejores, a los más relevantes, al rapado shaolín, adornado de bigote y perilla, perfiladas las cejas, ataviado en su raso kimono negro y rotulado en pantalla como Huang Carlos Aguilar/ Fundador Océano de la Tranquilidad/ Maestro Budista Huang C Aguilar (para que el nombre bien claro quedara, supongo). Iníciase así el enjundioso diálogo inter Maestros: “Lo mismo que se ha hecho durante generaciones y generaciones… con la salvedad, por supuesto, de que hoy en día tenemos coches, tenemos teléfonos móviles, tenemos aviones… (pues vaya Templo, podría ya pensarse, que ya casi es un chiste en sí la respuesta de Juan, digo de Huang, con ese reiterado “tenemos… tenemos… tenemos”).
  
   Le indaga luego Punset, abriéndose en horizontal de ambos brazos, acerca del papel de la mujer en las artes marciales. “…Yo siempre explico en mis clases que las mujeres han tenido muchísima más potencia en muchos casos que muchos de los Maestros más reputados, por una simple razón, porque un padre siempre tiene más mimo con su hija porque sabe que va a tener mayores agresiones…” (uff, autosaber premonitorio del Maestro shaolín, habría que llamarlo a esto, aunque el disparatado razonar que despliega tras el grave tono el menda hubiera debido quizás levantar sospecha en el reputado hombre de ciencia Punset).
    
   Abordan, claro, el problema de la violencia y de cómo pueden las artes marciales disminuirla. Se explaya el shaolín y sus palabras, ese tono solemne y circunspecto, suasorio, vista luego la realidad, adquieren ya del todo los contornos de una macabra humorada: “... estamos educando simétricamente nuestro cuerpo, en todo momento equilibrando… indirectamente estamos metiendo en su personalidad, en su cerebro, el no agredir… el controlar sus emociones en caso de que ocurra una agresión, y eso es mejor practicarlo de joven, no esperar a ver si un día te iluminas, y a ver si por casualidad cuando alguien te ofende gravemente no reaccionas violentamente; es mucho más positivo entrenarlo, y mucho más positivo entrenarlo de niño, cuando todavía las formaciones cerebrales están haciendo conexiones no sólo con el interior, sino con la sociedad y lo que nos rodea, entonces ahí se está forjando una personalidad totalmente distinta, y eso yo creo que es un pilar fundamental por lo que en Oriente se usa mucho y en Occidente se empieza ahora…
   
   “Tratamos simplemente de conocernos mejor”, dice el shaolin al principio. Empezamos a escarbar y encontramos un mundo fascinante, que decía en el introito Punset. Pero las estólidas chorradas (véanse si no los videos) que sólo ya ahí soltaba este pequeño saltamontes tramposo no hubieran debido tener paso ni promoción en una programación seria. Y si de verdad hubieran escarbado, que ojalá lo hubieran hecho, fíjense, señores espectadores, la tremenda verdad que hubieran encontrado: el mundo criminal de Juan, qué Huang ni qué leches.  



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

parte III de la entrevista en http://youtu.be/IDE-m9gQNSQ

martes, 24 de julio de 2012

Una luz en medio de la Hecatombe: Punset, que punsetea


   
    Dice el Señorón de la UGT que estamos en “situación de guerra”. Repica Julio Anguita, “vivimos bajo un Estado de excepción”. Remata Almodóvar, claro: “está en juego la democracia”. Bueno, pues, para pasmo de los cielos y de los Príncipes de Asturias, en medio de la Hecatombe ha dado a luz Punset un artículo en su blog… realmente sensacional. Oigamos ya la rigurosa voz de la Ciencia:
   “Cuando todos los índices apuntan a la baja es conveniente no fiarse solo de esos índices, sino también de los positivos, porque existen, a pesar de que la gente tienda a pasarlo por alto.” (alto, eso digo yo, si “todos” apuntan a la baja, no puede haber otros que apunten nada; anótese también ese algo displicente “gente” bajo el que el Sabio de las Redes encuadra el resto de opiniones en el debate público).
   “La otra muestra de pesimismo empedernido es la incapacidad de la mayoría para digerir los grandes hitos en el camino del progreso social.” Es decir que, como Punset emprendió en las pasadas navidades un particular “Viaje al optimismo”, diríase que estira ahora, contra el clamor de las masas, que diría un Indignado, la secuela de la promoción de su libro. O sea, el problema que nos acucia residiría para Punset sobre todo en esa incapacidad de la MAYORÍA para digerir los hitos del progreso.
   
    Alto, volvemos a reclamar, ¿pero no era este SUPERHOMBRE el mismo que en la Plaza de la Escandalera ovetense, durante un receso de los Príncipes de Asturias, jaleó a los furibundos anticapitalistas allí congregados con su célebre “No paréis”, encomiando nada menos en ellos que “una manera nueva de pensar” y de lo lindo comiéndoles la oreja con aquel “hay mucha gente que se acuerda de vosotros”? ¿No es el mismo Sabio de las Redes que en la gloriosa jornada del 15-0 no se privó de comunicar al mundo entero que pensaba también él lanzarse ese día a las calles, como un Indignado más? Entonces, a qué viene ahora este impresionante desmarque. ¿Una indigestión del bingo del pan Bimbo, quizás?
   “A pesar de los alaridos de muchos, a las políticas de ajuste seguirán pronto las de crecimiento; sólo los profesionales de la economía parecen ser conscientes de que no se pueden impulsar por separado ambas políticas. La duración de la crisis dependerá precisamente de la medida en que la sociedad acepte que la expansión NO es posible recuperarla sin saneamiento paralelo. El segundo factor que determinará la duración de la crisis será, COMO SIEMPRE, nuestra predisposición a aceptar el cambio.”
(alaridos, saneamiento, aceptar el cambio… no lo digo yo, lo dice él,  palabra de Punset, paraules… casi de humor punsetianas, que Messi a su lado es un tuercebotas, mamma mía, qué pensarán los santos Indig).


Post/post: gracias a Sheol 13, a Plaza Colombia, a Mónica por aspirar las flores keatonianas conmigo, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.

martes, 8 de mayo de 2012

Gracia y misterio del manteo


   

    Mantean a Guardiola, mantean a Mouriño, mantean a los novios, mantean hoy en cualquier gañanada que se precie al Sursum Corda si se tercia. Supongo que antes que yo lo habrá seguro dicho ya Punset, pero resulta  harto curiosa la evolución del rito y costumbre del manteo: de ser una ordalía iniciática  de oscuro significado sexual en muchas culturas primitivas (Mircea Elíade) que señalaba el paso de la infancia a la madurez, a sádico castigo colectivo destinado a quien se consideraba merecedor de ello (el más célebre el que en el Quijote unos chuscos propinan al infeliz Sancho Panza), en cuyo transcurso el manteado una y otra vez daba con sus huesos contra el suelo tras ser impulsado a las alturas desde una manta, hasta llegar a la apoteosis orgiástica y festiva que parece designar hoy el manteo.
   Si hasta hace bien poco la iniciativa del festivo manteo parecía surgir a trasmano de la súbita voluntad bromista de los patanescos pupilos, incontenibles en su despendole, que el manteado sentíase obligado a de mala gana “aceptar”, pareciera que es hoy el manteo obligada prueba de la verdadera euforia de una celebración, en cuya cima el manteado de propina complácese en ofrecer muy airosas poses de triunfo, ingrávido e imperial sobre los aires que le elevan. Si no te mantean los tuyos, es que, lector, eres menos que un bloguero globero.
   
    ¿Qué transparente éxtasis otorga este controlado y festivo manteo de ahora a sus beneficiarios? El de, en el momento del Triunfo, liberar las tensiones acumuladas, por supuesto. Ese desmadejamiento de los miembros arrojados hacia arriba para caer en la blandura de un tálamo de brazos afines procura la momentánea ilusión… ¡de ser pelele!, es decir, de NO ser, de abandonar el peso del cuerpo y la opresora cárcel de la personalidad, que porfía siempre por mantener la compostura y reprimir el instinto.
    Ofrecen los pupilos el cuerpo del homenajeado a las alturas, y vive éste así esa ilusión de ascenso hasta alcanzar casi los propios caracteres de las divinidades, que precisamente moran en los cielos. Cae el Triunfador luego, es verdad, pero lo hace en blando, y de nuevo se ve impulsado hacia arriba, como en una vicaria experiencia de muerte y resurrección continuas.
   
    Al cabo, ese Cuerpo Primordial, objeto de Deseo, que se ve zarandeado y hacia todas partes revuelto, a merced por completo del impulso desatado de los raciales guerreros que desde abajo le jalean y acometen, ¿no recrea de alguna manera una suerte de violación simbólica que el Elegido, núbil doncella ahora, masoquistamente disfrutara? ¿El manteo jubiloso como una especie de consentida violación en grupo, entonces? Uff, mejor que este espinoso intríngulis nos lo aclare Punset. Que yo ya, lector, paso. 



Post/post: gracias a Mónica, a Juan Carlos, a Winnie0, a Trecce, a MAMUMA por bloguear ayer conmigo, por hacer más rico rico este blog, GRACIAS .
  

jueves, 15 de marzo de 2012

¿Verdú o Punset? ¿Trato o truco? y TRES


     
   En la rueda de prensa que siguió a la concesión del galardón con más dinero dotado (La Razón 7-3-12) más decidido todavía se mostró Verdú: “Estamos viviendo una gran locura histórica como no se había conocido en la historia (¿en serio cree Verdú que nunca antes se ha vivido una situación peor?), y a propósito de Grecia, lanzado ya, acaso porque el problema heleno va a  juego con su incendiario título, añadió: “Lo raro es que no estén quemando todo ya”.
  
    He ahí, en todo su esplendor llameante, literalmente expuesta, la fascinación de los popes izquierdistas por la violencia ciega, siempre que esta sea la que conviene a su brújula, claro, pues, ¿por qué habrían de quemarlo TODO?, ¿es mucho exigir a tan eximio pensador la responsabilidad intelectual de llamar a la prudencia? Porque, puede desde luego entenderse que un intelectual elitista exija de los gobiernos la atención a las necesidades materiales de los más desfavorecidos, pero, esa especie de benevolencia hacia la horda incendiaria ¿es de recibo?, ¿y no ilustra precisamente el ejemplo griego la solidaridad con que la Unión Europea concede crédito tras crédito a los sucesivos gobiernos helenos?
    
   Y más: “esa palabra (democracia) ya no vale nada. Es una carcasa que recubre las complicidades que están arruinando a la gente y llevándolos a niveles de pobreza desconocidos”.  Le diríamos a Verdú:
1)     1) no existe una crisis económica planetaria (hay países superpoblados avanzando muchísimo en sus condiciones de vida)
2)           2) la esperanza de vida aumenta 2,5 años cada década (datos de la Ornanización Mundial de la Salud)
   
   Le diríamos, oiga, que estos 1) y 2) no los digo yo, que soy nadie, que los enarbola Punset en su crujiente “Viaje al Optimismo” dado a luz en el diciembre pasado. Pero además, ¿es todo lo que nos ha enseñado la Historia precisamente el que la democracia, su palabra, sí, no valen nada? ¿Son los de ahora niveles de pobreza desconocidos en la Historia? ¿Son todos los regímenes iguales? Pues, esa consideración de la democracia como “carcasa” es sólo una modernización de la “tapadera” leninista que encubría el desprecio a la misma, en la que milimétricamente viene a coincidir Verdú con los más violentos de los antisistema.
    
    Este es el pensamiento pirómano –deben ser las célebres hegelianas astucias del Capital- que premia y cubre de dinero el Sistema. Una vez más pasma el raro milagro de que los sistemas democrático-liberales pervivan privilegiando como lo hacen a sus más entusiastas enterradores, teniendo a Cebrián y sus 8,2 millones de académicos euros a la misma vera.
   Se comprende de sobra que dan así un lavado expréss estos divinos “intelectuales” a sus conciencias, que ocultan así su prístino privilegio tras esa verbosa radicalidad con la que las grandes editoriales buscan hacer rápido negocio basado en la popularidad de la “estrella” autora. Por otra parte, si por la causa que sea triunfa una revolución, tendrán ya ellos su salvoconducto expreso que bien les disponga con las nuevas “autoridades”.  
   
    Sea usted un don nadie, defienda como los menos malos los sistemas liberales, abomine con fundamento de las nocivas profecías colectivistas y utópicas, y absolutamente todos los que podrían darle al menos una mano de luz editorial le darán con la puerta en las narices, mano que dan una y otra vez, y de oro, a los forretis progresistas. ¡Pos que vivan los que todo lo queman, joder, pero que empiecen por PRISA y luego  por PLANETA continuen!


martes, 27 de diciembre de 2011

Punset enreda también a los Príncipes


     
      Se ve que no podía el hombre aguantárselo. Leí hace unos días que de motu propio reveló Punset… que al Príncipe y a Leticia también “les gusta Redes”. Me pregunto qué necesidad, si no es la de una elefantiásica vanidad de vanidades en perpetuo síndrome de abstinencia puede llevar a alguien, que lo es ya Todo, a revelar a sus años cosas así. Que tal hiciera un pelanas, tendría un pase. Qué se yo: que me escribiera Princesa Leticia diciéndome que alucina en colorines con mi blog, que por lo mismo me convida al próximo besamanos con Editores y tal, y vamos, es que al punto me revolcaba yo en éxtasis por los charcos de mi barrio. Normal. Pero que así, como un Honor que se aparenta a la vez desdeñar y ostentar, lo haga el archipublicitado Punset parece desde luego asunto de tomo de psiquiatría.
     Será que todos los halagos le son pocos: miembro del jurado de los Príncipes de Asturias, es decir, establishment en estado puro y arengador de las santas masas Indignadas en Vetusta al tiempo, todas las caras le son pocas a Punset, dotado de una versatilidad prodigiosa, a imagen y semejanza del pan de molde multinacional que publicita el Señor rodeado entre las chicas. ¡Aún recuerdo sobrecogido cuando en la reciente e histórica jornada del 15-O a través de las redes sociales hizo saber al mundo entero Punset que también lanzábase él ese día a las calles en pro de OTRO MUNDO posible. ¡Y a fe que lo es!
     Envidia rastrera de Punset, desde luego: tiene uno cuatro seguidores y a diario se disgustan dos conmigo, y veneran a Punset por igual Príncipes y plebeyos, Borbones y Pueblo, los prototipos de la Realeza y los viscerales antisitema de este perro mundo, sujetos todos por igual en la red de su devoción. Seguro que a Urdangarín también le gusta Punset, pero no sé si esto lo va éste a revelar.
   

jueves, 22 de diciembre de 2011

La Lotería y los Indignados

    
     Deberían las huestes hibernantes de la Santa Indignación anticapitalista, con Hessel-Sampedro-Santiago Segura-Peces Barba-Punset, -más Antonio Gala calentando en la banda- esa mítica delantera, al frente, si la estricta coherencia y el hondo sentido moral guiara sus actos, ocupar y alborotar de lo lindo esta mañana los salones en que se celebra el Sorteo hasta paralizarlo y detener así uno de los más preclaros símbolos y rituales de la glorificación del Poderoso Caballero. Incluso desde el punto de vista mediático, tan caro a estas idealistas gentes, darían ellos una muy revolucionaria Campanada que por todo el universo aún más extendería el trending topic de la Spanish Revolution. ¡Pocas ocasiones como esta, que mejor unan de una tacada teoría y praxis revolucionarias! ¡Gritarles delante de todas las cámaras a los bombos y a los niños de San Ildefonso su eurovisiva cantata del que-no-que-no-que-no-nos representan-que-no!
    
   
     

     
     DETÉNGANSE AQUÍ QUIENES PRISAS LLEVEN, -aunque desespero, lector, porque a la noche vuelvas conmigo, y a que les digas a tus amigos los tesoros que encontraste en este blog- pues aviso ya que a continuación desgrano pesadísima Teoría mía sobre la Lotería, la CLAVE y la LLAVE de su misterio, que algunos ya conocen y que –oportunista que uno es- no pienso perder la ocasión de en el día de hoy desenrollar, incluso luciendo palmito… y hasta literario estilito, si de ello soy capaz. Valga para el muá como disculpa que el Internet a todos nos está pulverizando la memoria, con lo que es preciso repetir mil veces las cosas para que al menos una quede. Va sin más mi plastísima Teoría:



 
    
    
     Es bien sabido que a la postre resulta la Lotería de Navidad –emblema sumo de todas las loterías- un notable instrumento anti-igualitario, ya que viene a consistir el misterio y la ilusión desmedidos que la misma cada año concita en quitar un poco de dinero a todos para acumular un mucho del vil metal sobre la cabeza de sólo  unos pocos, sin que éstos, por otra parte, hayan hecho mayor cosa para merecerlo. Vendría la lotería a funcionar entonces como curioso mecanismo redistributivo de rentas, salvo que de carácter regresivo, claro, por el que al final del sorteo son los pobres (en su mayoría) un poco más pobres y los ricos (de origen o sobrevenidos de golpe por el soplo de la diosa Fortuna) un mucho más ricos.
     Los modernos Estados del Bienestar, que con tanto afán pregonan buscar la más equitativa y progresiva redistribución de ingresos para los ciudadanos –recordemos el famoso Discurso del Viento zetapeico, montado todo él sobre la aversión a los ricos y la pasión por los pobres… de Somosaguas- deberían, si fueran coherentes no sólo proscribir las loterías, sino perseguirlas, por ser tan contrarias a los fines que dicen buscar.
    
     El fortísimo arraigo emocional que la lotería, al socaire de tanta plática  socialdemócrata, consigo mantiene entre la gente radica a mi juicio en el sencillo paralelismo que guarda con la Vida misma, tan azarosa y contingente, tan expuesta a mil y una circunstancias o avatares, a veces también súbitos y fuera de todo cálculo racional, que complican o facilitan de forma extraordinaria, -y en la lotería el meollo intrínseco es que el mazazo ese puede ser sólo superbenéfico, en principio- la existencia de los hombres. Parecería así que los hombres hubiesen acordado establecer un artificio para imitar con el azar de un sorteo lo que los escritores de los folletones decimonónicos llamarían los vuelcos maravillosos de la existencia para unos pocos.
   
      Se me dirá: al fin y al cabo quien era pobre antes, no mucho más pobre seguirá después, si no atrajo hacia sí el Maná. Sólo que no sabemos exactamente a qué gastos más esenciales desplaza la cuantía destinada a tentar la suerte. Traigamos el asunto a terrenos propios de letraheridos: cuántas veces no decimos cómo tal libro nos cambió la vida (o tal cursillo, o tal pequeña inversión), justo el que ahora no compramos por adquirir el billete de marras… que sólo más billetes nos puede traer, a despecho además de cuanto decimos en principio aborrecer al poderoso caballero.  
     Bien se ve, no obstante, que la promesa que en sí encierra la lotería no es tanto la puramente material como la ilusión condensada al máximo de transformar radicalmente (con una suerte de varita mágica) y de un plumazo el orden pautado de nuestros días (una Revolución estrictamente individualista y hacia arriba) y lanzarnos a una vida que imaginamos más plena… que es justo la que nos proporcionan bien baratitos los mejores…. (iba a poner blogs, fíjate, lector)… los mejores libros, quiero decir. 
     Como toda pulsión extraordinariamente egoísta, (la de ser Uno y nada más que Uno inmensamente Ricos, para darse más tarde el festín inconcebible de ser también inmensamente generoso…con los nuestros, claro, que es impensable el reparto total) una vez formulada y puesta en sociedad necesita, para hacerse tolerable, el ser en alguna medida maquillada. Así, con voz piadosa y acento algo fariseo lanzamos al vuelo esas dulces psicofonías de que “ojalá caiga entre los más necesitados, entre quienes menos tienen, y yo me alegro por ellos y tal y tal”.
          Pero el magnetismo atávico que la Lotería año tras año atesora estriba sobre todo en recrear en nuestro interior la simple suposición, el paladear la dulcísima textura de una sencilla promesa, la de que por qué no habríamos de ser nosotros esta vez –a pesar de las infinitesimales probabilidades de que ello acontezca- los elegidos de los dioses. Es en el fondo un sueño, que está de una forma o de otra, inscrito en la propia naturaleza imaginativa de los hombres que les faculta para ir más allá de su ordinaria vivencia. Es como cuando en la oscuridad de la sala del cine –fábrica de los sueños, se la ha llamado- juraríamos que sólo y nada más que a nosotros la Actriz o el Actor de divina hermosura es a quien está mirando, y que si por casualidad a fondo nos conociera, irremisiblemente de nosotros  acabaría enamorado.