Existe un hilo de continuidad simbólica y argumental en que fuera Chiquilicuatre, en el principio discreto miembro de la trouppe de Buenafuente, el elegido, primero, representante de la España zetapeica ante Eurovisión, y ahora, supremo cerebro de la invocación a la Huelga General contra… el PP, violenta por su propia naturaleza violenta. Un común tufo de degradación empalma ambos acontecimientos, trasuntos bien expresivos a su vez de una más general degeneración de la textura ideológica y moral de la sociedad: el Reinado de la Mugre. No deja en el fondo de resultar Chiquilicuatre, con aquella guitarrita de pega, una parodia del mismo ZP en sus momentos de levitación poética, parodia éste a su vez ya de por sí de un presidente de gobierno normal. Así, resulta impresionante y muy revelador síntoma de estos tiempos el que la antiguamente llamada “cuestión social”, su expresión y reivindicación, haya quedado a la postre en manos de un rústico caricato, deseoso de dar rienda suelta a su más chabacana imaginería, aplaudida a rabiar incluso por los “intelectuales” adictos, reducidos ya, de ser dueños del “capital simbólico” a patéticos corifeos del graciosete “figura” de turno.
De esta manera, si ya los capitostes de la huelga del metro madrileño apuntaron indicios de la Mugre que rebosa su cerebro posando ufanos ante aquella célebre pancarta que rezaba “ESPE, si no nos das el cinco, por el… te la hinco”, como ufanos figurantes del “Sálvame”, ahora el centenario sindicato socialista concede el sagrado espacio del esclarecimiento de la “justicia social” a una infame colección de videos, no se sabe si más burdos que ofensivos, o al revés, al elemental entendimiento de las cosas. Si la telebasura de luxe en buena medida ha envilecido para siempre el gusto de millones de espectadores, la grosera apelación sindical a esos mismos degradantes códigos persuasivos busca con descaro pescar en ese mismo río revuelto y turbio de la agitación y propagandas más zafia.
Y en milimétrica correspondencia material, el aroma putrefacto de un mismo elitista way of life –la llamada “izquierda caviar”- , por encima siempre de la vil plebe, equipara y sazona a Buenafuentes, Cándidos, Toxos y demás ilustres Chiquilicuatres de la forrada progresía patria. Con toda la razón del mundo llámanse a sí mismos “liberados”. Y tanto.
4 comentarios:
Chiquilicutre
El drama, el nuestro, es que de momento no podemos liberarnos de toda esta tropa, de su silenciosa dictadura, de su mugre intelectual.
Envolvente prosa- con lacito rosa- para diseccionar interesantes propuestas a cada cual más verídica y actual.
Que te hacen sonreir y pensar.
Gracias, Cesar, por dejar tu comment, tan amable
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