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lunes, 2 de abril de 2012

Verdú no se fue a la guerra, no



     
  Ardía la Ciudad de los Prodigios en su céntrica encrucijada. Contenedores, tiendas, mobiliario urbano, coches de policía eran pasto de las llamas.  Crecían las purificadoras llamaradas de las hogueras provocadas por los borrokas anti-capitalistas, las huestes más activas de esa Spanish Revolution que asombrara al Washington Post durante el pasado otoño. ¿O no son esos borrokas Spanish Revolution en acción acaso? ¿Qué piensan las más puras almas de los Indignados que es sino la Revolución? Algún fino entomólogo de la izquierda extrema debería pero ya aclarárnoslo.  
   
   Tienen su matriz en la Ciudad de los Prodigios, desde luego, que durante el Glorioso Tripartito (socialistas-comunistas-independentistas) generosamente (con subvenciones, tolerancia a sus okupaciones, e ideológicos guiños de complicidad)  los amamantó. Incluso uno de los más principales paladines del Tripartito en público se definió como tal: yo soy Antisistema cantó. Soy uno de los vuestros, como Wert a los del cine, vino a decirles. Compatibilizaba a la vez en su persona ese heroico Ser Antisistema con apalancarse –y otro tanto su señora esposa- un opíparo sueldo del podrido Sistema, pues si tiene la Ciudad justa fama de prodigiosa, algún santón izquierdista doblemente prolonga en su ser la magnitud de esos fenómenos.
    ¿Quién puede de todas maneras asegurar que no hayan de alimentarse en Madrid o en Valencia piras tan soberbias? Es sólo cosa de que se lo propongan. Cuando el día de la Extorsión General se elevaban hacia el cielo las hogueras borrokas en Barcelona, me acordé, y es lógico, de Vicente Verdú, el eximio intelectual de EL PAIS que acaba de ganarse con “La hoguera del Capital” los 60.000 euros al ensayo con mayor cuantía económica de todos los existentes dotado.
   
    Por lo que la misma poderosísima editorial adelanta en la nota de prensa la obra de Verdú vendría a “legitimar”, a la sutil manera, eso sí, que al gran pensador le es propia, la destrucción del Capitalismo: “una revuelta más o menos silenciosa pero eficaz emprenderá gradualmente la revolución pendiente del siglo anterior. Esta es la esperanza y la meta hacia un futuro más humano que aguarda a la vuelta de la esquina”. Es de premiar, desde luego -no sé si incluso son pocos 60.000 euros- el formidable juego de equilibrios que Verdú funambulista aquí compone: revuelta-más o menos silenciosa pero eficaz(¿?)-gradual-revolución-esperanza-a la vuelta de la esquina.
   Ya dijimos que en la rueda de prensa móstrose Verdú mucho más explícito: “estamos viviendo una gran locura histórica como no se había conocido en la Historia” y, a propósito de Grecia, “lo raro es que no estén quemando todo ya”. Lucía Verdú  así la benevolencia comprensiva que en muchos popes izquierdistas anida cuando la violencia sopla hacia la veleta donde apuntan sus derroteros ideológicos. Sorprendía incluso la literalidad de esa justificación de la horda incendiaria. Le voilá, señor Verdú: arde la borroka barcelonesa, ese futuro más humano a la vuelta misma de la esquina.
     Quede muy claro: que los verdaderamente desesperados de la Tierra atacaran las posesiones de Mr Botín –el amigo querido de Garzón- o de Polanco jr, o de Mr Cebrian, o las de esos multimillonarios franceses y americanos que voluntariamente desean pagar más impuestos, que arrasaran la Moraleja o PRISA SA sería horrible, desde luego, pero tendría un pase. Pero que justamente acogoten estos cafres, como Willy T, a pequeños comerciantes, que precisamente vibren estos nobles corazones anticapitalistas destrozando los enseres y el mobiliario ¡público! que con dinero de todos habrá que reponer, que haya eximios intelectuales que vean en todo ello precisamente el presagio de un mundo más humano sólo suena a broma macabra de la que millones de almas cándidas encima participan.  

4 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Guillermito T. informa a un pobre emigrante con buenos modos que debe cerrar su local porque estamos en jornada de huelga y el pobre inmigrante, explotador de las masas, se le pone chulo y quiere mantener el negocio abierto porque es un explotador de las masas así que ¿cómo no se iba a enfadar Guillermí?
Los antisistema atacan negocios y pegan a las personas que se oponen a ellso porque es fácil hacerlo mimetizados en la multitud. Ir a los predios de Botín, Cebrían y demás es más peligroso, que tienen seguridad privada con muy mala leche.
¡Qué fácil es pontificar, como hace Verdú, con el riñón bien forrado.
Salu2

Anónimo dijo...

Estos son los lodos que nos traen aquellos "polvos" que en su día hizo ZETAP I "El irrrepetible"... De ahí salen los Willy Toledo, los Teddy Bautista, la Sinde, los de "la ceja"....

xad dijo...

La violencia es el diálogo que conoce esta izquierda rancia y estos sindicalistas indecentes y aprovechados que se hacen multimillonarios gracias a las subvenciones, con el dinero de todos los españoles.

Javir dijo...

"La revolución pendiente..." jejeje
Pues el gran Willy, el gran revolucionario que por donde pasa ya no se sirve un burgués cortado con porras....ese, ya ha comenzado la revolución pendiente.

Un abrazo